"El 'caso Pretoria' no le interesa a la gente, nadie me pregunta"

Núria Parlon (Barcelona, 1975) fue funcionaria municipal antes que alcaldesa. Llegó al cargo por una apuesta personal de José Montilla y sin ser la candidata natural a suceder a Bartu, el populista alcalde de la ciudad que acabó en la cárcel por decisión del juez Baltasar Garzón.

Pregunta. ¿Qué juega más en su contra: el caso Pretoria, ser alcaldable por primera vez o la marca PSC?

Respuesta. Ninguno de los tres aspectos es determinante. Hemos de ofrecer el mejor proyecto para resolver el impacto de la crisis en la ciudadanía. Durante los 17 meses que he estado en la alcaldía he contado con la complicidad de la población y esa es la mejor carta de presentación.

P. ¿Resulta creíble que hable del "mejor proyecto" teniendo en cuenta el antecedente de corrupción del caso Pretoria?

R. Tenemos un buen proyecto para la ciudad, que se basa en parecernos lo máximo posible a aquello que la ciudadanía espera de nosotros. El caso Pretoria es un proceso judicial abierto, pero que se ha cerrado de forma adecuada en clave política. La alcaldesa respeta la presunción de inocencia de todos los imputados, pero al mismo tiempo somos acusación particular en la causa y los máximos interesados en saber qué ha pasado y, si ha ocurrido algo, que se retorne el perjuicio a la ciudad. Pero eso lo debe decir la justicia, ni la ciudadanía, ni los medios de comunicación. El caso Pretoria no le interesa a la gente, nadie me pregunta por él, sino por cuándo va a estar acabada la guardería o cuándo arreglaremos su calle. Eso es el interés general y nos avala haber llevado a cabo la transformación de la ciudad en clave de mejores servicios.

P. En nombre de esa transformación se hicieron proyectos urbanísticos que investiga la justicia. Cuesta creer que nadie se diera cuenta de lo que estaba sucediendo y lo advirtiera.

R. Le contesto con una pregunta. ¿No lo habría denunciado la oposición si se hubiera dado cuenta?

P. La oposición no gobierna.

R. Si el equipo de gobierno, más allá del alcalde o el teniente de alcalde de urbanismo, lo hubiera sabido, habríamos procedido como toca. La mayoría de las personas que formamos parte del proyecto socialista somos honestos.

P. ¿Teme que las urnas pasen factura por ese caso?

R. Evidentemente que afectará, porque no puede ser de otra manera y forma parte de la desafección política que ya padece la ciudadanía y contra la que hay que luchar. Habrá que esperar a las elecciones.

P. Decía en una entrevista reciente que aquel modelo urbanístico expansivo ha ahogado a Santa Coloma, pero usted formaba parte del equipo de gobierno que lo aprobó.

R. Un proyecto de aquellas características sería imposible de aplicar hoy. En el último presupuesto hemos tenido un descenso de ingresos de más del 14% de las transferencias que recibimos del Estado. Las grandes políticas urbanísticas se deben modular en el tiempo, lo que no quiere decir que se vayan a ejecutar. Hay que dar respuesta a otros problemas reales que tiene la ciudadanía, que es garantizar un entorno seguro, buenos equipamientos que aseguren la igualdad de oportunidades en la educación y la sanidad, aunque nuestras exigencias económicas sean restrictivas.