Convergència organiza a su 'ejército' latino

Son fieles a Convergència i Unió (CiU) y no faltan a ningún mitin. Una decena en un acto cualquiera y centenares si el mitin trata de inmigración. Un amplio grupo de inmigrantes de varios países que, pertrechados de senyeres y con una amplia sonrisa, asisten fieles, como un organizado ejército, a los mítines del candidato nacionalista de turno. Se dejaron ver en la campaña de Artur Mas y en la de Xavier Trias: entregados a la causa, muchos hablan un fluido catalán -o están en proceso de hacerlo- y son felicitados por ello por los dirigentes nacionalistas. Su entrega se debe al trabajo de captación que ejerce desde la secretaría de inmigración de CDC Àngel Colom, que tras su fracaso al frente del Partit per la Independència (del que todavía tiene que rendir cuentas por recibir al menos 75.000 euros de Fèlix Millet, saqueador confeso del Palau de la Música), pasó a militar en CDC, que le encomendó la secretaría en 2008.

Convergència quiere poner de manifiesto los frutos de tres años de trabajo, visibles ya en los mítines. Por ello este fin de semana inaugurará el primer congreso de "latinos catalanistas", organizado por el Espai Latino de CDC, que agrupa a los nacionalistas de América del Sur y Central, la comunidad más numerosa de inmigrantes de Cataluña. El partido prevé que asistan unos 300 congresistas, con mayoría de ecuatorianos, bolivianos, colombianos y peruanos, en un fin de semana dedicado a presentar propuestas para que las tome en consideración el partido. "Los latinos catalanistas se ponen en la estela de la Cataluña que busca su plenitud nacional. El mundo asociativo latino ha querido encontrarse para proponer estrategias de encaje", enfatizó Colom. CDC tiene previsto celebrar más congresos con otros colectivos de inmigrantes nacionalistas.

Perú reprende a Puig

No toda la comunidad latina le baila el agua a CDC. El Consulado de Perú exigió ayer al consejero de Interior, Felip Puig, que se disculpe por "vincular a los peruanos con la delincuencia". Puig aseguró que hay nacionalidades "con tendencia a delinquir", y puso como ejemplo las bandas de peruanos. El consejero ya respondió al consulado asegurando que no pretendía vincular la inmigración a la delincuencia, sino denunciar la actitud de algunos colectivos de delincuentes.