Solidaridad a la carta
Vecinos de un barrio de Granada rechazan la instalación de un comedor social
Los intereses de cientos de familias de un barrio nuevo de la capital granadina chocan frontalmente con los de la asociación Calor y Café, que ayuda desde hace años a personas que están en situación de exclusión social. El Ayuntamiento de Granada cedió una parcela para que trasladaran sus instalaciones, actualmente en el centro, al barrio de la Cruz, pero los vecinos están dispuestos a encadenarse a las máquinas si empiezan las obras. La oposición es tal, que el alcalde, el popular José Torres Hurtado, aconsejó ayer a esta asociación que "reconsidere" el traslado anunciado.
"Esto no es ser insolidarios, es cuestión de sentido común", protestan los vecinos. "Es un barrio joven, con muchos niños y va a aumentar la inseguridad", explica Ángeles Sánchez, una de las residentes.
El Ayuntamiento cedió una parcela en la zona para ubicar el centro
El alcalde pide ahora a la asociación que "reconsidere" el cambio de sede
El comedor social en el que además podrán hacer noche 40 personas salió rebotado de otros lugares en los que se intentó ubicar y donde encontró también el rechazo de algunas personas. El último, hace tres años en la barriada de la Juventud. En este caso, al tratarse de una zona de nueva construcción, los vecinos dicen que no pudieron presentar alegaciones en el periodo correspondiente porque no estaban informados, así que Calor y Café cuenta con todos los requisitos legales para instalarse en la zona.
Los que trabajan con personas sin techo saben que no habrá ningún barrio en el que los esperen con los brazos abiertos, pero la necesidad de un espacio "más digno y grande" que el actual es lo que les impulsa a trasladarse.
La concejal de Urbanismo, Isabel Nieto, auguró que "el problema de ubicación se producirá en cualquier barrio porque serán rechazados en todos". Con los trámites cumplidos, la aprobación plenaria y la exposición pública del proyecto, Calor y Café podría perder la parcela si no cumple con los plazos previstos.
Tras el consejo del alcalde granadino es preciso que se reúna la junta directiva de la asociación para hacer cualquier valoración o tomar una decisión distinta a la actual.
Los vecinos, que han desarrollado distintas actividades para mostrar su rechazo, estaban ayer contentos por el giro del Consistorio, que un día antes dijo "entender su postura pero dar también la razón a las personas que necesitan una cama y una taza de café".
La manifestación del pasado martes por las calles del centro de la capital sirvió para que el alcalde pida a la asociación que reconsidere cambiar otra vez de ubicación el centro o directamente ampliar el actual, aunque ahí también hay quejas de vecinos.
En los edificios del barrio de la Cruz, que es una zona de expansión por el norte de la capital, llevan meses colgadas pancartas en las que se puede leer: "Calor + Café = Drogadicción"; "Alcalde y concejales sed solidarios en vuestros barrios"; "Queremos seguridad".
Los vecinos han reunido 5.000 firmas en contra del proyecto y desean que la parcela se la conceda el Ayuntamiento a las religiosas que al lado cuentan con una escuela hogar en la que hay unos 60 menores y que se les ha quedado pequeña.
El alcalde sostiene que hacer las cosas "en contra" de los vecinos es "muy complicado" y por eso recomienda que estudien otras opciones, aunque la asociación ha dejado claro que no tiene sentido alguno marcharse a la periferia puesto que atiende a personas que deambulan por el centro y no se va a ir a un lugar al que no puedan llegar.
El problema no está resuelto y los vecinos advierten: "Hay 15.000 votos en juego".
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