Los Urdangarín hacen las maletas
La infanta vivirá en Maryland y sus hijos estudiarán en el Liceo Francés
La infanta Cristina y su marido Iñaki Urdangarín han comenzado a despedirse de sus amigos. Hace unos días, el duque de Palma, en la entrega de unos premios, confesó emocionado: "Voy a echar mucho de menos todo esto". Doña Cristina ha explicado: "Nos vamos por el trabajo de mi marido".
Los Urdangarín están haciendo ya maletas, aunque la familia no se traladará a Washington hasta los últimos días del mes de agosto porque Juan, Pablo, Miguel e Irene comienzan en colegio la primera semana de septiembre.
Los motivos oficiales del cambio de residencia de los duques de Palma son profesionales. Iñaki Urdangarín va a desarrollar allí la representación internacional de Telefónica, una tarea muy similar a la que ya desempeñaba desde Barcelona. Hay más motivos que aconsejan el traslado. La infanta y su marido han valorado la tranquilidad con que la familia vivirá en Washington y lo bien que les vendrá a los pequeños familiarizarse con el inglés. Nadie en su entorno se atreve a asegurar que el incidente en su vivienda de Pedralbes, cuando un demente tiró un cóctel molotov el pasado 13 de septiembre, haya influido en su decisión.
La familia estará protegida por seis policías y el apoyo de la embajada
Doña Cristina también traslada sus quehaceres en La Caixa a EE UU, donde además estará preparada para viajar a España siempre que el Rey la requiera para asistir a algún acto oficial.
La infanta Cristina ha decidido ya que su hogar estadounidense esté en el barrio de Bethesda (Maryland, norte de Washington) y sus cuatro hijos asistan al Liceo Francés, como hacían en Barcelona, que está muy cerca de su nueva casa.
Las páginas de sociedad de la prensa local han llevado estos días unas notas reales. Todas se hicieron eco de la noticia de la llegada a la ciudad de la hija menor de don Juan Carlos y su marido, Iñaki Urdangarín -nombre cercano a lo imposible a la hora de pronunciar para los estadounidenses, tiene 'ñ', tiene acento...-
Hubo titulares divertidos, como ese que animaba a los futuros vecinos de los duques de Palma a aprender a jugar al balonmano ante la cercanía de la llegada de la estrella deportiva que fue en su momento Urdangarín -bronce olímpico en 1996 y 2000-. Y por supuesto, todas las referencias a la infanta emplazaban a los washingtonianos a recordar a aquel otro príncipe europeo al que podían ver tomando café o asistiendo al cine como uno más: su hermano Felipe, que entre 1993 y 1995 estudió en la Universidad de Georgetown. "Si es la mitad de encantadora que era su hermano, Washington se va a enamorar de ella", aseguraba Kevin Chaffee, cronista de sociedad de Washington life.
Eso sí, también hay quién ve problemas. "Si no teníamos bastante con la seguridad a la que ya estamos sometidos todos los días por culpa de la Casa Blanca...". Fuentes oficiales aseguran que la infanta traerá desde Madrid una escolta de seis personas. Pero otras apuntan a que será la seguridad de la Embajada que dirige Jorge Dezcallar la que se ocupará de ella.
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