La invasión del arroz mutante
Los aditivos sirven a los expertos para crear curiosos alimentos alterados
Se lleva los arroces en lila y amarillo, los aromas de cerdo, los peces de colores y el polvo de bacon. En Ingrenova nada es lo que parece.
Ingrenova es el escaparate de tendencias en ingredientes, aditivos, aromas y productos alimentarios intermedios. "Los aditivos son los ladrillos que nos permiten construir los edificios llamados alimentos transformados", explica Andrés Gavilán, presidente de la Asociación Española de Fabricación y Comercialización de Aditivos. "Son esos grandes desconocidos que se usan desde siempre para conservar, estabilizar y mejorar el aspecto de los alimentos".
Los colorantes son uno de los aditivos en evolución. Algunas empresas están cambiando los sintéticos por los colorantes naturales. Roha los presenta para pescados. Y GNT opta por las soluciones de color para la industria alimentaria que se obtienen de frutas y verduras. Por ejemplo, teñir el arroz blanco de lila con una gota de boniato morado. "Todos los productos llevan colorantes, nosotros ofrecemos una alternativa lo más natural posible", explica Mercedes Ortiz, técnica de GNT.
De Alemania llega la cebolla frita crujiente, para condimentar salchichas y hamburguesas. Y por todas partes surgen las verduras deshidratadas.
Lo natural es lo que se lleva hoy. Algunos de los colorantes sintéticos han sido colocados bajo lupa. En 2010 está previsto que los fabricantes de seis de este tipo de colorantes tengan que incluir en el etiquetado la advertencia de que pueden tener efectos negativos sobre la actividad y la atención de los niños.
Ingrenova también ha puesto el acento sobre los conservantes. Vedeqsa ha presentado uno que pronto aprobará la Unión Europea, pero que de momento ya se vende Estados Unidos. El conservante evita el crecimiento de microorganismos en el alimento y permite mantener en buenas condiciones sanitarias los elaborados cárnicos, entre otros productos alimentarios.
Entre las curiosidades de este salón destacan también los acompañamientos, como son el cangrejo y los calamares en polvo para añadir, por ejemplo, a una sopa, o las escamas de cebolla deshidratadas, incluso, harina de altramuz que reduce en un 50% la grasa del cruasán y los churros.
Se busca una alimentación más sana y, aunque parezca lo contrario, más natural, como la inulina, una fibra de la raíz de la achicoria que potencia la flora intestinal. Más que nunca se come por los ojos -y por la nariz-. Curarome presenta su aroma a producto cárnico curado; según sus creadores, el verdadero sabor "a curado".
Ingrenova no se olvida del diseño y linda con Hispack, el salón del embalaje y el envoltorio, donde se muestra la botella más ligera del mundo. Pesa poco más de seis gramos, mientras que la normal, 18. Krones, la empresa alemana que la ha diseñado, usa la mínima cantidad de plástico para dar vida a la botella más ecológica. En un año estará en España para bebidas con gas. Son las tecnologías de la alimentación.
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