La 'generación Cacaolat'
La escritora Lolita Bosch recopila en un libro la más extensa antología de la nueva narrativa catalana
"No existe argumento literario para decir que la literatura catalana actual no es buena; es un tópico". Si tan convencida y, por ello, contundente se muestra la escritora bilingüe Lolita Bosch es porque tras año y medio de labor acaba de publicar Veus de la nova narrativa catalana (Empúries; Voces, en Anagrama, en castellano), donde selecciona y prologa una muestra de la obra de 41 autores catalanes menores de 45 años que le son más o menos coetáneos.
No hay voluntad en Bosch (Barcelona, 1970) de crear canon ni sentar cátedra: las desordenadas lecturas que puede hacer cualquiera y el gusto personal marcan hasta el índice de un libro en el que, por no haber, ni se citan en las minibiografías los premios literarios que muchos antologados han cosechado. "No me parece un criterio de calidad tener premios", lanza guerrera la autora, que lamenta que la prolífica cultura de los premios "acabe cayendo siempre en el mismo lugar no reconociendo nunca nada nuevo".
Con mayoría de autores nacidos en 1968, 1974 y 1975 (en una horquilla que va de 1965 a 1983) y bastantes textos inéditos, Veus ofrece una panorámica tan amplia (fruto de una lectura de 100 escritores) que cuesta hallar denominador común. "Está la lengua como tema; también hay mucho autor surrealista, de corte urbano, y el peso de la tradición, que tiene claros referentes en Francesc Trabal, Víctor Català y Llorenç Villalonga", apunta Bosch. Pero lo que le llama la atención es que "no se leen entre ellos, no se conocen, dialogan más con los autores muertos y en cambio eso es muy necesario para ver qué hace tu lengua, para intercambiar elementos de la cocina de cada autor: ver quién busca qué y por qué y qué pretendía con ello". "Una vez se hizo: Quim Monzó fue a EE UU, leyó, volvió y habló aquí con sus coetáenos y salió lo que salió; la Generación Nocilla lo acaba de hacer en castellano", comenta Bagunyà a Zabala, que se conocen por el libro de Bosch y que fueron ayer a su presentación (¿que podría dar pie a la generación Cacaolat, producto muy catalán?). "Yo veo también ambición y un uso del catalán cada vez más desacomplejado", añade Puig.
Si todo esto es así, ¿por qué se lee tan poco la nueva (y también la vieja) literatura catalana? "Nos falla el ecosistema de libro: editores, periodistas..., pero muchos no leen literatura catalana porque creen que es mala y ahí se quedan y luego ves que tampoco han leído mucha cosa... Los de este libro merecen mucho más público". Por ella no quedará.
Lista escogida
- Consagrados: Toni Sala, Francesc Serés, Albert Sánchez Piñol, Sebastià Alzamora y Jordi Puntí.
- Nombres que ya dejan huella: Ramon Erra, Pere Guixà, Borja Bagunyà, Najat el Hasmi, Manel Zabala y Albert Balasch.
- Gente que conviene seguir: Edgar Cantero, Tània Juste, Pep Puig, Laia Noguera... La compiladora, Lolita Bosch, se ha atrevido incluso con una autora inédita, Elisabet Goula, a la que tuvo en uno de sus talleres literarios.
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