El placer de escuchar con calma

Sin prisas ni presiones. Por primera vez después de 40 años de profesión, Iñaki Gabilondo va a poder paladear el placer de escuchar con calma, sin agobiar ni agobiarse. Será en el nuevo espacio mensual de Canal +, Iñaki, que se estrena el 18 de mayo (21.00). En él, el veterano periodista conversará con sus invitados rodeado de una atmósfera tranquila y personal, en un escenario sobrio y con una iluminación intimista. Gabilondo recibirá a sus invitados sin adornos y sin estridencias; el entrevistador y el entrevistado serán los únicos protagonistas.

Mario Vargas Llosa inaugurará el programa. Al último premio Nobel de Literatura se sumarán muchos otros personajes. Entre ellos, la alpinista Edurne Pasabán, la primera mujer en escalar los 14 ochomiles o la periodista Judith Torrea, premio Ortega y Gasset, que dejó una vida laboral cómoda para instalarse en el infierno de Ciudad Juárez (México) donde lleva años cubriendo información relacionada con el narcotráfico y el crimen organizado. "Los invitados siempre serán personas apasionadas con lo que hacen y cuya experiencia o conocimientos nos acerquen a los límites", explica Gabilondo. "Gente que ha vivido, vive o trabaja en las fronteras universales; el miedo, el riesgo extremo, el heroísmo, la muerte...", añade.

Mario Vargas Llosa inaugura el espacio; Edurne Pasabán será otra invitada

El periodista dice que le encantaría charlar con el nonagenario escritor José Luis Sampedro "antes de que sea tarde" y con el exministro, escritor y divulgador científico Eduard Punset para que se explaye sobre los grandes interrogantes, sobre "el macrocosmos y el microcosmos". También asegura que no cree en "la aristocracia periodística" y le parece tan importante el presidente del Banco Santander, Emilio Botín, que una mujer que ha ganado el premio gordo de la Lotería.

Gabilondo, que desde hace poco más de un mes firma el vídeoblog La voz de Iñaki para elpais.com y la cadenaser.com, cuenta que de este proyecto le atrajo poder trabajar sin sentirse "asediado por el reloj ni por la angustia de que el tiempo se agota". Y pone un símil futbolístico: "He jugado multitud de veces en campos embarrados, pero también me gusta jugar de tacón". Otra poderosa razón fue que las entrevistas no tendrían tinte político. "Estoy empachado y no soy un enfermo de la política; tengo otros muchos intereses", zanja y advierte que eso no significa que con Vargas Llosa no hable de Perú, de su Gobierno o de las elecciones en el país andino. "Sin embargo, lo que más me atrae es hablar con él de su pasión por la literatura o de cómo se alumbra la creación, que a mí me parece un misterio", apunta.

El periodista, que acaba de publicar el libro El final de una época, recuerda que los políticos, y más en vísperas de elecciones, nunca se salen del guión y que ahora que José María Aznar ya no está en el poder no tendría inconveniente en volver a entrevistarlo. "Institucionalmente tiene todos mis respetos", recalca y subraya que nunca entraría a discutir con él ni a regañarle. "Los reproches se han de hacer a través de las preguntas". Y hablando de reproches afirma que Ana Pastor, con la que mantiene una buena amistad y a la que considera una gran periodista "debería controlar su intensidad", respecto al rifirrafe que mantuvo en Los desayunos de TVE con la líder del PP, María Dolores de Cospedal, sobre la independencia de TVE.

Con este programa, Gabilondo vuelve a un medio del que llevaba alejado desde el cierre en diciembre pasado de CNN + donde conducía el espacio de entrevistas y debate Hoy. "Espero que podamos volver a encontrarnos en algún sitio", se despedía del canal de noticias. Cinco meses después el periodista, que también es consejero de la SER y de Prisa Radio, regresa a la televisión y comenta divertido que desde que ha dejado de trabajar, no para.