Un testigo de 'Ciudadano Kane'
Se ha escrito tanto sobre Ciudadano Kane, que TVE emite esta noche como homenaje a su recién desaparecido autor, que es muy difícil encontrar un punto de vista original, y menos aún inédito, con el que abordar por enésima vez esta obra maestra que revolucionó el cine y puso patas arriba tanto las convenciones dramáticas y narrativas del cine anterior a 1940 como los métodos y técnicas de rodaje de filmes fijados en los códigos no escritos de los estudios de Hollywood.La mayor parte de las innovaciones que Welles introdujo con Ciudadano Kane en el cine hoy no nos sorprende. Después de casi medio siglo han sido adoptadas tan al pie de la letra por el cine posterior que hoy nos parecen parte de su abecedario. Pero cuando la película se estrenó, el 9 de abril de 1941, esto que hoy nos parece la norma estalló sobre las coronillas de los guardianes de la ortodoxia del cine como una excepción en forma de sombrero relleno de nitroglicerina. Deslumbró a los que conservaban la imaginación despierta e indignó a quienes la envolvían en celofán de arteriosclerosis.
Sin embargo, pese a los 45 años transcurridos, la frescura y la audacia de la inventiva de Ciudadano Kane, aunque no nos asombren en sentido. técnico, nos siguen dejando perplejos por su perfección. La película continúa siendo insuperable, y aunque casi todo se haya dicho sobre ella, hay todavía aspectos poco conocidos de su gestación que arrojan mucha luz sobre su alcance posterior. Reproducimos a continuación un singular testimonio de cómo se gestó Ciudadano Kane: el de Gregg Toland, uno de los príncipes del arte de la fotografía, que fue operador jefe del filme. Cuenta Toland en un artículo escrito en 1941 en la revista Theater Arts: "Las relaciones entre el fotógrafo y el director deben ser en el cine de total cooperación. El director de escena tiene sus propias ideas sobre los ángulos de encuadre, pero, es al fotógrafo a quien corresponde decidir si sus ideas son realizables y, en caso de serlo, cuál será su resultado".
"He tenido la suerte de colaborar con algunos de los más grandes directores, como King Vidor, John Ford, Rouben Mamoulian, Howard Hawks y otros de su talento. Y, por último, con Orson Welles. Todos estuvieron dispuestos a salirse de los caminos trillados del conservadurismo fotográfico, pero Welles, sobre todos ellos".
"Su autoridad y su libertad de acción eran ilimitadas cuando rodamos Ciudadano Kane. Tuve el privilegio de trabajar con un artista dispuesto a volver del revés todos los obstáculos que se presentaban contra la originalidad de los efectos ópticos y las angulacion.es de los encuadres, de tal manera que fotografiar Ciudadano Kane ha sido la aventura profesional más apasionante de mi carrera".
"Hicimos un plan de trabajo extraordinariamente difícil, una complejísima mezcla de arte y de mecánica, en el que se superponían varias plataformas móviles sobre las que instalamos una grúa de tres toneladas, cuyas traslaciones requerían la acción coordinada de nueve maquinistas, que tenían que hacer alardes de precision para sincromzar la acción, el diálogo y las profundidades de campo óptico. Sólo la tenacidad de Welles hizo que esto fuera posible".
"Cada decorado de Ciudadano Kane tenía no sólo paneles de fondo, sino también de techumbre; no era, como los habituales, parcialmente cerrado, sino enteramente. Es ésta una innovación extraordínaria que abre un campo ílimitado al trabajo de la cámara y a las posibilidades de nuevas formas de encuadre y toma de planos".
No hace falta añadir ni un solo comentario, que envilecería la precisión de este formidable testigo y, en parte, autor de un filme genial.
Ciudadano Kane se emite hoy a las 22.30 horas por TVE-2.
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