Internet protesta en EE UU
Apagón de más de 30 sitios contra los proyectos de leyes antipiratería - Las iniciativas legales quieren garantizar la protección de la propiedad intelectual
Más de 30 sitios de Internet estadounidenses expresaron ayer su rechazo a dos leyes antipiratería que estudia el Congreso apagando sus portadas. La enciclopedia Wikipedia lideró la protesta bloqueando todos sus artículos en inglés para los usuarios que accedieran desde Estados Unidos, una medida sin precedentes en el país.
Los proyectos de ley Stop Online Piracy Act (SOPA, por sus siglas en inglés) y Protect Intelectual Property Act (PIPA) pretenden garantizar la protección de la propiedad intelectual del material que circula en la Red. Varias empresas de Internet opuestas a estas medidas apagaron sus páginas web durante 24 horas. Uno de los participantes más destacado fue Google, que no cerró el buscador, pero sí cubrió su logo con un tablón negro y publicó un enlace con el mensaje "Por favor, no censuréis la Red". Mozilla, la empresa creadora de Firefox, también colgó una portada en negro con un mensaje que remitía a una página de información sobre la legislación y posibles medidas de protesta.
Google puso un enlace con un lema contra la censura en la Red
Wikipedia fue una de las webs que no estuvo accesible durante la jornada
Medios especializados como Wired, el portal OReilly o BoingBoing, también ocultaron sus portadas y remitieron a páginas como sopastrike.com, donde se informa de cómo combatir el proyecto. Según la agencia Efe, se estima que unas 10.000 páginas participaron en la protesta en alguna medida. Wired ocultaba textos de la portada que podían leerse si se pulsaba un botón que "anulaba la censura"
En una de sus propuestas más polémicas, los promotores de la ley SOPA plantean el cierre de páginas de Internet que permitan las descargas de contenido protegido por derechos de autor, violando la propiedad intelectual. Si el sitio está albergado en Estados Unidos podría hacerse aunque su dueño residiera en el extranjero. Ampliaría por tanto las competencias de los tribunales norteamericanos, que podrían llevar a la Justicia a dueños de páginas extranjeras que se estén beneficiando económicamente de contenido protegido en EE UU. Según otro de los apartados, los proveedores de Internet tendrían inmunidad en el caso de haber bloqueado el acceso a sitios que después demuestren que no violaron los derechos de autor.
Estas provisiones han sido acusadas de fracturar Internet, censurar la Red, dificultar la innovación en industrias que tradicionalmente se han beneficiado de la libertad de Internet y, finalmente, suponer un intervencionismo gubernamental muy amplio. Los creadores de Google, Yahoo!, LinkedIn y otras compañías lamentan que los proyectos de ley les exijan vigilar los enlaces que recomiendan sus usuarios por si estuvieran infringiendo la ley.
En una carta dirigida al Congreso, 83 ingenieros y creadores de Internet denunciaron que la ley causaría errores y problemas de seguridad. Los detractores alegan además, en defensa de la libertad de expresión, que una ley como SOPA reduciría este derecho al otorgar a empresas privadas demasiado control sobre páginas sospechosas.
Desde su presentación en la Cámara de Representantes, la ley SOPA ha despertado la polémica por cuatro apartados concretos. Las webs apagadas durante este miércoles rechazan que se imponga a los proveedores de Internet ejercer de vigilantes para detectar las páginas que compartan contenido ilegal, que se obligue a los buscadores a suprimir enlaces sospechosos, permita el bloqueo de dominios e impida tratos comerciales con los sitios infractores. Por ejemplo, la contratación de publicidad. Entregaría al Fiscal General norteamericano la autoridad de bloquear dominios de Internet.
En términos prácticos, la ley responsabilizaría a aquellos buscadores, portales y páginas que publiquen enlaces a contenido protegido. Mediante una orden judicial, cualquier productora de cine que descubra que una página ofrece copias ilegales de sus películas, podría obligar a Google a eliminarla de los resultados del buscador. Finalmente, las autoridades podrían entorpecer el uso de herramientas que permiten la navegación anónima y que son usadas por ciudadanos de países sometidos a censura.
El Senado, que tiene pendiente la ley PIPA, podría someterla a voto la semana que viene. El texto cuenta ya con el respaldo de 48 legisladores de ambos partidos, mientras que otros seis se oponen. El Comité Judicial de la Cámara de Representantes que estudia la ley SOPA comunicó que retomará las negociaciones en el mes de febrero a pesar de la división: 32 representantes respaldan el texto y 25 lo rechazan. Ambas leyes cuentan con un amplio respaldo de la industria cinematográfica, la Asociación de la Industria Discográfica y la Cámara de Comercio, que defienden que las medidas actuales son insuficientes para proteger obras de autor.
Dispares reacciones de los políticos
El republicano Marco Rubio se convirtió ayer en el primer senador que retira su apoyo a estas leyes. Ayer por la mañana anunciaba que dejaría de respaldar la ley PIPA, a pesar de que él mismo había impulsado su propuesta. Otro senador republicano, el tejano John Cornyn, pidió a las dos Cámaras que se tomen más tiempo para estudiar los textos antes de someterlos a votación. "Robar contenido es un delito, así de simple, pero las preocupaciones sobre el daño que se pueda causar a Internet y a la innovación en el sector tecnológico exigen un equilibrio mucho más precavido, y eso requiere tiempo", comunicó a través de su página en Facebook.
El legislador tejano Lamar Smith, anunció, por el contrario, que la ley SOPA volverá a debatirse el mes que viene. El fin de semana pasado, y ante la magnitud de las inminentes protestas de sitios como Google y Wikipedia, había retirado la propuesta de ley hasta que un nuevo consenso permitiera seguir adelante. "Seguiremos invitando a representantes de la industria y legisladores para hallar el modo de combatir la piratería en Internet y aprobar una legislación que proteja a los consumidores, empresarios y puestos de trabajo de ladrones extranjeros que roban propiedad intelectual estadounidense", declaró Smith. La Casa Blanca, por su parte, emitió un comunicado el pasado viernes anunciando que no apoyaría ninguna legislación que "reduzca la libertad de expresión, aumente los riesgos contra la seguridad online o perjudique el dinamismo e innovación en Internet".
La página de la Asociación de Internautas de España también en negro publicó un mensaje contra la ley estadounidense cuyos objetivos asocia a la española conocida como ley Sinde. Víctor Domingo, de la citada asociación, ha indicado a Efe que alrededor de un centenar de páginas web españolas se han sumado al apagón, entre ellas Voolive.net, Gurusblog, Barrapunto o el blog de Enrique Dans. El responsable de Voolive.net, Carlos Urioste, explicaba en Twitter que ayer apagó su web "para que nadie la pueda apagar gratuitamente en el futuro". En Twitter, los internautas españoles apoyaban en su mayoría la jornada de protesta.
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