Eartha Kitt, una seductora leyenda de la música y la escena

Una figura legendaria del jazz estadounidense y una de las primeras sex simbols afroamericanas falleció el pasado jueves. Un cáncer de colon se llevó a Eartha Kitt a los 81 años. Su faceta de cantante la compaginó con intervenciones en filmes importantes como La marca del halcón , con Sydney Poitier, y Saint Louis Blues con Nat King Cole. Es una de las pocas artistas que ha sido candidata a la vez a los premios Grammy, Emmy y Tony por sus trabajos musicales y sus intervenciones en teatro y televisión.

Nacida en Carolina del Sur en enero de 1927, era hija de una mujer india y de un padre blanco. Le gustaba definirse en su juventud como una chica sexy. Orson Wells la describió en los primeros años cincuenta como "la mujer más excitante del mundo". Eartha Kitt recientemente se había reivindicado como la "original material girl", en alusión a la popular canción de Madonna y a los sonados romances que mantuvo con famosos y millonarios, entre los que hay que incluir al propio Wells y al magnate de los cosméticos Charles Revson. Atrás quedaba su infancia difícil -cuando era niña trabajó en una plantación de algodón- y su adolescencia en Nueva York, donde a veces tenía que dormir en estaciones de metro y edificios abandonados.

Su vida cambió al animarla un amigo a que se presentase para una prueba en la compañía de danza de Katherine Dunham. Antes cumplir los veinte años actuó en multitud de países como cantante y bailarina en el grupo de Dunham. Uno de sus lugares favoritos era París: sus felinas versiones de temas como C'est si bon y Love for sale desataban pasiones entre los clientes de cabarets de la capital francesa. Este fue quizás su refugio favorito cuando dejó Estados Unidos después de un accidentado almuerzo en la Casa Blanca. Corría el año 1968 y la esposa del presidente Johnson le preguntó su opinión sobre la guerra de Vietnam. "Están enviando a la muerte a lo mejor de este país", fue la contundente respuesta de Eartha, que vio seriamente afectada su carrera. Permaneció casi una década en Europa y en 1978 volvió a pisar la Casa Blanca invitada por Jimmy Carter. Su trayectoria discográfica comenzó en 1953 con RCA Victor Presents Eartha Kitt y su mayor éxito en las listas de ventas -Where is may man- no llegó hasta 1984. Ese mismo año realizó una gira por Suráfrica que le reportó muchas críticas. Una vez más sacó a relucir su fuerte carácter y explicó que con sus actuaciones en el país pretendía integrar audiencias de distinto signo y ayudar a la construcción de escuelas para niños negros.

Aunque las ventas de sus discos, entre los que no alcanzaron cifras multimillonarias. Su fuerza en las actuaciones en directo ha hecho escuela. Los críticos consideran que estrellas como Diana Ross y las Supremes, Janet Jackson y la propia Madonna, que recreó en 1987 Santa Baby, el hit navideño de Eartha, tomaron buena nota de su estilo.