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Reportaje:

Querido ciberdiario

Los niños gallegos, incluidos los del rural, entran en el mundo de los 'blogs'

Hace tiempo que los creadores de la inmensa mayoría de los contenidos de Internet ya no son los denominados webmasters. Y el internauta como adicto a la informática con pocas habilidades sociales es ya una caricatura. Los blogs, las páginas personales extremadamente sencillas de crear y de mantener, han democratizado definitivamente Internet, consolidándolo como medio de comunicación multidireccional. Incluso en Galicia, una de las comunidades con menor índice de conexiones, el posible Eslogan "desde los 8 a los 95 años" es rigurosamente exacto.

De hecho, la página que hacen a medias la abuela de Muxía Maria Amelia López y su nieto, es un fenómeno que acumula 168.000 visitas desde que surgió a finales del pasado diciembre. Pero es el otro extremo de la pirámide de edad el que se está moviendo de forma más activa y espontánea. Paula García Rivero tiene ocho años y, desde enero, cuenta lo que le pasa en pauladeboiro.blogspot.com (3000 visitas hasta la fecha). Las excursiones, la clase de pandereta o los dibujos que hacen sus amigas. "Siempre me andaba insistiendo para que le hiciese un blog, y me dejaba comentarios en el mío, así que al final se lo hice", asegura su padre, Blas García. "Está mosqueado porque yo tengo más visitas", le pincha Paula. Lo que le resultó más difícil fue incluir fotos y videos, pero lo hace todo sola. Y no es que acampe delante de la pantalla. "Al contrario, prefiere salir a la calle y patinar", comenta Eva, su madre.

También le tienen racionado el ordenador a André Outumuro, un chaval de 12 años que vive en una aldea de Celanova, Rabal. André tiene 12 años y tuvo que insistirle a su padre, profesor de informática, para que le dejara tener una página. "Me resistía, le decía que si tienes un blog tienes que ser responsable, que es un compromiso mantenerlo. Él se registró y lo tunea a su modo", comenta Xullo Outumuro, que también vigila que el niño no se prodigue demasiado en blogs sesudos. Lo que más le gusta a André es que la gente lea sus posts (de momento lleva un millar de lectores). "No escribo muchos. No es por pereza, es que no tengo tiempo. También toco el saxofón en la banda de Celanova, en la de los mayores", dice.

En cierta forma, los blog han suplantado a los diarios secretos como medio de expresión, y desde luego han sustituido por completo a los clubs de fans infantiles como ámbito de relación, sobre todo en pequeños núcleos. Paula, por ejemplo, sabe de otro niño de Boiro, Adrián Casais, que tiene ciberdiario, pero no lo conoce personalmente a pesar de que va a un colegio al lado del suyo. También recibe peticiones de ayuda: "Paula, soy Antón. Ya te mandé un comentario en el que decía que me llamases y me dicises como se hace un blog. Es que yo, ni nadie de mi familia sabe y todavía no me respondiste".

André visita una página escolar, colectiva y multilingüe y un blog de dos niños de 10 años de Arzúa. "Lo que más me llama la atención es que muchos de estos blogueiros proceden del rural, donde las condiciones de acceso a Internet no son buenas. Otro aspecto positivo es que asumen el carácter multimodal - texto, imágenes y sonidos - y plurilingüe de la lectura", analiza Manuel Bragado, director de Edicións Xerais.

Paula y André aseguran que mantendrán tiempo su web. David Fontán también empezó a los 12 años: "Soy David. ¡No sabes cómo te agradezco que entrases en mi blog! Soy de A Coruña y tengo 12 años, ni uno más ni uno menos. Juego al balonmano y al fútbol cuando no tienen gente", decía su primer post, en enero de 2005. "Mejoró mi forma de contar las cosas, de hablar con los otros blogueros... Perdí el miedo que tenía cuando comencé. Lo mejor son las experiencias con gente que no podrías conocer de otra forma, la impresionante difusión que tienen los blogs", considera ahora. Una difusión que no considera limitada por el hecho de escribirlo en gallego. "No me lo planteé nunca, de tener un blog, lo tendré en mi idioma, digo yo...".

Porque todas las páginas citadas están en gallego (excepto la de la abuela de Muxía). Quizás porque en Internet la presión social es prácticamente nula. Para Martín Pawley que además de un conocido blogger es profesor y experto en literatura infantil, éste es uno de los aspectos más positivos de Internet: "Que haya un creciente número de páginas en gallego es importante y muy saludable además para combatir el tradicional victimismo llorón. Y por su carácter interactivo, parece claro que las bitácoras son una herramienta idónea para compartir y recoger información, además de romper esa idea de que la educación se limita el centro escolar, y que fuera empieza la selva".

Una bitácora bajo el brazo

"Con la tecnología de una PDA Palm, unido vía bluetooth a un móvil Sonyericsson Z600 usando redes GPRS puedo escribir desde el hospital y comunicar al mundo la siguiente información: 'Hoy no hubo nadie en este planeta más feliz que yo".

Esta narración del nacimiento de un niño, O'pedriño, por parte de su padre (www.opaco.org) es uno de los posts legendarios del blogomillo, la red gallega de bitácoras. Un clásico que aúna la querencia por las últimas tecnologías (y por su divulgación) con algo tan antiguo como describir el crecimiento de un hijo.

Opaco no es el único. Otro clásico es O blog dos pelachos (oblogdospelachos.blogaliza.org) una página sobre las andanzas de dos hermanos, de seis años (él) y tres (ella), además de sus primos J. de cuatro y P. de dos. "Entre los cuatro hacen una rosa de los vientos porque son todos muy diferentes·, asegura Tati Mancebo, la madre, una empresaria de gestión cultural que decidió que el blog era la manera más rápida de compartir un trozo de sus vidas con los amigos que tenían lejos.

"Además descubrí que ese momento de la noche, cuando ellos ya están durmiendo, se me hacía cada vez más placentero, que gozaba mucho escribiendo y pensando en que algún día lo podrán leer ellos", confiesa Mancebo De momento, el pelacho mayor ya tiene un blog.

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