Muere en un fuego de Laza un piloto que sobrevivió al accidente de su avioneta

A Íñigo Zubiaga Padadogorriaga, un piloto vasco de 54 años, le dio tiempo de avisar por radio a sus compañeros de que algo fallaba en la avioneta con la que sobrevolaba la Serrra da Meda entre Laza y Verín donde ayudaba a sofocar un colosal incendio, visible a 30 kilómetros de distancia, junto al resto del operativo de la Xunta. Poco después el aparato que tripulaba se desplomó sobre una zona verde que no estaba ardiendo. Según el relato de sus compañeros brigadistas, fue capaz de salir de la avioneta siniestrada, pero falleció, por razones que se desconocen, a pocos cientos de metros del aparato.

Los integrantes del dispositivo, que vieron cómo la aeronave realizaba una maniobra extraña antes de precipitarse contra el suelo sobre las cinco de la tarde trazaron entonces un operativo de búsqueda. Bomberos de Verín pertrechados con bombonas de oxígeno para poder respirar entre la humareda pronto comprobaron que el piloto no estaba dentro de la nave. Sobre las 19.00 horas, el cuerpo fue encontrado en una zona escaparda de muy difícil acceso, a 150 metros de los restos del siniestro según la información de Medio Rural, a 400 según otros testigos. A las 21.30 horas operarios de las cuadrillas bajaron el féretro de un todoterreno desde la cima y lo entregaron a la funeraria que trasladó el cuerpo al Complejo Hospitalario de Ourense. Sobre las once de la noche compareció en el lugar del accidente el conselleiro de Medio Rural, Samuel Juárez, quien anunció una investigación para aclarar las "versiones contradictorias" que su departamento ha recibido sobre el sinestro.

Juárez compareció con un fondo repleto de llamas y corroboró que su consellería decretó el máximo nivel de alerta en ese fuego, que fue solo uno de los muchos que se desataron el fin de semana en la provincia de Ourense que sufrió temperaturas superiores a los 30 grados. Según cálculos de Medio Rural diferentes fuegos en Cualedro, , A Mezquita, A Pobra de Trives, Vilariño de Conso, Castrelo do Val, Laza y Chandrexa de Queixa calcinaron 400 hectáreas.

La virulencia de las llamas en Monterrei y en Viana do Bolo que al cierre de esta edición estaban lejos de remitir obligaron a la Xunta a pedir la colaboración de la Unidad Militar de Emergencias del Ejército que hoy desplegará sus efectivos por los montes de la provincia orensana , como ya tuvo que hacer este verano.