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El proyecto de Calatrava "excedía" todas las previsiones del contrato

Rambla dice, tras la denuncia de Esquerra Unida, que el Consell no acepta ahora sobrecostes en el Centro de Convenciones de Castellón

El director técnico de la Sociedad Proyectos Temáticos de la Comunidad Valenciana, Javier de Diego, le explicaba al entonces director general de la empresa pública de la Generalitat, Eusebio Monzó, el 5 de noviembre de 2008 en una carta interna, las negociaciones mantenidas sin éxito con el estudio del arquitecto Santiago Calatrava y el Ayuntamiento de Castellón para hacer que el proyecto básico del Centro de Convenciones de la capital de La Plana respondiera "a unas dimensiones y usos ajustados al presupuesto aprobado de 60 millones de euros" y que recogía el contrato original.

La diputada de Esquerra Unida Marina Albiol reveló el martes ese contrato para denunciar el pago de 2,7 millones al arquitecto por un proyecto que lo incumplía. La diputada se basaba en su denuncia, que trasladará a la fiscalía, precisamente en documentos como la carta interna del director técnico de la sociedad Proyectos Temáticos, en la que citaba una reunión con el equipo del arquitecto el 12 de mayo de 2008 y se quejaba: "Dos semanas después Santiago Calatrava presentó en Castellón la maqueta y expuso públicamente un proyecto grandioso que excedía todos los números citados anteriormente en cualquier declaración de intenciones o en cualquier listado de necesidades".

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Pese a los incumplimientos, el Consell pagó a Calatrava su porcentaje. El vicepresidente Vicente Rambla dio marcha atrás ayer y dijo que la Generalitat no acepta los sobrecostes.Rambla aseguró en Castellón que la pretensión del Gobierno que preside Francisco Camps es que Calatrava se ciña al encargo inicial para el Centro de Convenciones de Castellón y no suponga sobrecoste alguno. Con ello, el vicepresidente primero desmintió al vicepresidente segundo, el consejero de Economía, Gerardo Camps, que el pasado julio asumió en las Cortes el modificado del proyecto inicial después de que la Sindicatura de Comptes constatara que de los 60 millones de euros del contrato original se había pasado a 100 millones de euros.

"Ahora se está ajustando y definiendo el proyecto para dejarlo justo en lo que fue el compromiso inicial y llevar a cabo la obra", señaló Rambla. Sin embargo, como denunció Marina Albiol, -que comparó el asunto con el caso Palma Arena, en el que están imputados el expresidente balear, Jaume Matas, y el propio Calatrava-, la Generalitat pagó a Calatrava sus honorarios correspondientes a la redacción del masterplan, el anteproyecto y el proyecto básico, un 4,5% del coste total, en ese momento 2,7 millones de pesetas (el contrato prevé que Calatrava cobre más en proporción a los sobrecostes), pese a que la Sociedad Proyectos Temáticos manifestaba su desacuerdo con el trabajo del arquitecto porque había incumplido las condiciones del encargo. Por otra parte, "llevar a cabo la obra" es, de momento, imposible porque el plan urbanístico en el que se incluía el Centro de Convenciones fue anulado por el Tribunal Superior de Justicia.

La propia Sociedad Proyectos Temáticos emitió ayer un comunicado a través del servicio de prensa de la Generalitat en el que negaba "rotundamente haber realizado ningún pago indebido al arquitecto Santiago Calatrava" y desmentía algo que la diputada de Esquerra Unida no había afirmado: que Calatrava no hubiera entregado el masterplan, el anteproyecto y el proyecto básico. Lo que denuncia Esquerra Unida, y apoya en documentos que Albiol fotografió cuando se los dejaron consultar, son las condiciones "leoninas" del contrato y que la Generalitat haya pagado los diseños de proyectos no realizados que, como el del Centro de Convenciones, ya presentan sobrecostes antes de ejecutarse.

Entre los documentos que fotografió Marina Albiol están la carta interna del director técnico de la Sociedad Proyectos Temáticos a su director general en noviembre de 2008, ya mencionada, y un informe técnico sobre el proyecto básico presentado por Calatrava de ese mismo mes. "No entendemos los criterios que hacen que ahora uno de los tres edificios cueste un 50% más que lo que antes se estimaba costase el conjunto de los tres", se reflejaba en el informe, en alusión al complejo del Centro de Convenciones. El informe rechazaba que casi se multiplicara por cuatro la superficie inicialmente prevista, que Calatrava pretendiera ocupar una parcela de suelo no urbanizable que obligaba a modificar el Plan General de Ordenación Urbana de Castellón; que se estructurara el proyecto en tres fases, la primera de las cuales ascendía a 89,9 millones (sin IVA), cantidad muy superior al "presupuesto orientativo de licitación" para todo el complejo, fijado en 60 millones; y que se plantearan en el proyecto básico dos versiones. "No recordamos haber solicitado una segunda versión, y mucho menos al alza", señalaba el informe.

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