Joyeros con alma de lutier

Crean piezas únicas. Diseñan joyas de colección o modelos para galerías. Estudian la única titulación superior pública de Joyería Contemporánea del Estado. Son una veintena de alumnos y otros tantos ex alumnos de la Escuela de Arte Superior de Diseño (EASD), que celebran 10 años de este ciclo de estudios que apuesta por "la joyería de autor". Así lo explica Kepa Karmona, licenciado en Bellas Artes y joyero que, junto a Carlos Pastor y Heidi Schechinger, joyera formada en Alemania, dieron cuerpo a una apuesta que, con el tiempo, se ha demostrado de éxito.

"La EASD se ha hecho un nombre en este campo. Ahora tenemos escuelas de Europa interesadas en hacer convenios para intercambiar Erasmus", añade Antonio Sánchez, el actual jefe del departamento, mientras ultima los exhibidores de la muestra que celebra la primera década de creatividad.

La EADS se ha hecho nombre entre las escuelas europeas

Los estudiantes son creadores de su propia marca, de su empresa

Una pieza "punzante", sobre el dolor y la violencia de género, del proyecto final de carrera de Laura Moreno, confirma que la reflexión conceptual es lo más "arriesgado" del curso. "Hay una diferencia entre las piezas más comerciales y los proyectos final de carrera", apunta Sánchez. "Los proyectos son lo más comprometido. Se trabaja a fondo sobre un concepto".

Y la escuela premia el riesgo. "Utilizamos materiales de síntesis, como el ready made del Art Pop, mezclados con oro, plata y acero, intentando un equilibrio entre lo original y la vuelta a la astillera, el tradicional triángulo pegado a la mesa del joyero", describe Karmona, al pasar junto a producción de broches de Eva Cabedo. Una colección que denominada 40 (coincidiendo con el cumpleaños de la autora), inspirada en cinco antiguas amigas de colegio, fotografiadas en un pupitre delante del mapa, en la típica estampa de los cincuenta.

Entre el riesgo y la fusión cultural aparece una singular representación de Alicia en el País de las Maravillas, labrada en hilo de plata en solo 165 palabras, de Ester Ibáñez. En su homenaje literario, Ibáñez borda sobre plata uno de sus capítulos preferidos: Flores Vivas.

La joyería de antes se aprendía en los talleres trabajando como aprendiz durante años. "Aquí promocionamos creatividad. Y, a partir de ese trabajo y estudio, consiguen generar sus propias oportunidades de autoempleo", añade Karmona. "Son creadores de su propia marca, de su empresa".

Este es el impulso que ha unido a cinco compañeros de clase, prodecentes cada uno de diferentes disciplinas. "Desde el diseño de Moda a las Bellas Artes y la Joyería", explica Rodrigo Acosta, de Argentina, que junto a la alemana Angela B. Pöhlmann, la vasca Janire Román y los valencianos Elvira H. Mateu y Edu Tarín, han creado el grupo Viruthiers. "Una joyería que va más allá del adorno, que busca en los límites del cuerpo". Joyería con alma de lutier.