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Benicàssim hierve con el FIB

Miles de jóvenes de toda Europa invaden la localidad durante el festival

Las zonas de sombra eran a mediodía de ayer lo más cotizado en las playas de Benicàssim. Miles de jóvenes asistentes al Festival Internacional de Benicàssim (FIB) salían por la mañana de forma escalonada del recinto de conciertos y de las zonas de acampada del certamen, en las que desde primeras horas el calor apretaba de lo lindo. Dormir en una tienda de campaña en esas condiciones se convertía en empresa imposible. Había que huir.

Y las playas eran el destino preferido por la mayoría, previo paso por el pueblo para sacar dinero de los cajeros automáticos y proveerse de vituallas en los comercios. Las colas para obtener euros y comprar bebidas y comestibles -también gorros y sombrillas- eran notables.

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Una vez en la playa, solo había dos opciones: meterse a remojo en el agua o tumbarse en busca de un sueño reparador para recuperarse de una larga noche de música y alcohol. Pero para esto último era imprescindible encontrar una sombra, dadas las altas temperaturas que se registraban a esas horas, con una elevada humedad que proporcionaba una sensación térmica próxima a los 40 grados.

"Mucho calor, mucha fiesta", resumía una joven fiber británica que, con sus amigas, había encontrado una sombra en la que tumbarse en la playa de Voramar. Los árboles se convertían en preciados tesoros. Incluso había quienes se tumbaban en los túneles que, bajo el paseo marítimo, dejan salida a los barrancos.

Aunque este año ha venido al FIB menos gente que en ediciones anteriores -la mayoría, como siempre, británicos- los vecinos de Benicàssim asisten de nuevo encantados a esta invasión pacífica que cada año deja mucho dinero en la localidad. El festival termina hoy y se estima que en total habrán pasado por aquí cerca de 150.000 personas. Menos que el año pasado, pero con parecido entusiasmo y con la misma disposición cívica que caracteriza al público del FIB. Un maná para Benicàssim.

Dos jóvenes <i>fibers, </i><b>ayer, en una de las playas de Benicàssim.</b>
Dos jóvenes fibers, ayer, en una de las playas de Benicàssim.ÀNGEL SÁNCHEZ.

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