Barberá construirá un millar de nichos sobre una fosa de represaliados republicanos
Las víctimas fueron enterradas durante los dos primeros años de la posguerra
El Ayuntamiento de Valencia tiene previsto construir 1.030 nichos en el Cementerio General, justo encima de una fosa común donde yacen los cuerpos de republicanos represaliados por el franquismo. Según Amparo Salvador, presidenta del Fòrum per la Memoria del País Valencià, los cadáveres fueron enterrados durante los dos primeros años de la posguerra. Salvador cree que existen indicios suficientes para afirmar que se trata de personas que fueron ejecutadas. La corporación municipal tomó la decisión de construir los nichos hace medio año.
En el libro de registro se utilizan eufemismos para ocultar las causas reales de muerte
El proyecto se aprobó en una Junta de Gobierno hace unos seis meses
"Pretenden destruir pruebas y eso es atentar contra los derechos humanos porque los familiares de las víctimas no podrán saber donde están enterrados sus muertos y no tendrán la posibilidad de ir a llorarlos", afirma Amparo Salvador, para quien la materialización del proyecto podría acabar por sepultar de nuevo la verdad y en consecuencia, la investigación que ella y otros dos compañeros llevan a cabo.
El Fòrum per la Memòria del País Valencià intenta conocer el número y la identidad de los represaliados republicanos que fueron enterrados en este cementerio entre 1939 y 1945. Según los estudios de la asociación, esta última fosa contendría los restos de unas 5.000 personas. Sin embargo, historiadores como Vicent Gabarda, que han investigado la cuestión, han contabilizado en 4.434 las víctimas provocadas por la represión franquista entre 1938 y 1956 en todo el territorio valenciano.
El portavoz de Esquerra Unida-L'Entesa en el Ayuntamiento, Antonio Montalbán, asegura que el plan para construir los nichos fue aprobado en una Junta de Gobierno del Ayuntamiento que preside Rita Barberá, del PP, hace aproximadamente 6 meses. El jefe de la sección de cementerios del consistorio municipal, Santiago Alcázar Sáez, confirmó a este periódico la existencia del proyecto, pero no quiso dar detalles del mismo.
De momento, la zona afectada, dos de las cuatro parcelas que conforman la sección séptima del Cementerio General de Valencia, con una superficie que oscila entre los 4.000 y 5.000 metros cuadrados, está rodeada por vallas metálicas y en el suelo se acumulan diversos materiales de construcción.
"¿Por qué ahora, por qué cuando estamos investigando las fosas que se encuentran en el cementerio deciden llevar a cabo esta obra? Hacía años que esta zona no había experimentado ningún cambio y justo cuando nuestro estudio comienza a dar resultados nos encontramos con la sorpresa de que se quiere echar tierra por encima", declaró Amparo Salvador. La representante de FMPV aseguró que, hasta el momento, tiene documentos que prueban la existencia de otras cinco fosas en el recinto funerario, cuatro de las cuales ya han sido tapadas por diversas construcciones.
Salvador afirmó que la semana pasada envió una carta al Ayuntamiento de Valencia pidiendo que se paralizara la construcción de los más de mil nichos en esa zona del cementerio de Valencia.
"Caquexia" (o estado de desnutrición profundo debido a causas diversas), "hematocefalia" (o hemorragia seguramente causada por un golpe en la cabeza), asfixia por suspensión (cuya explicación más probable sería muerte por ahorcamiento) son algunos de los "eufemismos" que, según Salvador, más se repiten en el libro de registro del Cementerio General de Valencia como causas de la muerte de los sepultados.
Se trata de personas que fueron enterradas entre el 1 de abril de 1939 y el 27 de febrero de 1940. "Hay cosas muy sorprendentes e imposibles de creer, como el hecho de que en un solo día fallezcan nueve personas de asistolia" (función cardíaca en fase terminal). También le parece inverosímil ver en la lista un caso aislado de muerto por viruela, cuando se trata de una enfermedad contagiosa. Además, en esa época, según Salvador, incluso en "las cárceles vacunaban a los condenados a muerte contra esta enfermedad". Según la presidenta del Fòrum, muchas de las víctimas que figuran en la relación provenían de la prisión o de algunas parroquias de Valencia.
Sin embargo, y de forma excepcional, en las listas del día 3 y 5 de abril de 1939 "aún podemos encontrar diversas casillas donde está escrita la palabra ejecutado al lado del nombre del asesinado en cuestión o de alguien sin identificar, en cuyo caso aparece como desconocido" resaltó.
El Fòrum tuvo conocimiento de las intenciones del Ayuntamiento el pasado lunes cuando alguien se puso en contacto con la asociación para dar cuenta de lo que estaba sucediendo en ese punto del cementerio. Desde entonces, el FMPV y EU trabajan con el objetivo de conseguir la paralización del plan municipal.
Sin placa pero con flores
"El Ayuntamiento no nos dejó colocar ni una triste placa", aseguró Amparo Salvador el pasado 3 de marzo, cuando se celebró el primer homenaje dedicado a los represaliados republicanos que fueron asesinados y posteriormente enterrados en el Cementerio General de Valencia.
Un homenaje que se realizó en el lugar exacto donde se localizó la primera fosa ubicada en el recinto fúnebre, donde yacen centenares de republicanos fusilados, la mayoría de ellos en la Rambleta, entre 1939 y 1945.
Para la portavoz de Fòrum per la Memòria, la actitud del Ayuntamiento ha sido muy negativa desde el principio. "Tampoco han querido implicarse en la organización de la conmemoración del 75 aniversario de la II República", aseguró.
Aquel mismo día, Amparo desvelaba la existencia de otra fosa. Aquello no había hecho más que empezar. Actualmente, la presidenta del Fòrum afirma que en este camposanto hay al menos cuatro agujeros del olvido más, cuyas cifras piensa dar a conocer conjuntamente con el portavoz de EU-L'Entesa, Antonio Montalbán.
La responsable del área de cementerios, la concejal María José Puchalt, no ha hecho declaraciones sobre el proyecto de construir 1.030 nuevos nichos desde que el Fòrum comenzó a divulgar sus datos sobre las fosas comunes. Tampoco ha contestado a las llamadas realizadas por este periódico con la intención de conocer la razón que explica esta decisión y los plazos para la ejecución de la obra.
La presidenta del Fòrum per la Memòria asegura que, pese a la falta de apoyo por parte del Ayuntamiento, desde el pasado 3 de marzo "cada vez hay más gente que se acerca al cementerio para dejar algún ramo de flores a los que perecieron defendiendo a la democracia"
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