La cruzada ultraconservadora de Texas contra el aborto comienza en las tres clínicas de la doctora María

Google todavía las muestra como abiertas, pero la realidad es que tres clínicas al noroeste de Houston, Texas, están este miércoles cerradas, un día después de que las autoridades locales arrestaran por primera vez a tres personas por realizar abortos. Se trata de los centros Clínica Waller Latinoamericana, Clínica Latinoamericana Telge y Latinoamericana Medical Clinic, ubicados en las ciudades de Waller, Cypress y Spring, respectivamente. Los tres forman la llamada Red de Clínicas Latinoamericanas, dirigida hasta este martes, según las investigaciones, por la partera María Margarita Rojas, la primera detenida.

Antes de la orden, tanto la de Waller como las otras dos clínicas abrían todos los días de la semana y ofrecían servicios de ultrasonido, vacunas y laboratorio, entre otros. También realizaban los exámenes médicos reglamentarios para los trámites de inmigración. Según su sitio web, la Red vendía una “Membresía Latinoamericana” con un costo anual de 150 dólares. Entre los beneficios ofrecidos se encuentran visitas médicas por 10 dólares y descuentos de un 5% en las pruebas de laboratorio.

El arresto de Rojas, una mujer de 48 años conocida como “la doctora María”, fue dado a conocer en un comunicado de la Oficina del Fiscal General de Texas, Ken Paxton. El documento asegura que estas clínicas también contrataban a personas sin licencia, que se hacían pasar por profesionales autorizados para brindar tratamiento médico.

En un nuevo comunicado emitido este martes, la Oficina del Fiscal General anunció el arresto de dos cubanos como parte de la investigación. El primero de ellos fue identificado como José Manuel Cendan Ley, de 29 años. El documento explica que fue arrestado el 17 de marzo, acusado de realizar un aborto y de ejercer la medicina sin licencia. “Ley realizó procedimientos médicos ilegales como asistente médico en la Clínica Waller Latinoamericana en Waller, Texas, y ayudó a María Margarita Rojas a practicar al menos un aborto ilegal”, afirma. El otro detenido fue reconocido como Rubildo Labanino Matos, de 54 años, quien se encuentra bajo custodia desde el pasado 8 de marzo. Matos es un enfermero practicante graduado en Cuba, pero su licencia se encuentra retenida. Actualmente enfrenta cargos de conspiración para ejercer la medicina sin autorización.

Los tres son los primeros detenidos por las autoridades después de que el Estado de Texas aprobara en un veto casi total a la interrupción del embarazo. “Es increíble que pasen estas cosas tan cerca de aquí. Nosotros estamos en contra del aborto”, destaca el pastor de una iglesia bautista muy cercana al lugar. La principal acusada fue descrita como “una mujer cristiana maravillosa” por una partera llamada Holly Sherman, que asegura ser su amiga desde hace varios años. “Ella es inocente. No me la imagino haciendo algo así”, dijo a la prensa local.

Los registros judiciales, citados por el diario Texas Tribune, aseguran que los implicados intentaron practicar un aborto a una mujer identificada con las siglas E.G. en dos ocasiones distintas. E.G. habría aceptado tomar unas píldoras abortivas que le ofreció la doctora María tras decirle que su embarazo, probablemente, no sería viable. La mujer explicó a las autoridades que ella deseaba ser madre, pero que confió en el que consejo médico tras ser informada “sobre las complicaciones médicas que surgirían si continuaba”.

La denuncia anónima que dio inicio al caso, presentada en enero, también acusaba a Rojas de haber realizado otros dos abortos en septiembre de 2023, a una mujer con tres meses de embarazo identificada como K.P., y otro durante el mismo mes de enero a D.V., con ocho semanas de gestación.

“Quienes maten a bebés no nacidos mediante abortos ilegales en Texas serán procesados con todo el rigor de la ley”, declaró el fiscal general al respecto. “Seguiré luchando para proteger la vida y trabajando para garantizar que cualquier persona culpable de violar las leyes provida de nuestro Estado rinda cuentas”, añadió. La Ley de Protección de la Vida Humana de Texas establece que el aborto es un delito grave de segundo grado, lo cual puede conllevar penas de dos a 20 años de prisión y multas de hasta 10.000 dólares.

La División de Cumplimiento del Programa de Salud del fiscal general solicitó una orden de restricción temporal para cerrar las clínicas de Rojas, con el fin de “prevenir futuras actividades ilegales”. Los cierres ya se han hecho efectivos, pero ninguna de las personas que este miércoles atravesaban el área de Waller sabía mucho al respecto. “Yo solo vi que llegaron policías, pero hasta ahorita no supe por qué”, explicó un trabajador de un taller mecánico ubicado frente a la clínica. “Ahí no entraba mucha gente”, señaló otro. El sitio todavía conserva el cartel de Open en una de las ventanas.