Colin Allred, la esperanza demócrata que busca la caída de Ted Cruz en Texas
Los demócratas creen que tienen posibilidades de ganar en noviembre su primera elección al Senado en 36 años
Los demócratas no pierden la esperanza. Con cada elección presidencial, el partido alberga creencias de que podrá abrir una grieta en Texas, el sólido bastión republicano. La ilusión en este ciclo se llama Colin Allred, un congresista de Dallas y exjugador de la NFL, la liga de fútbol americano. Este busca destronar a Ted Cruz, quizá uno de los conservadores más polémicos en la Cámara Alta y quien no ha perdido una elección desde 2012. Los senadores demócratas en Washington creen que Allred, de 41 años, tiene posibilidades reales de victoria. Este jueves han anunciado una inversión “multimillonaria” para facilitar la caída de Cruz. Los demócratas no ganan una elección al Senado en Texas desde 1988.
“Estamos expandiendo el mapa y pasando a la ofensiva”, aseguró el senador Gary Peters, quien lidera el Comité de Campañas al Senado. Peters dijo en un comunicado que están inyectando 79 millones de dólares en la batalla de Texas para comprar publicidad y contratar a voluntarios que ayuden a pedir el voto sobre el terreno en el gigantesco Estado. Los demócratas apuestan también para que Debbie Murcasell-Powell derrote al multimillonario Rick Scott en Florida, otro Estado republicano. Un par de encuestas publicadas esta semana aseguran que Cruz aventaja en el Estado a Allred por solo tres puntos.
El primero de los anuncios ha salido este jueves. Es un guiño al pasado de Allred en las canchas de fútbol americano. El candidato, congresista desde 2019, aparece sentado en el vestidor preparándose para saltar al campo. Sostiene en sus manos la camiseta con los colores de los extintos Houston Oilers, el emblemático equipo de la NFL que en 1997 se convirtió en los Tennessee Titans, para quien Allred jugó cuatro temporadas como defensivo hasta que una lesión terminó con su carrera. “Trabajo en equipo, rendición de cuentas, sacrificio. Esas palabras me guiaron en las canchas y ahora lo hacen en el servicio público. Ted ni siquiera podría encontrarlas en el diccionario”, dice el aspirante en las redes sociales.
La lucha por Texas promete ser la contienda más cara de este ciclo electoral. Open Secrets, la organización apartidista que sigue las contribuciones a las campañas políticas, la tiene en primer lugar, con 97 millones de dólares recaudados entre Allred y Cruz. El senador republicano, de 53 años, ha admitido que esta es una competencia muy cerrada. En julio, en lo que fue el último día de la Convención Nacional Republicana, Cruz dijo a puertas cerradas a sus compañeros de partido que necesitaba el apoyo por la gran cantidad de dinero que los demócratas están invirtiendo. Sus cálculos estiman que la batalla tendrá un costo alrededor de los 100 y 150 millones de dólares.
Cruz podría parecer arrinconado ante el gran momento de Allred, pero el político ultraconservador es un duro rival. Los supuestos aires de cambio suenan desde 2018. El congresista por El Paso, Beto O’Rourke, entró entonces a la campaña contra quien fue el abogado general de Texas, un político bien conectado con los sectores más tradicionales del Estado y el lobby de las armas. Aquella elección fue una de las más cerradas en la historia reciente de Texas. Cruz se impuso con el 50,9% de los votos frente al 48,3% de su rival demócrata. La diferencia fue de 220.000 votos, con las que Cruz se mantuvo en Washington junto al otro republicano que representa a los texanos, John Cornyn.
A diferencia de O’Rourke, un político alineado a la izquierda, Allred ha hecho una campaña centrista en la que promete escuchar a todas las partes del espectro político. Este fue uno de los flancos de ataque en la primaria demócrata. Sus rivales de partido, en especial el senador local Roland Gutierrez, le reprocharon tenderle la mano a los republicanos en el Congreso, incluyendo el sumarse a una dura condena lanzada por la oposición a la gestión de la frontera de la Administración Biden.
Allred fue uno de los tres demócratas que apoyaron la resolución. Los otros dos fueron los centristas Henry Cuellar y Vicente Gonzalez, representantes de distritos ubicados en los límites con México. Cruz, quien ya perfilaba que Allred sería su rival, la consideró una “maniobra cobarde” realizada después de apoyar una y otra vez medidas legislativas que favorecen a los indocumentados. Un portavoz republicano, Philip Letsou, lo ha llamado este jueves un “radical que cree que es racista hacer más segura la frontera”.
Allred, criado por una madre soltera en la ciudad de Dallas, estudió Derecho. Después de su frustrada trayectoria en el fútbol americano profesional, se decidió por litigar casos de defensa del voto. Trabajó junto al también político texano Julián Castro en el Departamento de Vivienda durante la presidencia de Barack Obama. Su gran momento político llegó en 2018, cuando derrotó al republicano Pete Sessions, quien fue congresista por 22 años. Desde entonces ha sido reelecto en dos ocasiones.
Cruz enfrentará a su rival demócrata el 15 de octubre en el primer debate de la contienda. Aunque la contienda parece cerrarse, el actual senador tiene una gran ventaja a su favor. Donald Trump aparece en la papeleta, lo que le asegura una sólida participación de republicanos en Texas, lo que puede impulsarlo a su tercera victoria. Si pierde, los demócratas tendrán que desempolvar los libros de historia. El último senador de ese partido en Washington fue Bob Krueger, quien fue designado por la gobernadora Ann Richards para llenar un escaño en la Cámara Alta. El último candidato que ganó una elección popular fue Lloyd Bentsen en 1988. Allred estaba por cumplir entonces los cinco años de edad.
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