Henry Cavill: “Reconforta poder decir que eres un ‘gamer’ sin sentir vergüenza”

Conocido por interpretar Superman, el actor británico habla sobre el fenómeno ‘The Witcher’ (Netflix) y anticipa un Geralt más sabio para la segunda temporada, que se estrena el 17

Henry Cavill en una imagen de la segunda temporada de 'The Witcher'. En vídeo, tráiler de los nuevos capítulos.

Allá por su mocedad, según cuenta en una excelente serie documental de un canal de Youtube (No-Clip), Marcin Iwaninski, un polaco al otro lado del telón de acero, se fascinó con una epopeya de fantasía acuñada por un escritor local, Andrzej Sapkowski. El impacto en la mente del chaval fue la de encontrarse a un Tolkien viviendo a la vuelta de la esquina. Y de esa semilla germinó una polémica y extremadamente exitosa compañía...

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Allá por su mocedad, según cuenta en una excelente serie documental de un canal de Youtube (No-Clip), Marcin Iwaninski, un polaco al otro lado del telón de acero, se fascinó con una epopeya de fantasía acuñada por un escritor local, Andrzej Sapkowski. El impacto en la mente del chaval fue la de encontrarse a un Tolkien viviendo a la vuelta de la esquina. Y de esa semilla germinó una polémica y extremadamente exitosa compañía polaca, de la que Iwaninski es fundador, desarrolladora de videojuegos, CD Projekt Red, que convirtió aquella serie de novelas en un fenómeno mundial que acumula más de 50 millones de copias, según reveló la propia empresa. De ahí, a serie de Netflix y a las marquesinas del mundo entero. La plataforma estrena la segunda temporada de uno de los mayores éxitos de su historia el 17 de diciembre.

Henry Cavill, el protagonista de esas marquesinas, luce relajado y encantador, más Superman que Brujo durante la entrevista, realizada por videoconferencia antes del verano. Le fascina, como a todos, el fenómeno, que enarcaría una ceja o provocaría directamente las carcajadas de Hollywood tan solo unas décadas atrás: convertir en fenómeno mundial al Tolkien polaco. Hacer que un libro que pasa a ser videojuego se transforme en uno de los fenómenos del audiovisual del presente.

Una marquesina en Cracovia con el anuncio del cartel de 'The Witcher'.NurPhoto (NurPhoto via Getty Images)

Cavill, sin embargo, es prudente, contrario a esta ola que parece, especialmente en las plataformas streaming, prometer convertir en fenómeno mundial cualquier obra venga de donde venga: “No hay que poner el carro antes de los bueyes. Primero, Sapkowski publicó la novela. Luego vino la película polaca. Y luego los videojuegos, que lo convirtieron en fenómeno mundial pero poco a poco. No fue hasta The Witcher 3 que la cosa explotó”.

Cavill se explaya en teorizar sobre este fenómeno singular, por qué The Witcher y otras no. “Hay obras igual de buenas a montones que no lo consiguen. Y es verdad que la serie lo hizo un fenómeno mundial aún mayor, pero es que los juegos y los libros [más de 15 millones de copias vendidas hasta la fecha] ya habían construido una audiencia enorme. La pregunta que nos hacemos todos es: ¿Cuál fue el catalizador? Pues probablemente se requiere el esfuerzo de grandes artistas, como CD Projekt Red [los creadores del videojuego], dar vida a ese mundo. Su trabajo fue excepcional y el género que eligieron, el sandbox [juegos con enorme extensión de terreno para que el jugador explore con gran libertad] era el perfecto para hacer lo que podríamos llamar una versión libre, inmersiva de los libros”.

Se hace evidente que Henry Cavill es hijo de su tiempo. Su aspecto de Apolo, de estatua helena, esconde a lo que vulgarmente llamamos friki y cuyo significado peyorativo ha sufrido una erosión espectacular en la última década. Cavill se filmó instalando por sí mismo la tarjeta gráfica de su ordenador en un video que roza los tres millones de visualizaciones en Youtube. Bromea sobre él. “No es por presumir pero… Sí, tengo una GeForce RTX 3090 [una de las tarjetas gráficas más potentes y codiciadas del mercado] y es un sueño…” Poco después reflexiona: “La verdad es que reconforta poder decir que eres gamer y no sentir vergüenza por ello. Yo he vivido esta transición de ser aceptado como medio cultural y estoy muy, muy feliz de que ahora sea así”.

Freya Allan y Henry Cavill, en la segunda temporada de 'The Witcher'.Jay Maidment

¿Se piensa cambiar de bando, cambiar píxeles por fotogramas? “Por un lado, es algo que piensas pero, por otro, sería convertir una afición que amo en trabajo.” Lo que tiene claro, y, sorpresa, no solo frente a la cámara, es que hay muchos videojuegos pendientes de adaptación que le resultan muy sugerentes. “Me encantaría ser uno de los que cuentan la historia esta vez. Y sí, hay videojuegos concretos que me apasionaría adaptar. Pero, si me lo permites, me gustaría guardarlos en secreto.” Cavill se sumaría así a la tendencia que ha situado a actores y creadores de primera línea en la adaptación de los videojuegos: el caso más paradigmático, la adaptación de The Last of Us de HBO con el creador de Chernóbil, Craig Mazin, a la cabeza, y un reparto encabezado por el omnipresente Pedro Pascal (The Mandalorian, Narcos).

Y de la segunda temporada, poco puede contar [este periódico pudo ver los dos primeros episodios para realizar la entrevista], pero sí ahonda en el aspecto que más ha trabajado de su archifamoso brujo para su retorno: “He empujado mucho para que Geralt se parezca más al Geralt de los libros. Quería que fuera más intelectual y que representara más el arquetipo del hombre sabio que ha vivido entre 70 y 90 años en esta temporada. No hubo la oportunidad en la primera temporada de profundizar en el tipo de diálogos complejos que Sapkowski plasma en los libros. Por eso tomé la decisión, adrede, de que Geralt hablara menos y observara más. Pero en esta temporada ese aspecto del Geralt literario creo que sale a la luz”.

'The Witcher 3': el trampolín de la saga

'The Witcher 3: Wild Hunt' pone al jugador en la piel del brujo Geralt de Rivia.
RAÚL GONZÁLEZ

La tercera entrega de la saga de juegos de Geralt de Rivia, que pone fin a la trilogía desarrollada por el estudio polaco CD Projekt RED, se convirtió por números en uno de los videojuegos más importantes del siglo. The Witcher 3: Wild Hunt ubica al jugador varios años después de la ficción de Netflix, donde Geralt tendrá que encontrar y salvar a una Ciri adulta y madura —en comparación con la niña de la serie—, perseguida por La Cacería Salvaje, un grupo antiguo de espectros que la tiene en el punto de mira a raíz de una profecía.

Mientras que la caza de bestias y tus labores como brujo son uno de los principales motores del juego, la interacción con los lugareños y las misiones que ha de completar el protagonista, tan completas como la trama principal, dan como resultado un mundo que se siente vivo. Lanzado en 2015, fue durante cinco años el videojuego más galardonado de la historia con 260 premios a mejor juego del año, que otorga la crítica, y que catapultaron al estudio polaco —The Last Of Us Parte II le quitó la corona en 2020, con 261—. Debe parte de su éxito a su narrativa, su logrado apartado visual, lo versátil de su jugabilidad, la toma de decisiones y la inmersión que su mundo enorme ofrece al jugador.

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