Evacuados, ceniza y lava en la ‘isla bonita’: “Aquí la gente se lo toma con calma, excepto los que pueden perder sus casas”
Los municipios de El Paso y Los Llanos registran cientos de desalojados, cortes de carretera y la preocupación de los vecinos. La erupción se originó en Montaña Rajada pasadas las 15.00
Una columna vertical de humo se distingue a distancia de la isla canaria de La Palma. Su escarpada orografía y sus bosques han tenido que ceder paso desde este domingo a un protagonista absoluto: la lava que mana del nuevo volcán que ha entrado en erupción y que amenaza a poblaciones como Jedey o El Paraíso (ambas en el municipio de El Paso). El ruido de la lava retumba a...
Una columna vertical de humo se distingue a distancia de la isla canaria de La Palma. Su escarpada orografía y sus bosques han tenido que ceder paso desde este domingo a un protagonista absoluto: la lava que mana del nuevo volcán que ha entrado en erupción y que amenaza a poblaciones como Jedey o El Paraíso (ambas en el municipio de El Paso). El ruido de la lava retumba a decenas de kilómetros.
El evento ha trastocado la vida de los isleños que residen en la zona sur de la apacible isla bonita, terreno predilecto de amantes del montañismo y el trekking. Sus residentes no cesan de reenviarse vídeos con las últimas imágenes de la colada avanzando y rodeando zonas habitadas. Cientos de vecinos de localidades como la zona turística de Puerto Naos o La Bombilla duermen esta noche en dos campos de fútbol municipales de El Paso y Los Llanos, a las faldas del nuevo volcán cuya colada amenaza a decenas de casas cercanas. Los escolares de estos dos términos municipales también notarán algo distinto: este lunes no tendrán clase.
“Estamos tranquilos, con algo de frío, pero aquí la gente se lo toma con calma, excepto los que pueden perder sus casas”, explica por teléfono Alejandro, empleado en una tienda de alimentación en Los Llanos. Los jugadores del equipo local, el C.D. Mensajero (Segunda B) hablan durante el vuelo de vuelta de Gran Canaria de los posibles efectos negativos sobre el turismo, en voz lo suficientemente alta como para que les escuche el presidente del Gobierno de Canarias, Ángel Víctor Torres, con quien han compartido vuelo.
“La cosa está peligrosa ahí arriba”, asegura un oficial de policía que impide el paso a zonas cercanas al volcán. “Míreme, estoy cubierto de cenizas”. “Es emocionante”, afirma Mónica, profesora en la isla, “pero a la vez es preocupante, porque hay muchas casas amenazadas por la lava”.
El nuevo volcán de la isla canaria de La Palma entró en erupción este domingo a las 15.12, hora local, en Montaña Rajada, en el municipio de El Paso. Un pequeño terremoto precedió, en el barrio de Las Manchas del municipio palmero de El Paso, a una gran explosión a la que le siguió una enorme columna de humo y la expulsión de piroclastos. El magma provocó en origen dos fisuras, dos bocas eruptivas distintas en el monte por las que fluían coladas de lava. Según Involcan (Instituto Volcanológico de Canarias), en solo unas horas, esas dos fisuras se convirtieron en siete.
El nivel de emergencia ha pasado a semáforo rojo en la isla a las 17.00, hora local, y afecta a los municipios de Tazacorte, El Paso, Fuencaliente, Mazo y Los Llanos de Aridane, lo que se traduce en unas 35.000 personas en total. El enjambre sísmico de Cumbre Vieja, iniciado el pasado sábado 11 de septiembre, ha desembocado, en un proceso rápido y enérgico, en un episodio telúrico que se produce medio siglo después del Teneguía, el volcán que hasta hora era el más joven de España en superficie. El nuevo volcán ha surgido en una zona de monte no habitada mientras se evacuaba a la población de movilidad reducida en las localidades cercanas, y provocó pequeños incendios forestales. La Guardia Civil ya ha evacuado a 5.000 personas.