La Comisión Europea ultima una demanda contra AstraZeneca por el retraso en el suministro de vacunas
Bruselas considera que el laboratorio entregará 200 millones de dosis menos de las pactadas por contrato para el primer semestre
Bruselas se prepara para verse cara a cara en los tribunales con AstraZeneca. La Comisión Europea está ultimando una demanda judicial contra el laboratorio anglosueco por los continuos retrasos de esta compañía en las entregas pactadas de dosis de su vacuna contra la covid-19 a los Estados miembros de la Unión Europea (UE). La decisión llega de...
Bruselas se prepara para verse cara a cara en los tribunales con AstraZeneca. La Comisión Europea está ultimando una demanda judicial contra el laboratorio anglosueco por los continuos retrasos de esta compañía en las entregas pactadas de dosis de su vacuna contra la covid-19 a los Estados miembros de la Unión Europea (UE). La decisión llega después de que el Ejecutivo comunitario activara el 19 de marzo un mecanismo amistoso de arbitraje con la compañía, contemplado en el contrato como paso previo a los tribunales, y que no ha dado los frutos deseados.
La Comisión comunicó el miércoles su iniciativa en una reunión en Bruselas con embajadores de los Veintisiete, según ha adelantado este jueves el medio Politico y ha confirmado EL PAÍS a través de fuentes diplomáticas. Los Estados miembros han de decidir ahora si dan su apoyo a la causa judicial, según una fuente comunitaria citada por la agencia Reuters. La mayoría de los países presentes en el encuentro confirmaron su disposición a dar los siguientes pasos judiciales, pero tanto Francia como Alemania expresaron la necesidad de darse un poco más de tiempo, según esta agencia.
“Aún no se ha tomado una decisión”, ha especificado en rueda de prensa Stefan de Keersmaecker, portavoz de Salud de la Comisión, que ha aclarado que la iniciativa de acudir a los tribunales necesita el apoyo de los Veintisiete, al formar parte de la estrategia conjunta de vacunas de la UE, que ha liderado Ejecutivo comunitario en nombre de los Estados miembros. Después de que la Comisión iniciara en marzo el mecanismo amistoso de arbitraje para resolver el conflicto con AstraZeneca, han existido encuentros e intercambio de impresiones con los directivos del laboratorio, ha explicado De Keersmaecker. Pero el problema de los fallos en la distribución, ha añadido, “aún no se ha resuelto”. Esto ha llevado a la Comisión a dar nuevos pasos.
Bruselas, que baraja todas las opciones posibles para asegurar que haya una entrega a tiempo de un número suficiente de dosis, considera que la farmacéutica ha incumplido sus obligaciones contractuales al haber suministrado en el primer trimestre apenas 30 millones de dosis de los 120 millones pactados (90 millones menos); para el segundo trimestre la compañía ha anunciado que podrá distribuir solo 70 millones de dosis de los 180 millones a las que se había comprometido (110 millones menos).
La suma de incumplimientos de AstraZeneca alcanzarían así los 200 millones de dosis en seis meses, con las que se habría podido inmunizar a 100 millones de europeos, ya que se trata de una vacuna de doble pinchazo. Bruselas considera a AstraZeneca la principal responsable del retraso en la estrategia de inmunización europea con respecto a otros países como Estados Unidos o el Reino Unido.
Una demanda judicial contra el laboratorio se ha de sustanciar en los tribunales belgas, según se establece en el contrato. Fuentes jurídicas explican que hubiera sido conveniente que la Comisión tratara de incluir en el acuerdo que toda posible causa fuera tramitada en el Tribunal de Justicia de la UE, en Luxemburgo, más acostumbrado a procesos de esta envergadura, ya que el sistema judicial de Bélgica podría verse desbordado.
Poco a poco va quedando claro que AstraZeneca se va quedando al margen de la estrategia europea de vacunas. La Comisión, que había firmado la compra de 300 millones de dosis y una opción adicional de otros 100 millones, ni siquiera ha activado esta posibilidad de momento y descarta hacerlo, según ha asegurado un portavoz de la Comisión este jueves. Mientras, ha firmado nuevos contratos con Pfizer-BioNTech, convertida en la gran vacuna europea, y Moderna. Entre ambas suman más del 70% de los 135 millones de dosis distribuidas en la UE hasta la fecha; solo Pfizer alcanza los dos tercios. Estas dos vacunas están basadas en la novedosa tecnología de ARN mensajero (una especie de instrucción para fabricar proteínas similares a las de los otros prototipos, pero que no necesita entrar en el núcleo de la célula).
Las vacunas de AstraZeneca y Janssen, en cambio, usan una tecnología similar, basada en virus atenuados (un adenovirus, del tipo que causa los resfriados, con genes del coronavirus para provocar la respuesta inmune). Y, aparte de sucesivos retrasos, las dos han necesitado nuevas investigaciones sobre su seguridad por parte de la Agencia Europea del Medicamento (EMA, por sus siglas en inglés). El regulador ha obligado a ambos laboratorios a incluir una advertencia sobre la trombosis con bajo nivel de plaquetas como un posible efecto adverso muy poco frecuente.
“Tenemos que centrarnos en las tecnologías que han demostrado su eficacia. Las vacunas de ARN mensajero son un claro ejemplo de ello”, aseguró la semana pasada la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, tras anunciar que abría una nueva negociación con Pfizer-BioNTech para adquirir 1.800 millones de dosis hasta 2023, con la vista puesta en su capacidad de adaptación frente a las nuevas variantes.