“Las trombosis detectadas tras la vacuna son raras, no se corresponden con las que se suelen ver en la población general”
David García Azorín, vocal de la Sociedad Española de Neurología, analiza las causas de la retirada de la vacuna de AstraZeneca
La Sociedad Española de Neurología está ayudando al análisis de tres trombos venosos que se han producido tras la vacunación con AstraZeneca en España. David García Azorín (Yecla, Murcia; 33 años), vocal de su junta directiva, analiza la ...
La Sociedad Española de Neurología está ayudando al análisis de tres trombos venosos que se han producido tras la vacunación con AstraZeneca en España. David García Azorín (Yecla, Murcia; 33 años), vocal de su junta directiva, analiza la retirada temporal de este fármaco y explica las peculiaridades de estos casos.
Pregunta. ¿Por qué se ha frenado la vacunación con AstraZeneca?
Respuesta. Normalmente, cuando se empieza a poner un fármaco nuevo se establece un sistema de farmacovigilancia. Cuando se hace un ensayo, aunque puedan participar muchos sujetos, no es toda la población. Hay un grupo de efectos adversos que pueden ser tan raros que no se vean en el ensayo, pero luego se detecte entre la población. En el sistema de farmacovigilancia empezó a haber alertas de casos de trombosis de senos venosos. Como coincidía en el tiempo con la administración de la vacuna se decidió investigarlo, porque es algo que también ocurre entre la población general.
P. ¿Con qué frecuencia ocurre normalmente?
R. La frecuencia habitual es de algo menos de dos casos cada 100.000 habitantes al año. Se ha relacionado con la vacuna por la relación en el tiempo: las personas que lo han sufrido se habían vacunado hacía no mucho tiempo. Lo segundo, la frecuencia de ese efecto adverso ha sido superior a lo que debiera durante el periodo observado.
P. ¿Cuál es el perfil habitual del paciente?
R. La trombosis de senos normalmente se suele ver en gente joven, más frecuente en mujeres en torno a 40 años de edad.
P. ¿Qué peculiaridad hay en los trombos observados tras la vacuna?
R. Las trombosis venosas eran un poco raras, no se correspondían con las que se suelen ver en la población general. Eran inusuales por ser especialmente graves. Normalmente son algo serio, pero en algunos casos eran trombosis masivas que afectaban no solo al cerebro, sino a otros órganos, como el bazo, el hígado, los pulmones, el sistema venoso profundo… Y se ha observado también que en algunos pacientes además de la trombosis tenían las plaquetas muy bajas. Eso es muy extraño entre personas que tienen una trombosis venosa normal y corriente. Lo que se está estudiando ahora es que pueda ser un fenómeno o bien parecido a la coagulación intravascular diseminada o un fenómeno disinmune y que eso sea lo que está provocando que la sangre se trombose en el sistema venoso y que haya una afectación del número de plaquetas tan llamativa.
P. ¿O sea, que afecte al sistema inmunitario?
R. Lo que se cree es que puede ser una respuesta anómala del sistema inmune y eso cause que baje el número de plaquetas.
P. ¿Y por eso es plausible que la vacuna pueda causar estos trombos?
R. Sí. Hasta que esto no se aclare, como es un efecto adverso potencialmente grave, hay que estar bien seguro de que la vacuna se pueda administrar con tranquilidad y con seguridad, porque si no es un riesgo a asumir mayor de lo que se creía. Por eso se ha tomado la decisión de parar, para analizar la situación, estudiar bien los datos y decidir si compensa seguir con el proceso de vacunación en esta vacuna.
P. ¿Suele ser mortal la trombosis cerebral de este tipo?
R. Un 8% de la gente que la padece fallece. Puede provocar también un infarto cerebral venoso, que es un poco distinto del ictus normal y corriente. El venoso te lo produce porque como no desagua la sangre porque está taponado el sistema venoso, hace que aunque llegue sangre con oxígeno, la que está venosa no puede llegar al corazón pues no puede llegar suficiente sangre oxigenada a la zona donde está el trombo y esa zona sufre isquemia.
P. ¿Por qué es más frecuente en mujeres?
R. Parece que es hormonal, porque se ha observado que los estrógenos aumentan el riesgo de trombosis. De hecho, entre los factores de riesgo de una trombosis venosa cerebral están los anticonceptivos o los tratamientos hormonales sustitutivos. Incluso en el embarazo hay un riesgo aumentado.
P. ¿Se cree que estos tratamientos pueden tener alguna interacción con la vacuna?
R. Como no ha habido muchos casos se está analizando. Los detectados en principio eran todos mujeres. Pero alguno de los casos no tenía ningún otro factor de riesgo.
P. Además de los tratamientos mencionados, ¿cuáles son?
R. El cáncer, una persona que tenga una inflamación sistémica grave o una infección muy grave; con el covid se han descrito muchos casos de trombosis en senos venosos. Luego hay enfermedades hematológicas en las que las personas tienen alguna mutación en el sistema de coagulación que les predispone a tener trombosis.
P. ¿Es tratable?
R. Tiene tratamiento, pero es muy importante diagnosticarlo cuanto antes. Por eso se hizo el esfuerzo de divulgar qué síntomas se pueden tener y diferenciarlos de un dolor de cabeza normal y corriente o de otros síntomas y que la gente si ve un caso posible se diagnostique cuanto antes y se pueda poner tratamiento.
P. ¿Cuáles son estos síntomas?
R. El dolor de cabeza que genera una trombosis de senos venosos cerebrales es muy característico: puede tener un inicio súbito, puede localizarse solo a un lado de la cabeza, empeora cuando el paciente está recostado o realiza ejercicio, interrumpe el descanso nocturno y, además de no responder a los tratamientos habituales para el dolor de cabeza, empeora de forma progresiva.