Madrid cierra hoy, abre el martes
Las comunidades se confinan perimetralmente: solo resisten abiertas Extremadura, Galicia y las islas. Mientras, los casos siguen subiendo con un nuevo récord diario, 23.580
Si a principios de semana media España se encaminaba al confinamiento perimetral, este jueves, con la cercanía del puente de Todos los Santos (festivo en seis comunidades) y la incidencia del coronavirus disparada con un nuevo récord de positivos diarios, prácticamente todas las autonomías habían toma...
Si a principios de semana media España se encaminaba al confinamiento perimetral, este jueves, con la cercanía del puente de Todos los Santos (festivo en seis comunidades) y la incidencia del coronavirus disparada con un nuevo récord de positivos diarios, prácticamente todas las autonomías habían tomado ya la decisión de cerrar sus fronteras. Ya solo quedan abiertas a entradas y salidas las islas, Galicia y Extremadura. Salvo esta última, se trata de territorios con una situación epidemiológica mejor que la media. La Comunidad Valenciana fue la última en anunciarlo, este jueves por la tarde. Y luego está Madrid, que una vez más se ha desmarcado del resto y ha propuesto una solución intermedia y que según los expertos va a traer más confusión que efectos contra la pandemia: el cierre perimetral solo durante los dos próximos puentes.
Apenas un día antes del periodo festivo, los 6,5 millones de madrileños no tenían nada claro este jueves por la tarde qué restricciones entrarán en vigor en su comunidad ni cuándo. La presidenta regional, Isabel Díaz Ayuso, insistía desde el miércoles, cuando rompió el acuerdo con Castilla-La Mancha y Castilla y León para anunciar el cierre conjunto, en confinar únicamente este fin de semana y el siguiente, puente también al celebrarse el lunes La Almudena, festividad en Madrid capital. Es decir, Madrid proponía cerrar tres días, abrir cinco y volver a cerrar tres. Y ello pese a que el decreto del estado de alarma establece claramente un mínimo de siete días.
La confusión reinó durante todo el día. Madrid insistía en que su interpretación del decreto le permitía dividir los siete días en dos periodos, mientras fuentes de Moncloa informaban a los medios de que no se puede confinar por días por ser “técnicamente imposible”. Las medidas tienen que durar siete días como mínimo. Carmen Calvo, vicepresidenta primera del Gobierno, dijo que la cláusula no se iba a modificar y acusó a Ayuso de actuar “de forma calculada para crear confusión”. A última hora de la tarde una llamada entre el ministro de Sanidad, Salvador Illa, y el consejero de Sanidad madrileño, Enrique Ruiz Escudero, acabó con un supuesto permiso del Gobierno para que Madrid aplique su cierre intermitente. Ayuso se había salido con la suya, de momento. En un confuso comunicado emitido a las ocho de la tarde, Sanidad retrasaba la discusión sobre la temporalidad de las medidas a siete días a la próxima reunión del Consejo Interterritorial, el miércoles que viene. Mientras tanto, y salvo que Sanidad tome alguna otra decisión antes de esa fecha, Ayuso permitirá que el martes, primer laborable, se pueda volver a entrar y salir de la Comunidad de Madrid.
¿Tiene sentido cerrar solo tres días? ¿Por qué entonces se impuso un mínimo de siete? Fernando Simón, director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES), respondió así este jueves: “Un confinamiento de pocos días también tiene un efecto. No el que querríamos, pero alguno tiene”. Expertos como Daniel López Acuña, exdirector de Emergencias de la Organización Mundial de la Salud (OMS), son algo más contundentes: “Desde un punto de vista epidemiológico no tiene ningún sentido hacer un confinamiento perimetral de tres días, volver a abrir, volver a cerrar… Rompe por completo la noción de lo que es la estrategia de salud pública del cierre perimetral”. El epidemiólogo añade que esta medida trata de reducir la probabilidad de interacciones de personas, la irradiación de casos y la importación de casos. “Y hacer esto por tres días es una medida parcial. Es la misma tontería que se ha cometido con los cierres en ciertas zonas básicas de Madrid y no en otras”, añade. “Lo que está detrás de todo esto, más allá de la voluntad de incordiar políticamente, es una notable falta de conocimiento epidemiológico”.
Pedro Gullón, de la Sociedad Española de Epidemiología, cree que en la situación actual, de transmisión tan alta, un cierre perimetral de tres días “genera más confusión que otra cosa”. Pero concede, como Simón, que algún beneficio puede tener: “Tiene más efectividad durante puentes y fines de semana porque es cuando se producen más desplazamientos no esenciales, pero desde luego genera bastante caos que se haga de forma intermitente. Tiene poco sentido. En la situación actual, los cierres perimetrales deberían mantenerse durante más tiempo porque la situación no va a cambiar y la posibilidad de transmisión sigue estando ahí”.
“Es un error”, opina López Acuña sobre el permiso de Sanidad al cierre intermitente de Ayuso. “No se puede estar contemporizando con decisiones que no están sustentadas epidemiológicamente. Una autoridad sanitaria no debería permitirlo”.
Los habitantes de Madrid, y quienes tenían pensado viajar a la comunidad, seguían a última hora de la tarde con la incertidumbre. Sabían cuál era la intención de la presidenta madrileña, pero no a partir de cuándo se harían efectivas las restricciones. Cerca de las nueve de la noche, la Comunidad de Madrid envió un comunicado en el que anunciaba que el cierre se decretaría tres horas después, a la medianoche, coincidiendo con su publicación en el boletín oficial de la comunidad. La región, por tanto, queda confinada entre las 0.00 del viernes y las 0.00 del martes 3 de noviembre. Y aunque Sanidad emplazó a las comunidades a reunirse el miércoles para tratar el cierre por días, el Gobierno regional ya ha fijado los horarios del siguiente puente: de las 0.00 del viernes 6 a las 0.00 del martes 10. Fuentes del Gobierno regional aseguraron que el ministro veía bien cerrar Madrid por días si suman los siete que pide el decreto. “Es igual que lo ha hecho Ceuta”, dijeron desde el entorno de la presidenta. Ceuta ha decidido cerrar la ciudad autónoma los fines de semana, tras constatar que es cuando se produce la mayor movilidad.
10 días más para ver el efecto del toque de queda
El toque de queda, o la prohibición de salir a la calle en horario nocturno, cumplió ayer su cuarto día de vigencia. Todas las comunidades, salvo Canarias, aplican esta restricción a la movilidad de los ciudadanos, aunque con distinto horario: unas empiezan a las 23 horas y otras a las 0.00. Los efectos de esta medida aún tardarán unos días en notarse, señala el epidemiólogo Daniel López Acuña. “Igual que ocurre con el confinamiento total o cualquier otra medida, hay un decalaje de 10 a 14 días para observar un efecto neto, por el periodo de incubación de la enfermedad. Hay que recordar que cuando se hizo el confinamiento total en marzo pasaron 15 días hasta ver la caída de la incidencia, la reducción en la transmisión”, explica.
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