Isabel Celaá: “El alumno repetirá solo si eso le va a hacer mejorar”

Toda la comunidad educativa estaba este miércoles pendiente del anuncio de la ministra de Educación y Formación Profesional, Isabel Celaá (Bilbao, 70 años), que tras un mes del cierre de los centros educativos, detalló las medidas acordadas con las autonomías para cerrar el curso escolar. La pandemia del ...

Toda la comunidad educativa estaba este miércoles pendiente del anuncio de la ministra de Educación y Formación Profesional, Isabel Celaá (Bilbao, 70 años), que tras un mes del cierre de los centros educativos, detalló las medidas acordadas con las autonomías para cerrar el curso escolar. La pandemia del coronavirus ha llevado a 8,2 millones de estudiantes de enseñanzas no universitarias a continuar las clases desde casa, y la mayor incógnita era conocer si los contenidos aprendidos durante el tercer trimestre serían evaluados. “Lo que más nos importa son las personas; ningún alumno se va a quedar atrás”, aseguró la ministra antes de encender la grabadora para dar comienzo a la entrevista.

Pregunta. Cuando habla de que la regla general va a ser la promoción de curso, ¿quiere decir que los profesores deben intentar aprobar a todos los alumnos?

Respuesta. El curso sigue. Ningún alumno lo va a perder por el coronavirus y todos serán evaluados con justicia, atendiendo a las circunstancias excepcionales que estamos viviendo. Es necesaria una evaluación excepcional porque muchos de los estudiantes están desconectados (el 10%, según datos del ministerio). Por eso hemos pedido a los centros que los identifiquen para así hacer un diagnóstico real del sistema. No hemos consensuado un aprobado general para todos (pasar de curso con un 5) porque eso sería injusto. Queremos propiciar que se mantengan los hábitos de estudio; pero pedimos que los equipos docentes se centren en evaluar las competencias esenciales.

P. ¿Es esta una oportunidad para reducir las altas tasas de repetición en España (la más alta junto a Luxemburgo de la UE)?

R. Sería deseable, pero no es lo que estamos intentando hacer ahora mismo. Es verdad que en España tenemos mayor número de repetidores que en los países de nuestro entorno. Lo que pretendemos es que la promoción de curso (pasar al siguiente curso) sea más elevada que en circunstancias de normalidad. Igualmente, la repetición debe ser inferior porque los alumnos están viviendo situaciones complicadas y muy dolorosas; los hogares se han convertido en aulas virtuales. El acuerdo es que los equipos docentes activen esa medida. La repetición tendrá que ser argumentada, cada alumno recibirá un informe personalizado para conocer cuáles son sus carencias, y si se propone que repita será para beneficio del estudiante. Tendrá que estar acreditado.

P. Han acordado abrir los centros durante el verano. Las autonomías ya han pedido financiación para costear los contratos. ¿Es viable que les llegue?

R. Ahora estamos con la salida del curso. Hemos propuesto activar en julio estancias para los alumnos, con participación de voluntariado, para que además de hacer deporte, puedan trabajar en contenidos. Está pensado sobre todo para los más vulnerables.

P. ¿Se contratará a interinos que no estén trabajando?

R. Es un programa que no está desarrollado. En función de la evolución de la pandemia, lo estudiaremos. La idea es recuperar el llamado plan PROA (cofinanciado por las comunidades y el Gobierno entre 2005 y 2012 para dar apoyo a los alumnos con necesidades y menor rendimiento académico) y reforzarlo, que empiece en julio y luego se extienda a lo largo de todo el próximo curso. Esperamos contar con voluntarios, desde las ONG a personas individuales que quieran dar clase en verano.

P. Los planes de refuerzo suponen necesariamente la contratación de nuevo profesorado.

R. La enseñanza personalizada, que es nuestra apuesta, huye de cifras fijas en las ratios. Puede haber grupos más amplios de alumnos con más de un docente en el aula, que puede estar más tiempo con aquel que tiene más dificultades o con el que es más rápido. Es un concepto que tenemos que revisar, el de las ratios. El trabajo colaborativo de los docentes puede hacer avanzar a un alumno.

P. Muchos colegios no están acondicionados para acoger a niños en verano por las altas temperaturas, ¿Hay algún plan en ese sentido?

R. Buscaremos espacios alternativos.

P. ¿Hay consenso sobre que el tercer trimestre pueda servir para recuperar los dos anteriores en caso de suspenso?

R. Los dos primeros trimestres están claros porque han sido presenciales, pero hay alumnos que no los han podido superar y ahora tienen la oportunidad de recuperarlos. El tercer trimestre tendrá un valor diagnóstico, medirá qué dificultades tiene cada alumno. Nada va a impedir que se les evalúe de múltiples formas, no tiene por qué ser con la prueba tradicional.

P. Todos los acuerdos alcanzados se traducirán en una orden ministerial. ¿Hay alguna comunidad que se oponga?

R. El acuerdo tiene un respaldo mayoritario. Vamos a incorporar las nuevas propuestas presentadas este miércoles y les volveremos a pasar el documento para ver si es unánime o no. El siguiente paso es publicar una orden ministerial que firmará el ministro de Sanidad, por la circunstancia actual del estado de alarma.

P. Algunos países como Alemania han encargado un informe para conocer qué condiciones técnicas y sanitarias se deben dar en caso de reapertura de los centros.

R. No hemos encargado ningún informe. No tenemos especificaciones. Continúa el confinamiento y no se ha iniciado una desaceleración. Nuestro deseo es poder tener un contacto con los estudiantes antes del verano, pero estamos pendientes de la pandemia.

P. ¿Qué plan tiene el ministerio para hacer llegar Internet a todos los hogares? Muchos consideran insuficientes las 20.000 tarjetas SIM que han repartido.

R. Sin duda, es insuficiente, pero no hemos dejado de trabajar desde que se cerraron las aulas. No es fácil resolverlo de la noche a la mañana. Estamos hablando con todas las tecnológicas, pero son muchos los condicionantes, empezando por el stock y por cuestiones económicas.

P. ¿Es realista pensar que si en septiembre continuara el confinamiento un porcentaje mayoritario de los alumnos dispondrá de esos recursos?

R. En España, el problema de la brecha digital enmascara otra brecha, la social. Una tableta se podría resolver con dinero, pero la brecha social es más complicada y no sería realista pensar que se pueda dar solución en dos o tres meses. Se necesitan más medidas económicas, como la renta mínima. Otros países de nuestro entorno también lo están sufriendo.

P. ¿Qué va a pasar con los alumnos de segundo de bachillerato? ¿Hay algún consenso con respecto al temario, se va a reducir de forma homogénea?

R. Tienen la EVAU y pensamos que la pueden hacer de manera presencial entre el 22 de junio y el 10 de julio. No hemos hablado del temario, pero sí de que en el tercer trimestre se deberían abordar las competencias esenciales. Como ha sucedido siempre, son los centros los que deciden cuántos temas dan, nunca ha habido acuerdo entre comunidades y ahora tampoco lo va a haber.

P. Tampoco ha habido consenso sobre si se debe avanzar en el temario en el resto de etapas. ¿Eso no genera grandes diferencias entre comunidades?

R. Las diferencias no son en términos de comunidades, sino de alumnos. El problema aquí se da entre los estudiantes que están conectados y los que no pueden hacerlo. Por eso tenemos que ser justos; no podemos tratar por igual al que está desconectado.

P. ¿Cuál es la recomendación en cuanto a la evaluación para los alumnos desconectados?

R. Repetir solo si eso le va a hacer mejorar. El trabajo que hay que asumir es el de identificarlos y mantener la relación. Los profesores están volcados con eso. Hay que trabar la relación adecuada, que no tiene por qué ser a través de Internet, sino con material impreso, libros de texto...

P. Las familias están angustiadas, ¿qué mensaje les lanza respecto al próximo curso?

R. El curso que viene, si se dan las condiciones sanitarias oportunas, será un año de medidas de refuerzo. Primero, quiero manifestar gran respeto hacia su esfuerzo, por compaginar el teletrabajo, con la educación de sus hijos y el hecho de no poder salir a la calle. Solo podemos tratar de mantener la calma, lo contrario nos resultaría fatal a todos. Necesitamos medidas terapéuticas. Vamos a intentar que los profesores tengan más interacción con los alumnos, que les den más respuestas.

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