Un astronauta contra el esperpento

Parmitano, jefe de la Estación Espacial, entra por videoconferencia en la cumbre sobre el clima para advertir que desde arriba se ve todo más claro

Madrid -
Conexión con el astronauta Luca Parmitano.Andrea Comas

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Ramón María del Valle-Inclán, que tocó tímidamente el cambio climático al escribir sus sonatas (Invierno, Primavera, Otoño y Verano, siendo esta última la del gran sobresalto: el marqués de Bradomín se enamora de la Niña Chole, que tiene relaciones con su propio padre), decía que había tres maneras de ver el mundo/teatro: de rodillas, de tal forma que los personajes son totémicos; de pie, poniéndolos a nuestra altura “como hizo Shakespeare”; y desde un plano superior, de tal manera que los personajes son inferiores y uno puede manejarlos a su gusto, a menudo con humor, desfigurándolos hasta crear el esperpento.

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Luca Parmitano ve la Tierra como Valle veía a Max Estrella, y la diferencia de sus visiones es la misma que hay entre la ciencia y el arte. Si Valle radiografiaba la condición humana en Luces de Bohemia, Parmitano radiografía el estado del planeta desde la Estación Espacial Internacional (EEI). “Lo que puedo decir es que yo he visto en mis fotografías y las de mis compañeros en los últimos seis años auténticos cambios. He visto desiertos avanzar y glaciares derretirse”, dijo hace unos meses cuando regresó del espacio y dio una rueda de prensa. “Espero que nuestras palabras y mirada puedan ser compartidas para alarmar a la gente y advertir de verdad sobre el enemigo número uno hoy: el calentamiento global”, avisó tras advertir a los políticos de que no vale cualquier cosa sino “hacer todo lo posible” para mejorar el planeta o darle la vuelta”

En la cumbre de Madrid aparece por videoconferencia tras regresar en julio a la EEI, desde donde se conecta para conversar con el secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres, y el ministro en funciones de Ciencia, astronauta como él, Pedro Duque. La entrevista impacta: Parmitano, gravedad cero, anima a que el mundo entienda un problema con el aval de pasar más de 200 días en el espacio. “No hay que pensar en el ahora”, dice en inglés. “Solo somos capaces de ver lo que está sucediendo hoy y mañana: es una visión muy ajustada. Necesitamos saltar el obstáculo y convertirlo en un paso revolucionario. Necesitamos entender que hay cosas que debemos sacrificar hoy para ser mejores mañana (transporte más limpio, aire más limpio). Todo esto es posible a través de la tecnología, y se puede demostrar”. “Nosotros”, dice, “somos humanos y vamos a morir, pero tenemos que pensar más allá”.

Parmitano es una estrella (una celebridad, es obligado aclararlo en su contexto). Lleva meses al mando de la EEI, hace conexiones con escolares y en agosto se convirtió en el primer DJ que hace una sesión fuera del planeta Tierra. Fue para un club en Ibiza: les pinchó 10 minutos de temazos mientras flotaba en la EEI para delirio de clubbers, que aspiran a lo mismo en la pista, si bien con ayudas. “Un pequeño paso para un DJ, un gran paso para la Humanidad”, escribió el club organizador en su perfil de Facebook. Ahora el ambiente no es el mismo —ni Guterres ni Duque tienen pinta de ponerse a bailar—, pero eso no quiere decir que haya tono luctuoso: si el mundo se acaba no será hoy, y en cualquier caso, si es hoy, tenemos a alguien fuera que pincha muy bien.

Parmitano es didáctico. “Dos cosas que realmente se unen pueden generar un momento de confianza: es el gran sueño, queremos entender nuestro universo y la única forma de hacerlo es que todos se unan a pesar de nuestras diferencias. El enemigo es el cambio climático: necesitamos que alguien entienda que la única forma es la cooperación”. Duque le advierte de que la ovación que estalla en la sala (la Room Baker) es por él. Le despide pidiéndole que aproveche las vistas. Que ha sido bonito verlo tan bien allá arriba. Parmitano, astronauta nada esperpéntico, no nos habla desde una posición superior sino algo mejor: mirando a la Tierra a su altura, como si Shakespeare entendiese tan bien el planeta como a los seres humanos.

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