UNA NUEVA ENFERMEDAD

Un estudio revela que el virus de la neumonía asiática muta menos de lo previsto

La estabilidad del organismo favorecerá el hallazgo de una cura universal

El virus de la neumonía atípica (síndrome respiratorio agudo severo, SARS en sus siglas en inglés) no muta tanto como se creía en su expansión por diferentes países, según revela un estudio realizado por un grupo investigadores del Instituto del Genoma de Singapur, publicado ayer en la revista británica especializada The Lancet.

Así, el informe, que ha sido dirigido por el profesor Edison T. Liu, apunta a que este nuevo coronavirus de origen todavía desconocido carece del alto índice de mutación que caracteriza a otros virus de esta familia. Se trata del primer análisis del SAR...

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El virus de la neumonía atípica (síndrome respiratorio agudo severo, SARS en sus siglas en inglés) no muta tanto como se creía en su expansión por diferentes países, según revela un estudio realizado por un grupo investigadores del Instituto del Genoma de Singapur, publicado ayer en la revista británica especializada The Lancet.

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Así, el informe, que ha sido dirigido por el profesor Edison T. Liu, apunta a que este nuevo coronavirus de origen todavía desconocido carece del alto índice de mutación que caracteriza a otros virus de esta familia. Se trata del primer análisis del SARS a gran escala del mundo, en el que se han comparado los genomas completos del virus de nueve casos del país con otros procedentes de Canadá, China, Hong Kong y Vietnam.

El profesor Earl Brown, de la universidad de Ottawa, considera que el hallazgo aporta a la vez buenas y malas noticias y advierte de que esta aparente estabilidad genética puede ser un "arma de doble filo".

No será más benigno

Brown explica en las páginas de la revista británica que el virus "se adaptó bien" a los humanos y su estabilidad significa que "desgraciadamente no va a cambiar rápidamente". Los especialistas esperaban, por experiencias anteriores, que el DNI del organismo acabase por mutar a una forma más inofensiva para el ser humano.

"La buena noticia es que con el tiempo seremos posiblemente capaces de tener una vacuna", ha añadido. Sin embargo, el hallazgo de una cura universal aún puede tardar años. El nuevo coronavirus descrito por los científico de Singapur está formado de ARN y por este motivo tiene poca capacidad para mutar.

El primer caso de esta pandemia apareció en China el pasado noviembre y desde allí se ha extendido por 29 países, infectado a 7.245 personas, de las que 516 han muerto.

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