Un móvil y las ideas claras: así se forma a un reportero ciudadano en Senegal
La iniciativa digital La Tele Ciudadana forma a medio centenar de jóvenes para cubrir información sobre temas medioambientales, derechos humanos y participación política
¿Qué hacen una miss, un militante del foro revolucionario antiimperialista popular y un poeta diez días en un lugar retirado de Senegal? Elegidos entre más de mil candidatos, estos y otros 28 jóvenes procedentes de todo el país forman parte de la segunda edición del programa Jóvenes Reporteros Ciudadanos (JRC), una iniciativa de La Télé Citoyenne (La tele ciudadana).
Detrás de este canal de televisión digital está Y’en a Marre (Estamos hartos/ ya basta, en francés), uno de los principales movimientos ciudadanos del país, que ha jugado un papel clave en el control de la democracia en Senegal en la última década. Aliou Sané, coordinador nacional del movimiento y periodista, opina que la “poca profesionalidad” de los medios de comunicación es “un arma de guerra, una bomba contrarreloj y uno de los principales obstáculos a la democracia”. Apuesta por la creación de medios alternativos para poder centrar el debate en los intereses de la ciudadanía.
El primer intento fue en 2017 con una televisión online que llevaba el nombre de Mbedd mi (la calle, en wolof) y que estaba directamente asociada al movimiento Y’en a Marre. “Nos dimos cuenta de que no queríamos cometer los mismos errores que los partidos políticos a los que criticamos. En 2020 cambiamos el nombre, el logo y nos distanciamos”, explica Sané. No obstante, el canal se sigue manteniendo gracias a fondos aportados por el movimiento.
Jóvenes referentes en sus comunidades
La primera sesión de este programa, el año pasado, formó durante tres meses a 16 jóvenes vecinos de los barrios aledaños a Dakar. En la más reciente, celebrada en Saint Louis entre finales de junio y principios de julio, los participantes provenían de las 14 regiones de Senegal, en total 31. Los criterios de selección eran tener entre 22 y 30 años, al menos dos perfiles en redes sociales y haber generado contenido previamente en el ámbito de los derechos humanos, la ciudadanía o el medio ambiente. “Este programa se entiende como un polo de incubación de talentos, de emprendedores que necesitaban refuerzo en capacidades de comunicación, pero también en liderazgo, porque son referentes en sus comunidades” explica Sané. Esta formación contó con el apoyo de la fundación española Mundubat y el Gobierno de Navarra.
Aminata Ly tiene 22 años, viene de región de Thiès, en el centro del país. Estudió Desarrollo comunitario y hace slams (género a caballo entre poesía y rap) sobre la protección de la infancia y los derechos de las mujeres. Bara Beleu Ndao es de Kaffrine, donde trabaja como profesor de francés para el Ministerio de Educación. Se denomina “eco-poeta” y ha publicado ya tres libros. Los dos primeros en Francia –el primero cuando solo tenía 19 años- y el tercero el año pasado en Senegal, bajo el título de El tiempo de una vida entera (Ed. Artige).
La participante que más revuelo ha causado es Bella Sy, ganadora del premio de belleza de su región hace un par de años. La gran popularidad del galardón la llevó a crear su propia fundación, Miss Matam 2020, con la que promueve actividades medioambientales de reforestación y limpiezas de zonas comunitarias.
Landing Thiane, de 27 años y creador de una ingeniosa iniciativa de promoción de su pueblo, Love Diouloulou, lanza grandes discursos panafricanistas que recuerdan a los líderes de los años sesenta. “Creo que tenemos que seguir la revolución para que nuestras instituciones africanas sean fuertes y no dependamos de Occidente. Nuestras armas son el compromiso, la utilización de las redes sociales, las manifestaciones, las ágoras y los espacios palabra y la formación de la juventud”, enumera. También Souleymane Sy, procedente de Dagana, de 28 años, está muy concienciado políticamente: milita en el principal partido de la oposición, Pastef.
Más participantes: Awa Niang, que cuenta con más de 30.000 visitas en su canal de YouTube, tiene un programa de enseñanza de wolof para extranjeros. Zeynabou Diop Niang, que en el programa pretende mejorar sus dotes para sensibilizar sobre medioambiente, es miembro de la iniciativa de Jóvenes por la Transición Ecológica de la región de Saint Louis.
Durante diez días los participantes han debatido largamente sobre el sistema electoral senegalés, los movimientos ciudadanos en África –a través de una charla con representantes de La Lucha en República Democrática del Congo y del Frente Nacional por la Defensa de la Constitución en Guinea Conakry–, desigualdad de género y derechos humanos, la cultura como eje de desarrollo... Pero también han aprendido técnicas de utilización de programas de montaje y de arte gráfico, periodismo ciudadano, verificación de información, noticias falsas y ética periodística.
La periodista y activista Jaly Badiane insiste en esto último. “Es importante tener una línea editorial rigurosa en redes sociales, guardar una equidistancia con el tema a tratar y triangular la información que estás pasando. Tener credibilidad aumenta tu comunidad de seguidores, pero también la confianza con las fuentes de información”, explica.
Badiane también propone al grupo que se atrevan contar la “otra historia de las mujeres”. “Los medios de comunicación en Senegal siempre hablan de nosotras en términos de escándalo y sensacionalismo y eso influye en nuestra percepción de nosotras mismas”, arguye. La activista aprovechó para denunciar las violencias en redes sociales, que afectan particularmente a las mujeres, como el ciberacoso o las amenazas, y que, en su opinión, influye en su menor utilización de internet.
El director de la sección de Comunicación de la Universidad Gaston Berger de Saint Louis, Patrice Correa, incidió por su parte en el arte de la oratoria, apelando a la necesidad de cuidar las maneras, la vestimenta y la argumentación para que el espectador se concentre en el mensaje que se está dando.
Con el móvil y la lámpara LED circular que se ofreció a cada participante, se les invitó, durante los ratos libres de la formación, a trabajar sobre un tema de interés de cada joven reportero, un trabajo que será difundido posteriormente en La Tele Ciudadana, bajo la rúbrica “Parlez nous de…” (háblenos de, en francés). Los aprendices de periodista eligen la situación de las personas con discapacidad y de los niños de la calle, las estrategias de optimización de la energía, la fuga de cerebros o la gordofobia.
Una idea para exportar
Tras la buena acogida de La Tele Ciudadana y del programa de Jóvenes Reporteros, los responsables han sido contactados por otras plataformas de sociedad civil del continente (Filimbi en República Democrática del Congo, por ejemplo, o una organización de Malí) para ayudarles con iniciativas de comunicación similares. Según explica el coordinador de Jóvenes Reporteros Ciudadanos, Abdou Khafor Kandji Mbaxaan, “los contextos difíciles como el que está viviendo el pueblo maliense son un caldo propicio para la manipulación política y la intoxicación de los medios de comunicación tradicionales. Creo que es lo que está ocurriendo con la propagación de un discurso antifrancés que es instrumentalizado para movilizar fervorosamente a la juventud, cuando deberían enfocarse en pedir cuentas a sus propios dirigentes”, opina.
Para el coordinador de este proyecto, la juventud senegalesa y africana en general está, gracias a estos movimientos ciudadanos, reconciliándose con la política y reposicionándose en el espacio público. “El compromiso que estamos viendo en jóvenes como los del programa JRC es sano y tiene por objetivo ver transformaciones profundas en nuestro continente”, concluye.
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