#Pedrovigilaatuesposa

Milei dedica una treintena de tuits en menos de una hora a la crisis diplomática con el Gobierno, entre ellos uno en el que acusa a Sánchez de esconderse bajo las faldas de sus ministras

El presidente argentino, Javier Milei, y el líder de Vox, Santiago Abascal, en el acto del partido de extrema derecha celebrado el pasado 19 de mayo en Madrid.Ana Beltran (REUTERS)

“¿Por qué te crees que yo estoy todo el día mirando el Twitter a ver qué sale? Porque eso es más rápido todavía que el resto de los medios. Yo veo el problema y bum, torpedo y lo resuelvo”, declaró el presidente argentino, Javier Milei, en su primera entrevista tras la crisis diplomática que ha abierto con el Gobierno español después de llamar “corrupta” a la esposa de Pedro Sánchez. Efectivamente, su cuenta oficial en X, donde tiene casi tres millones de seguidores, echa humo. Este martes, solo entre las 14.01 y las 14.55, tuiteó o retuiteó 33 mensajes en esa red social, la mayoría relacionados con el presidente español.

El dueño de X, Elon Musk, con el que Milei, quien le describe como “el empresario más importante del planeta”, se ha reunido ya dos veces, retuiteó hace unos días un mensaje que decía: “No odies a los medios de comunicación, conviértete en los medios de comunicación. El periodismo ciudadano es vital para el futuro de la civilización. Cualquiera puede ser periodista ciudadano”.

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Pero informarse por las redes sociales comporta sus riesgos. El presidente argentino aseguró que la esposa de Sánchez “tiene un montón de causas por tráfico de influencias” —falso—, y que el Gobierno español había “apretado a un juez” —falso también—.

Los medios tradicionales tampoco son garantía, como muestran los múltiples vídeos difundidos en redes con extractos de la entrevista del presidente argentino en el canal Todo Noticias:

—La gira [por España] ha demostrado nuevamente que soy el máximo exponente de la libertad a nivel mundial. Yo estoy en otra liga y eso los irrita. Donde yo voy genero un terremoto— afirma Milei en uno de ellos.

—¿Hay un poco de envidia?— pregunta incisivo el entrevistador.

—Esta situación— prosigue el mandatario argentino— está promovida por el kirchnerismo para armar revuelos en Argentina. Es gravísimo.

—Muy grave, muy grave— coincide el periodista.

—Como [Sánchez] tiene problemas en España, necesita polarizar— afirma Milei, calcando el discurso del PP sobre el asunto, o viceversa

—Al kirchnerismo esto le viene bárbaro— apostilla el presentador, quien durante la charla saca un papelito impreso— Hay un dibujito que retuiteaste...

El lenguaje tuitero, que premia los contenidos más estridentes, ofensivos y polarizantes —en los medios serios podrá leer sobre las decenas de estudios que alertan de ello—, parece de repente la lengua materna de algunos periodistas y políticos, con Milei como alumno aventajado. “Me dicen: ‘Ahora eres jefe de Estado. ¿Cómo hablas así de otros mandatarios internacionales”, comentó, travieso, en el acto de Vox. “La batalla cultural es un compromiso inalienable”, se contestó.

“Cultural” es, según la Real Academia Española, sinónimo de “educativo”, “instructivo”, “formativo”, “científico”, “pedagógico” y “didáctico”. En los últimos tuits de esa serie que Milei publicó este martes —probablemente hayan quedado ya sepultados por otra montaña de “torpedos”—, se le escucha decir: “¿Qué hizo el cobarde de Sánchez? Se metió abajo de las polleras [faldas] de las mujeres y me mandó agredir por las distintas mujeres del espacio [las ministras]”. En algunos de sus tuits incluyó la etiqueta #pedrovigilaatuesposa, que se convirtió en trending topic mundial.

La misma red que premia los contenidos agresivos deja a menudo impune el cinismo, como una especie de inmunidad diplomática extra. En los vídeos de la entrevista difundidos por sus acólitos en X, Milei se queja de las “interferencias” de Sánchez en la política argentina, cuando pocas horas antes había hablado 37 minutos en la convención de Vox, partido que promociona la intervención como “el discurso viral de Javier Milei en #Viva24″. Subido al escenario de Vistalegre, dijo que el socialismo es “cancerígeno” y que condena “a la pobreza y a la muerte”. Allí fue donde se refirió a “la mujer corrupta” del presidente “que se toma cinco días para pensárselo”, para luego asegurar que no la había mencionado. Será viral, pero no es información.

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