Redes de desinformación

Bruselas investigará a X por sus contenidos de la guerra en Gaza. Las plataformas no pueden ser meros canales de distribución

Elon Musk, en marzo de 2022 en la inauguración de la factoría de Tesla en Gruenheide (Alemania).REUTERS

La Comisión Europea anunció este jueves que abre una investigación a X (antes Twitter) por difundir supuestamente desinformación y contenidos violentos sobre la guerra entre Israel y Hamás. La investigación busca comprobar si la red social pro...

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La Comisión Europea anunció este jueves que abre una investigación a X (antes Twitter) por difundir supuestamente desinformación y contenidos violentos sobre la guerra entre Israel y Hamás. La investigación busca comprobar si la red social propiedad de Elon Musk cumple con la Ley de Servicios Digitales europea. La UE ya publicó en septiembre un informe que recopila casos de contenidos ilegales según dicha ley y concluyó que la plataforma con más desinformación de internet es X, seguida de Facebook y TikTok. Ambas, como Google o Microsoft, siguen adheridas al código voluntario de buenas prácticas que la Comisión creó en 2018 para ayudar a las empresas a cumplir con la normativa, fijando obligaciones relacionadas con la transparencia y la lucha contra la desinformación. Musk sacó a X del acuerdo en mayo.

La responsable de implementar el código europeo de buenas prácticas, Vera Jourová, le advirtió entonces de que salirse del acuerdo no le eximía de cumplirlo. La ley ha entrado en vigor, y la guerra entre Israel y Hamás ha disparado la toxicidad de una de las principales fuentes de información de la era digital.

La plataforma que llegó a ser un estándar de la distribución de noticias, el acceso a fuentes y expertos y la cobertura en tiempo real es hoy una máquina de difundir noticias falsas sobre los conflictos en Ucrania y Oriente Próximo. En ella la cobertura informativa compite con fragmentos de videojuegos manipulados, películas de ficción, imágenes de conflictos antiguos y material generado por inteligencia artificial. Todo para construir relatos alternativos, falsos o interesados. Compite con ventaja porque el periodismo requiere tiempo, recursos, experiencia y reflexión, mientras que la propaganda es impactante, instantánea y barata.

Diferentes informaciones sobre los procesos internos de la firma de Musk indican que Community Notes, la nueva herramienta colectiva de verificación para usuarios de X, antes conocida como Birdwatch, es lenta e inadecuada para filtrar el volumen de desinformación que difunde cada día. El propio Musk, con casi 160 millones de seguidores, ha recomendado para informarse sobre el conflicto cuentas que difunden contenidos falsos y antisemitas. El sistema favorece la distribución que llega a través de cuentas verificadas, pero la “verificación” se consigue con una suscripción de nueve euros al mes. Un precio muy bajo para una agencia de desinformación.

Además de la plataforma favorita de los periodistas, los líderes políticos y las empresas de comunicación, Twitter era una herramienta de investigación académica porque su interfaz de programación de aplicaciones (API) proporcionaba acceso a metadatos y datos geolocalizados, históricos y actualizados, permitiendo a investigadores y forenses de la desinformación estudiar el historial, origen, conexiones e interacciones entre usuarios. Desde la adquisición de Musk, Twitter/X ha impuesto restricciones en el acceso a su API, con cuotas de 42.000 dólares al mes para empresas y 100 para individuos. Esto ha acabado con proyectos como Botometer, la app para identificar cuentas falsas que el propio Musk utilizó en el juicio sobre la compra de Twitter.

Este martes, Musk ya recibió una carta del comisario europeo de Mercado Interior y Servicios, Thierry Breton, quien le recordaba que el Acta de Servicios Digitales establece obligaciones muy precisas en lo que respecta a la moderación de contenidos. Especialmente cuando se trata de “contenido violento y terrorista”. El acta prevé multas de hasta el 6% de los ingresos anuales de la empresa infractora. Si no resuelve el problema de su plataforma, es posible que tenga que irse de Europa. Está por ver cómo sería la vida mediática sin Twitter/X, pero ya sabemos cómo es sin información veraz.

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