¿Son Petro y López Obrador feministas?

La directora de EL PAÍS, Pepa Bueno, les hizo esta pregunta a la vicepresidenta de Colombia, Francia Márquez, y a la jefa de Gobierno de Ciudad de México, Claudia Sheinbaum. La reacción del público dice tanto o más que las respuestas

Andrés Manuel López Obrador recibe a Gustavo Petro en el Palacio Nacional en la Ciudad de México en 2022.Presidencia de Colombia

Esta es la versión web de Americanas, el newsletter de EL PAÍS América en que aborda noticias e ideas con perspectiva de género. Si quieren suscribirse, pueden hacerlo en este enlace.

No es habitual en este tipo de eventos, pero la pregunta generó una reacción más entusiasta que las respuestas. Este miércoles, en el Museo Nacional de Antropología de México, la directora de este periódico, Pepa Bueno, conversaba con la vicepresidenta de Colombia, ...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Esta es la versión web de Americanas, el newsletter de EL PAÍS América en que aborda noticias e ideas con perspectiva de género. Si quieren suscribirse, pueden hacerlo en este enlace.

No es habitual en este tipo de eventos, pero la pregunta generó una reacción más entusiasta que las respuestas. Este miércoles, en el Museo Nacional de Antropología de México, la directora de este periódico, Pepa Bueno, conversaba con la vicepresidenta de Colombia, Francia Márquez, y la jefa de Gobierno de Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, sobre los retos de las mujeres en América Latina. A mitad de la conversación, soltó el comentario que generó un aplauso mezclado con una carcajada en la audiencia, compuesta mayoritariamente por mujeres: “Hace unos días, la vicepresidenta segunda del Gobierno de España provocó una polémica enorme allí porque dijo: ‘Los hombres de izquierdas se creen que no son machistas porque son de izquierdas’”, enunció antes de lanzar la pregunta: “Directamente, señora Márquez: ¿Petro es feminista?”.

— Jajajaja Más risas en el auditorio.

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

La pregunta, por supuesto, fue dirigida más tarde a la jefa de Gobierno de la capital mexicana, con sus correspondientes nuevos aplausos en el público: “¿López Obrador es machista?” Más tarde iremos a las respuestas, pero veamos antes a quiénes iba dirigida: a dos mujeres con poder que representan a gobiernos que se definen de izquierdas, pero cuyos líderes han sido cuestionados por su posición respecto a los movimientos de mujeres y sus demandas. En el caso del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ha tenido enfrentamientos explícitos con los poderosos colectivos feministas del país y también con mujeres en altas posiciones pero que no comulgan con él, el más reciente con la presidenta de la Suprema Corte, la progresista Norma Piña.

Gustavo Petro, por su parte, ha tenido una relación ambigua y tensa con los movimientos feministas. Perdió el apoyo de muchas de ellas en 2019 cuando apoyó a un candidato a la alcaldía que había sido acusado de violencia de género. Ya como presidente, las críticas de las mujeres frenaron recientemente su intento de promover a un profesor señalado de acoso sexual en un cargo diplomático. No ha entrado en confrontación con los grupos feministas como López Obrador, pero estos vigilan con cautela sus movimientos como cuando hace poco puso a aquel excandidato que le costó apoyos en el pasado en un alto cargo gerencial de RTVC, la empresa pública de televisión y radio.

Claudia Sheinbaum, Pepa Bueno y Francia Márquez, durante el diálogo 'Mujeres de América por los derechos y el bienestar', en Ciudad de México, el 31 de mayo de 2023.Gladys Serrano

Ahora sí, vayamos a las respuestas. La primera en contestar fue la vicepresidenta Márquez, que instó a que preguntaran directamente a Petro. “No soy quien debe responder, creo que es él”, empezó. Lo que siguió fue un reconocimiento explícito de que el machismo y el patriarcado están en todos los ámbitos de nuestra sociedad y que, si no lo asumimos, no podremos transformarlo. “El machismo y el patriarcado atraviesa a todos los hombres y, por supuesto, también muchas veces a nosotras como mujeres”, dijo. “Hasta que no deconstruyamos esas estructuras, el machismo va a seguir estando en todos los ámbitos de la sociedad, de nuestra política, nuestros gobiernos y en nuestros hogares”.

La jefa de Gobierno de Ciudad de México, por su parte, no dijo directamente si López Obrador es feminista, pero sí que citó a su mentor diciendo que el proyecto que lidera lo es. “López Obrador dijo que la Cuarta Transformación ya es feminista”, aseguró la alcaldesa, en una frase que sonó a discurso político y que también fue recibida con aplausos por parte de la audiencia. Sheinbaum, quien es la candidata mejor situada para suceder al propio López Obrador en las elecciones de 2024, defendió además que, durante su mandato, ha habido más mujeres en puestos de elección y decisión que nunca.

Hasta aquí lo que se dijo. Pero la reacción del público del evento probablemente dice tanto o más que las respuestas. La expectación, los aplausos y las risas de un auditorio compuesto principalmente por mujeres ante la reflexión de la política española son un símbolo de quienes intuyen —intuimos— lo que les habrá tocado aguantar y callar en su carrera (en la escuela, en la política, en la lucha social...) a dos mujeres que han llegado a los puestos de Márquez y Sheinbaum por parte de muchos hombres que se definen como progresistas.

Sin personalizar su crítica en nadie, Yolanda Díaz, la vicepresidenta segunda española a la que se refería Pepa Bueno en su pregunta, fue más directa: “Los hombres de izquierdas son un peñazo. Se creen que ellos no son machistas porque son de izquierdas”, dijo en la entrevista en la que soltó las polémicas declaraciones. “Los hombres en nuestro país deberían reflexionar y tomarse muy en serio los cambios sociales que está habiendo en España y en el mundo”, siguió, y les propuso que levanten su voz cuando sean testigos de situaciones de discriminación a mujeres.

Una recomendación que se puede aplicar perfectamente a los hombres de esta región. Me pregunto si a los líderes sudamericanos que se reunieron esta semana en Brasilia en una cumbre informal convocada por Luiz Inácio Lula da Silva se les pasó por la cabeza cuestionar la falta de representación absoluta de mujeres. La imagen de los mandatarios hombres representando mayoritariamente al continente no es nueva. La vimos hace poco en la Cumbre Iberoamericana de Santo Domingo, como analizó mi compañera Sonia Corona en este newsletter. En aquella ocasión, Petro mencionó la ausencia de mandatarias en su saludo y el presidente de Chile, el también izquierdista Gabriel Boric, puso sobre la mesa la inclusión de las mujeres y destacó la importancia de reconocer el trabajo de los cuidados que generalmente recae en ellas.

Nicolás Maduro, Chan Santokhi, Irfaan Ali, Gustavo Petro, Luis Arce, Luiz Inacio Lula da Silva, Alberto Fernández, Gabriel Boric, Guillermo Lasso, Mario Abdo Benitez, Luis Lacalle Pou y Alberto Otarola, en Brasilia, el martes en Brasilia.EVARISTO SA (AFP)

Que los hombres reconozcan la discriminación por motivo de género, como decía Francia Márquez, y lo denuncien, como proponía Yolanda Díaz, debería ser el primer paso. Pero para cambiar las cosas, las mujeres tienen que estar representadas en puestos de decisión en todos los ámbitos, incluidas cumbres como la de Brasilia. Aunque eso tampoco es suficiente. Hay que poner medidas hacia la igualdad y contra todo tipo de violencia y discriminación por género. “Hay que luchar por los grandes derechos, por la igualdad sustantiva de las mujeres”, dijo Claudia Sheinbaum el miércoles. “Tenemos que liderar las transformaciones profundas que requiere nuestra sociedad”, coincidió por su parte la vicepresidenta colombiana. “No llegamos a estos espacios de poder solo para ser figuras decorativas ni floreros”.

Estos son nuestros artículos recomendados de la semana:

Colombia crea sanciones especiales por la violencia contra las mujeres en la política

Con una nueva ley se une a países como México y Ecuador que promueven escenarios políticos menos violentos y más paritarios para las mujeres.

Viridiana Hernández, la policía que se apuntó con un arma para denunciar acoso en Ecatepec

La agente narra a EL PAÍS que teme por su vida después de denunciar al jefe de la corporación municipal por acoso laboral y sexual.

‘Una rosa y mil soldados’, un relato en primera persona de la red de niñas esclavas sexuales de la dictadura paraguaya

Julia Ozorio tenía 13 años cuando la secuestraron. “La primera noche fue horrible”, recuerda esta víctima. Durante el régimen de Alfredo Stroessner existieron al menos 12 centros donde se violaba a niñas secuestradas

El futbolista colombiano Sebastián Villa, condenado a dos años y un mes de cárcel por ejercer violencia contra su expareja

El delantero colombiano de Boca Juniors no ingresará en prisión por tratarse de una condena menor de tres años. Apelará el fallo

Una mujer llega por primera vez en 140 años a la cabeza de uno de los más importante gremios empresariales de Chile

La Sociedad de Fomento Fabril (Sofofa) elige como su líder a Rosario Navarro, vicepresidenta de la empresa de tecnología Sonda.

Ama Ata Aidoo, la africana que fue feminista antes que el feminismo

La escritora y académica ghanesa fallece a los 81 años. Reconocida autora de ensayo, novela, poesía, cuento infantil y teatro, durante décadas también hizo activismo cultural, educativo y social.

¿Es un embarazo como el de Shiv Roy un escollo para una mujer CEO?

¿Nos penaliza a todas por igual tener hijos?¿Es realmente la maternidad un impedimento para subir a lo más alto?

Sobre la firma

Más información

Archivado En