Reconciliar antes que conciliar

Los lectores escriben sobre la importancia de cerrar las heridas del pasado, el cambio climático, las oposiciones docentes y la renta mínima

Reunión de los padres de la Constitución, entre ellos Manuel Fraga, Miquel Roca, Gregorio Peces Barba, Gabriel Cisneros, José Pedro Pérez Llorca, Miguel Herrero de Miñón, en el parador de Gredos en febrero de 1978.Javier Lumbreras

Vivo en Londres desde hace siete años. En este tiempo, me he visto muchísimas veces explicando realidades y situaciones de mi país a gente con curiosidad por saber más detalles de España. Soy andaluz y extremadamente progresista. Mi pareja es de Nueva Zelanda y muchas veces no entiende que defienda Andalucía de una manera más feroz de lo que lo hago con España. Quizás es porque siempre estoy del lado de los débiles. Sigo sin entender que una comunidad tan rica como Andalucía ...

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Vivo en Londres desde hace siete años. En este tiempo, me he visto muchísimas veces explicando realidades y situaciones de mi país a gente con curiosidad por saber más detalles de España. Soy andaluz y extremadamente progresista. Mi pareja es de Nueva Zelanda y muchas veces no entiende que defienda Andalucía de una manera más feroz de lo que lo hago con España. Quizás es porque siempre estoy del lado de los débiles. Sigo sin entender que una comunidad tan rica como Andalucía siga siendo de las más pobres y me duele en el alma. En tiempos en los que se habla mucho de conciliación, tanto laboral como familiar, ella me ayudó en el análisis: “Lo que le pasa a tu país, Carlos, es que no se ha reconciliado”. Efectivamente, la Transición, tan defendida, fue una mera ilusión. Cuando un bando le dice a otro que olvide, jamás se cerrarán las heridas. El borrón y cuenta nueva no existe. De momento, mi amigo italiano seguirá sorprendido de que nunca haya tenido una camiseta de la selección española, porque hasta de eso se han apropiado.

Carlos Hurtado Bocanegra. Londres

Y el cambio climático no es cosa nuestra...

Estoy en un atasco camino a casa. Afuera hace 45 grados. Pienso en que mi aire acondicionado coge ese aire y lo enfría, dejándome una temperatura dentro cercana a los 25 grados a cambio de expulsar un aire más cálido que el que recogió, pongamos un grado más cálido, 46. El coche de detrás cogerá ese aire más cálido y lo convertirá en su particular aire fresco y expulsará un aire aún más cálido que el que expulsó mi coche, 47. Cada coche de este largo atasco repetirá este proceso, elevando en cada paso la temperatura que expulsa el coche un grado. Resulta difícil pensar que el cambio climático no está siendo cosa nuestra.

Eduardo Parody Durio. Sevilla

Oposiciones

Los opositores al cuerpo de maestros nos enfrentamos este fin de semana a los exámenes. Tras meses de preparación, solo cabe en mi cuerpo una cierta nostalgia e incertidumbre: por un lado, siento que echaré de menos el proceso de estudio y a la gente que he conocido y, por otra parte, trato de visualizarme en el futuro, proyectándome delante de una pizarra bajo la atenta mirada de decenas de ojos inocentes. Deseadnos suerte.

Virginia González Alfaro. Madrid

Renta mínima

Además del salario mínimo para los trabajadores de la Unión Europea, se debería acordar una renta mínima para la ciudadanía comunitaria, hacerla extensible a Europa y proponerla al resto de países del mundo. Garantizar un mínimo ingreso para las familias con carácter universal, desde lo público y vivas donde vivas, es la mejor forma de luchar contra el hambre, la desigualdad y cubrir las necesidades básicas de las personas. Es posible, es viable y hay dinero suficiente para hacerlo desde la ONU, con suma objetividad y sin permitir que los amigos de lo ajeno se apropien de lo que no es suyo.

Victorio Martínez Armero. Móstoles (Madrid)


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