El efecto Máynez
La jefa de campaña del candidato de Movimiento Ciudadano hace un repaso de los últimos días del aspirante en su ruta hacia las elecciones
Máynez, Jorge Máynez, ha irrumpido en la elección presidencial mexicana con una apuesta que les habla a las nuevas generaciones y se aleja de la polarización impuesta por dos viejos polos políticos. Hoy compite por el futuro del país frente a Morena, y ha logrado mandar al tercer lugar a la alianza del PRI-PAN-PRD. Una alianza inexplicable para la gente que los rechaza con una taza de más del 70%. En una contienda inequitativa, donde las otras dos alianzas, no sólo tienen más recursos y exposición, sino además iniciaron de forma ilegal años y meses antes, esto parece una proeza.
Máynez, y Movimiento Ciudadano, han logrado lo que ninguno otro: subir a la buena 14 puntos en tan sólo 8 semanas, sin dinero del gobierno ni de grupos de interés de por medio. Ambas son apuestas que desafían a un viejo y corrupto sistema político que premia a quien tuerce la ley. Máynez ha cambiado todos los marcadores de la contienda, a la buena. Su campaña representa también a millones de mexicanos que se enfrentan al aparato de los poderosos todos los días y que demuestran que se puede avanzar sin tranzar. Que la trampa no es ventaja, y que las campañas sí sirven para cambiar tendencias.
El efecto Máynez emergió de las universidades, las aulas y las redes sociales. A partir del primer debate el México crítico vio en Máynez a un joven sonriente con propuestas, que respeta las reglas, escucha y debate. Lo vio presentarse con lengua de señas, dibujando carteles de agradecimiento con su puño y letra. Escucharon una visión de futuro para el país. Lo vieron sonreír de nuevo. El resto es historia. Se hizo viral y, con ello, los niños y jóvenes mexicanos cambiaron el guion de la contienda presidencial. Lo ha acompañado una campaña compacta, disciplinada y con estrategia, una marca con pocos negativos como lo es Movimiento Ciudadano decidida a no aliarse con los partidos que ya le fallaron a México, y una canción que ha roto fronteras geográficas, políticas y sociales, demostrando que la música no discrimina, une y toca coincidencias, universaliza y conecta con la felicidad, ese derecho que la vieja oferta política parece negarle a la niñez y las juventudes.
Días después llegaron las primeras encuestas regionales, y después el Simulacro Electoral Universitario, y empezaron a coincidir con los números que Movimiento Ciudadano tenía, y con lo que veíamos en las aulas y en las redes. Máynez estaba ya en segundo lugar en Estados como Jalisco, Nuevo León, Sonora. Y en las universidades, a través del Simulacro, Máynez obtuvo un contundente segundo lugar nacional, con el 23,1% de los sufragios, mientras que la alianza del PRI-PAN-PRD obtuvo solo el 7.7% de los votos. Más de 50.000 jóvenes participaron en más de 450 universidades. Es un indicativo que presagia lo que pasará en las urnas.
No es una campaña de nicho, porque el efecto Máynez ha llegado a los 15 millones de nuevos votantes que hoy tienen sobre la mesa una opción frente al régimen actual, y también conecta con millennials y centenials que representan más del 50% de la población.
Máynez y su efecto, no solo se ha colocado como la segunda fuerza en las mediciones electorales, comienza a ser un factor que refleja un fenómeno social con lo que hoy sucede con las nuevas generaciones con dos indicativos de nuevos tiempos que la vieja política no entiende. Por un lado la música que refleja cambios políticos y sociales, y por el otro las redes sociales que son la principal fuente de información y democratización para estos sectores, ya no los medios tradicionales. Máynez ha conquistado ambos terrenos, los de la realidad, mientras que el poder viejo del país lo considera banal, nosotros no estamos peleados con la forma y el fondo, los hacemos convivir.
Sin embargo, su crecimiento también tiene una explicación que no está relacionada con la música ni las redes sociales, y que ha llenado un espectro político vacante: Máynez es un socialdemócrata que responde a las exigencias sociales que han sido ignoradas por décadas, aboga por una clase media fuerte y también por un estado de bienestar que ejerza igualdad, justicia redistributiva, intergeneracional y solidaridad fiscal. Los partidos de la vieja política, Morena y el PRIAN, han intentado construir una falsa polarización en los últimos años, porque los viejos partidos no representan alternativas diferentes: son idénticos frente a los problemas fundamentales del país.
Frente a la guerra, pugnamos por la regulación de las drogas, la no militarización de la seguridad y un Plan Nacional de Construcción de Paz. Frente a la desigualdad, defendemos a la clase trabajadora y luchamos por una reforma fiscal progresiva que permita financiar un Estado del bienestar y redistribuir la riqueza. Frente a la emergencia climática pugnamos por el financiamiento climático más ambicioso de la región. Frente a las violencias patriarcales, luchamos por un México feminista que financie un ambicioso Sistema Judicial defensor de las mujeres y otro de Cuidados. Frente al autoritarismo, Máynez y todas las voces que lo acompañamos en Movimiento Ciudadanos somos la única oposición que ha defendido la democracia y ha rechazado las reformas autoritarias del gobierno en turno, en todas y cada una de las votaciones en la Cámara de Diputados y de Senadores.
Es por ello que el efecto Máynez ha llevado al PRI-PAN-PRD a la tercera posición, de ahí los ataques, la violencia, las trampas, están desesperados. No nos provocarán, nosotros estamos concentrados y optimistas, viene el tercer debate donde se jugará el partido final, el más importante de nuestra generación, donde Jorge Máynez y Movimiento Ciudadano lograrán llegar a la boleta como la única alternativa frente a Morena, y así la gente podrá decidir si prefiere continuidad con ellos o evolución con nosotros. Esta elección se trata del futuro del país, y eso lo entendemos muy bien en Movimiento Ciudadano. Todo va a estar mejor
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