“Un ‘like’ es un voto”: los zarpazos de Máynez inquietan a la coalición opositora

Los simulacros electorales que suelen hacer las universidades mexicanas en tiempos de campaña están dejando un curioso resultado: Jorge Álvarez Máynez se sitúa en el número dos, es decir, Movimiento Ciudadano se cuela entre “la vieja política”, como ellos la llaman, y Morena; entre Xóchitl Gálvez y Claudia Sheinbaum. Así ha ocurrido en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, en la UAM Xochimilco y en la Universidad Pedagógica Nacional (UPN), en esta última el recuento quedó así: Sheinbaum, 724; Máynez, 224 y Gálvez, 56. Es solo un juego, pero da que pensar. “Los jóvenes están cambiando el guion”, explica satisfecha la jefa de campaña de Máynez, Laura Ballesteros. Son optimistas en el movimiento naranja: “Ya sabemos que el puesto número dos está disponible, pero nuestra meta es ganar”. Las últimas semanas han ensanchado la sonrisa de Máynez, si eso es posible, y los partidos muestran señales extrañas. El dirigente del PRI, Alito Moreno, y el del PAN, Marko Cortés, reeditan en las últimas horas antiguas peticiones para que Movimiento Ciudadano se una al bloque opositor y abandone su carrera. Dicen que “por amor a México”. Máynez les responde con sorna y desdén: “Que declinen [ellos] por mí”. Y la secretaria general de Morena, Citlalli Hernández, echa leña al fuego: “Estoy segura de que Movimiento Ciudadano será el segundo [en las elecciones]”.

Las omnipresentes redes sociales son una herramienta sin igual para darse a conocer y nadie las usa en México mejor que los naranjas. El filtro de TikTok por el que cualquiera puede convertirse en Máynez ha sido un éxito y ni qué decir de la famosa cancioncita que se ha colado por todas partes, entre bromas y veras. El candidato ha aprovechado los debates para darse a conocer y su campaña ha despegado en los últimos tiempos. La última encuesta publicada en este periódico le situaba al mismo nivel en simpatía ciudadana que Xóchitl Gálvez, con un 36%. Si se tiene en cuenta que el candidato emecista empezó la carrera por las urnas en tiempo y forma y que era hasta hace poco el gran desconocido para el gran público, no se le pueden restar méritos. Movimiento Ciudadano no deja de mirar las cifras que dieron la victoria en Nuevo León al hoy gobernador Samuel García: “Empezó con un 7% y acabó con un 30%”, recuerda Ballesteros. Aquella bola de nieve fue creciendo ante el asombro de la ciudadanía, en efecto. “Un like es un voto”, confía la jefa de campaña.

“Yo creo que MC sigue siendo una tercera vía, que se alimenta de los desencantados de Morena y de la coalición opositora. Será difícil que trasladen esas simpatías a un voto efectivo porque el PRI, con todo el rechazo que cosecha, mantiene una afinidad partidista”, enfría la directora de la encuestadora Enkoll, Heidi Osuna. También pone en duda que Máynez pueda lograr el segundo puesto en la elección Luz María Garay, profesora de la Universidad Pedagógica Nacional: “Eso está lejano, los demás partidos tienen un trabajo en los territorios desde hace años, es difícil que un partido nuevo consiga algo más a nivel federal, el candidato apenas ha situado su nombre en el primer debate”, explica esta experta en Comunicación y Tecnología Digital.

Pero ahí le tienen. “Es difícil que un debate cambie la preferencia de la gente por sí solo. El 92% afirma que no cambiará”, dice Osuna. “Esto es como ir al fútbol, uno ya va con la playera de su equipo puesta, y aunque pierda no se va a poner la del contrario”, explica la experta en demoscopia. Pero el equipo naranja dice tener algún as en la manga para que 15 millones de nuevos votantes compren su camiseta por primera vez. La gente joven es el nicho electoral donde MC ha depositado todas sus fichas, centenials y millennials, o sea de los 18 a los 45 años. Eso es el 50% del electorado y lo que alimenta las esperanzas del partido de que llevarán “a tercios la contienda”. El debate para ellos no es más que una herramienta para darse a conocer, confían en las redes prácticamente todo lo demás, incluso reducir la ventaja en tiempo que les sacan las candidatas, que empezaron muchos meses antes. “Lo están haciendo muy bien en las redes, donde además tienen una gran rapidez de edición. Y también en el discurso”, afirma la profesora Garay. “Si lo que se esperaba de MC en estas elecciones era que salvara los trastos, eso sí lo están haciendo bien”, asegura.

Salvar los trastos es mantener Jalisco, el segundo Estado que gobiernan, que no es cualquier cosa y donde el partido se ha resquebrajado mucho. Y algunas alcaldías emblemáticas, por ejemplo la de Monterrey, donde se presenta Mariana Rodríguez Cantú, la gurú de las redes, la artífice, dijeron muchos, de que su marido, Samuel García, llegara a gobernador en el Estado norteño. En el debate del domingo, Máynez no dejó de enarbolar supuestos logros políticos en estos dos Estados. También se dirigió a un público joven, a padres como él, que tienen hijos pequeños, su campaña tiene un eslogan como el del presidente, pero en lugar de decir “primero los pobres”, los naranjas dicen “primero los niños y niñas”. Esas jóvenes familias son su franja de esperanza. “Los niños no votan, pero sus papás, sí”, dice Garay, quien sostiene que MC encarna como ninguno el idioma de los jóvenes universitarios, “les habla de su futuro con un lenguaje que les resulta familiar. No es solo el discurso, también la música”. “Aunque cuando hablo con mis alumnos me dicen que no lo votarían. Es que una cosa son los simulacros y otras el voto real que se deposita en una urna”, reflexiona.

“A Movimiento Ciudadano le va a faltar tiempo, pero sí subirán en las preferencias todavía. De un debate a otro pasó de 10 a 14 puntos entre quienes consideraban que había ganado el encuentro contra sus adversarias”, dice la directora de Enkoll. La jefa de campaña del candidato más sonriente niega la falta de tiempo: “Eso valdría para la política tradicional, pero como se mueven las redes, no, ya se darán cuenta, ellos no saben hacer campaña en la nueva realidad [digital]. Nosotros con una canción hemos llegado a jóvenes privilegiados y de comunidades remotas. La música es universal”, explica Ballesteros. “Para las nuevas generaciones, [las redes sociales] no son una variable extra, es una extensión de nuestra vida”.

Para Movimiento Ciudadano, haber iniciado la campaña hace meses, fuera del momento legal, como lo hicieron mediante subterfugios en Morena y en la coalición que lidera Gálvez, no hace sino cansar a la gente. “Hasta los equipos están cansados. Las campañas deben ser cortas y normalizarse en la legalidad”, defiende Ballesteros.

Máynez llegó el último, en efecto, y después de una revuelta en su partido que no presagiaba nada bueno, pero ahí está, navegando con firmeza y sensatez entre los manotazos que se arrean las dos candidatas llamadas a llevarse el pez al agua. El candidato naranja ha sabido aprovechar a su favor incluso el inicial desconocimiento, cuando en las redes se preguntaban: ¿Y ese quién es? Hoy es Máynez, y cuando se pronuncia su nombre, en la cabeza suena una música pegadiza que se baila hasta en Corea del Sur.

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