Muchos golpes, ninguno definitivo
El gran ganador del segundo debate de candidatos a la Ciudad de México fue el formato
El gran ganador del segundo debate de la Ciudad de México fue el formato. Aunque fue exactamente igual que el primero, ocurrido el 17 de marzo pasado, nadie notó su agilidad en aquel entonces porque no habíamos sido testigos del fallido, aburrido y confuso primer debate presidencial. Así que, al menos, en contundencia, intercambio de ideas y tiempos el formato del debate de la ciudad de México nos deja mucho más satisfechos. Dicho esto, el encuentro de este domingo había despertado mucha más atención a partir de la encuesta publicada en El Financiero el viernes previo donde ponía al candidato de la alianza PRI-PAN-PRD, Santiago Taboada, a cinco puntos de la candidata de Morena y Aliados, Clara Brugada; la encuesta hecha por Alejandro Moreno sitúa a Brugada con 42% de las preferencias electorales y a Taboada con 37%. En noviembre de 2023 la diferencia era de 14 puntos, para abril se ha reducido 9 puntos. No solo eso, a nivel local, en la agenda de la ciudad, el tema del agua contaminada en algunas colonias de la alcaldía Benito Juárez ha ocupado la atención mediática, y “la gestión del agua” era una de las temáticas a discutir en este debate, acompañada de transparencia y corrupción. Así que al menos en formato e ingredientes la mesa estaba puesta; una campaña electoral cerrada y dos temas de interés público a discutir.
¿Qué nos encontramos? En primera, el esperado y constante ataque por parte de Santiago Taboada a Clara Brugada, como candidato que busca remontar. El panista utilizó botes de vidrio con agua contaminada en distintas alcaldías de la Ciudad de México para mostrar la falla del Gobierno morenista, sacó una foto de René Bejarano (uno de los emblemas vivos de la corrupción más utilizados en campañas en los últimos años) con la candidata, jugó con el nombre de Brugada y anunció un portal llamado laderrotaesclara.com donde expondrá temas de corrupción y su presunta incapacidad para gobernar Iztapalapa, ventiló temas de desvíos en los proyectos de gobierno de Brugada llamadas “utopías”, e incluso dijo que Sheinbaum no era amiga de la candidata a la jefatura de gobierno de la ciudad de México. Hasta aquí, un guion esperado por parte de Taboada, una actitud natural al buscar un golpe que tumbara a Brugada, creo que conectó varios, no identifiqué uno que la mandara al suelo. Taboada mucho menos nervioso que el debate pasado y sin distraerse con Salomón Chertorivksi, el tercer candidato que representa a Movimiento Ciudadano.
Es interesante detenernos en la candidata Clara Brugada para contrastar la actitud de ella en este segundo debate y de Claudia Sheinbaum en el debate presidencial. Sheinbaum se pudo dar el lujo de pocas veces responder a las acusaciones de Xóchitl Gálvez e ignorar a Jorge Álvarez Máynez, su postura de no caer en provocaciones, de nadar de muertito la llevó a ser la ganadora porque no necesitó hacer más. Antes y después del debate las encuestas siguieron igual, los números no se movieron. Fue muy distinta la actitud de Brugada, intentó contestar cada señalamiento hecho por Taboada, expuso posibles casos de corrupción que manchan al candidato de la alianza PRI-PAN-PRD y subió la voz cuando habló de familiares y amigos de Santiago que forman parte del cartel inmobiliario y que algunos incluso están en la cárcel. Mostró en una lámina la cantidad de pisos irregulares construidos en Benito Juárez durante la administración de Taboada, equivalentes a seis torres Mitikah. Ante cualquier acusación del segundo lugar decidió llevar una cartulina que decía “Taboada miente”. Acusó a la alcaldía Benito Juárez de querer sacar raja política del tema de la contaminación del agua y dijo que en su gobierno daría “agua clara”. Brugada sabe que no puede nadar de muertita como Sheinbaum, que ignorar los señalamientos o no contestar con la misma fuerza las acusaciones de la oposición la pueden llevar a cerrar más la elección. Cuando dice que va arriba 15 puntos, sus hechos, su actitud, la manera de enfrentar este segundo debate la ponen en evidencia, en la ciudad de México no hay nada para nadie.
El debate chilango es mucho más interesante porque se percibe una competencia real, una carrera que se está cerrando y que mantiene a 15% de la población indecisa de su voto el próximo 2 de junio. Porque los dos se notan desesperados y convencidos que este tipo de ejercicios democráticos al final no sirven para hablar de soluciones o propuestas reales sino de ver quién ensucia más al otro, no gana el más limpio sino el que enloda más.
En esta lógica queda solo hablar del otro candidato, Salomón Chertorivski quien efectivamente utilizó la mayoría de su tiempo para hacer propuestas, anunciar campañas, lucirse en temas que han sido bandera en su carrera política e imaginar una ciudad con “pequeños guardianes del bosque”, justo como suena esta última propuesta de gobierno, parece que su candidatura se quedará en ese cuento de hadas que quedará en su imaginación.
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