Refugiados y darwinismo social
México 2024: demasiados refugiados, desplazados, desaparecidos. En el último sexenio las cifras han aumentado. El incremento aterra. Aterra más la ausencia de soluciones
La tragedia de los refugiados, de los desplazados y de los desaparecidos (siempre usaré itálicas) no es biológica, es humana, aunque, acoto, algunos son refugiados climáticos. Los refugiados dejan sus hogares para salvar la vida. Lo hacen por problemas humanos: los que tienen Poder y fuerza amenazan y matan a quienes no concuerdan o no son parte de “ellos”. “Ellos”, los del Poder, acaban con “los otros”, los que carecen de él. Se trata de una nueva versión de darwinismo social, brete humano, cuyas fauces obligan a las personas a abandonar todo con tal de subsistir: humanos vs humanos. Humanos vs humanos es sinónimo de darwinismo social, i.e., teoría que pretende aplicar conceptos biológicos y sociales de selección natural y supervivencia del más apto… amén de postular que los fuertes aumentan su poder y riqueza mientras que los débiles padecen la disminución de ambos rubros.
En México el número de desaparecidos rebasa las 111 mil personas, cifras, por supuesto inexactas: deben ser más: creerles a los gobiernos mexicanos es erróneo. Durante los últimos tres sexenios, en promedio, desaparecieron 16 personas diariamente; en el sexenio actual el promedio ha aumentado dramáticamente: 26 personas son reportadas desaparecidas cada día. Asimismo, 43 personas son desplazadas al día por violencia; para ahondar en la “derrota mexicana”, nuestra diáspora es una de las más grandes del mundo: aproximadamente han migrado 13 millones, la mayoría a Estados Unidos; es penoso exportar seres humanos. Desaparecidos, desplazados, migrantes cuyo motivo con frecuencia es buscar refugio, ya sea por razones sociales, económicas, por amenazas o por falta de esperanzas (o por todas).
Me adjudico el derecho que confieren el papel vacío y la Palabra: los refugiados representan una forma sui generis de darwinismo social. El término puede parecer inadecuado, pero, ¿de qué otra forma se explican las matazones actuales en el mundo?, ¿cómo justificar que las cárceles en Estados Unidos estén pobladas por negros e hispanos y poco por anglosajones?, ¿cómo digerir que en las salas de urgencias estadounidenses se atienda al final a los “menos humanos”, i.e, negros, latinos? El darwinismo social explica esas cuestiones. Un ejemplo.
Son múltiples las Actas de Inmigración. La inmensa mayoría de las naciones cuentan con la suya. En Estados Unidos se han promulgado al menos 12 documentos. Reproduzco unas líneas de la Immigration Act of 1924. El Acta fue producto de una Ley Federal que “limitaba a 2%, en lugar del 3% permitido años atrás, el número anual de inmigrantes que podrían ser admitidos de cualquier país [...] la ley se promulgó especialmente para disminuir la inmigración de europeos del Este y sobre todo de africanos y de árabes”. El Acta se diseñó para “preservar el ideal de la homogeneización americana”. Si bien todos los países tienen derecho a cerrar sus fronteras, la crisis contemporánea de los refugiados se vincula con la colonización y el usufructo perpetuado por las naciones ricas en Asia y África, a lo que ni puedo ni quiero dejar de preguntar, ¿cuántos premios Nobel estadounidenses nacieron en el extranjero o son hijos de migrantes?
El darwinismo social es un tema ético. Francis Galton (1822-1911), primo, dato curioso —la vida es ilógica—, de Darwin, propuso un método de intervención social cuya finalidad era mejorar las características de la población. Para lograr su propósito, Galton sugirió que los matrimonios se conformasen por parejas exitosas para así mejorar las características de la prole. Su método recibió el nombre de eugenesia, “prima” del darwinismo social
El darwinismo contemporáneo expulsa a los dueños de sus tierras y mata a quienes heredaron las casas de padres y abuelos. En esa situación perviven en pésimas condiciones incontables millones de refugiados, apátridas y desplazados, la mayoría, mujeres y niños. En las listas de refugiados y desplazados hay colombianos, palestinos, darfureños, afganos, somalíes, sirios, ucranios, ruandeses, los miles y miles de menores hondureños, salvadoreños y guatemaltecos que fueron detenidos por la patrulla fronteriza de Estados Unidos, y lo que albergue el inacabable universo etcétera.
México 2024. Demasiados indocumentados (refugiados), desplazados, desaparecidos. En el último sexenio las cifras han aumentado. El incremento aterra. Aterra más la ausencia de soluciones.
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