Las mil y una vidas del Partido Verde

La alianza entre Morena y el Partido Verde Ecologista de México (PVEM) se perfila para dar jugosos réditos a una formación experta en optimizar sus pactos con otros partidos. De acuerdo con los conteos rápidos del árbitro electoral, se convertiría en la segunda fuerza política en Cámara Diputados, solo detrás de Morena, y pelearía por el tercero o el cuarto en el Senado. El resultado en el Poder Legislativo, superando al histórico PRI y al desventurado PRD, supone una sorpresa para un partido que hace menos de una década era aliado indiscutible del priismo de Peña Nieto y a principios del milenio pactaba por todo lo alto con el panismo de Vicente Fox. Ahora, su futuro es guinda y de la mano con la primera presidenta de México, Claudia Sheinbaum.

El senador con licencia Manuel Velasco, quien fungió como coordinador ecologista de la campaña de Sheinbaum, fue uno de los primeros en celebrar su victoria en redes sociales:“Es un honor estar hoy con la primera mujer presidenta en la historia de México. El país tendrá una presidenta preparada, de izquierda y que sabe dar resultados. Nuestra Patria estará en buenas manos. ¡Muchas felicidades Mi presidenta Claudia Sheinbaum! ¡Felicidades, México!”, redactó la felicitación junto a una fotografía donde se les ve juntos. Horas más tarde, siguió publicando mensajes de celebración junto a una victoriosa Clara Brugada y junto a todo el equipo morenista la noche de este domingo en el Zócalo de Ciudad de México.

El Partido Verde conseguiría, de confirmarse los resultados por el INE, entre 67 y 77 lugares en la Cámara de Diputados, mientras que Morena se ubica en este resultado preliminar como la primera posición con un estimado de entre 233 y 251 diputados. En Senadores, la polémica formación Verde obtendría entre 10 y 15 escaños. Aunque no fue la opción más votada, el convenio de coalición les permite tener esta cuota de representación tanto en la Cámara de Diputados como en la de Senadores.

El matrimonio entre Morena y la formación Verde va para largo. A finales de 2023 y tras un breve amago de rebelión por parte del PVEM, la organización cerró filas en torno a Sheinbaum, a quien ahora celebra como futura presidenta, y a Morena, como aliado indiscutible en las Cámaras de Diputados y Senadores. El partido oficialista sumó a sus filas al PVEM en busca de ampliar su mayoría parlamentaria. Con sus votos y los del PT puede llegar a obtener una mayoría calificada en el Congreso y sacar adelante las reformas constitucionales, que, hasta ahora, le ha bloqueado la Suprema Corte. Tras las votaciones de este domingo y considerando que la Cámara de Diputados está integrada por 500 legisladores, Morena y sus aliados reúnen el equivalente a las dos terceras partes, 334, de la Cámara para alcanzar una mayoría calificada. Falta todavía conocer los datos definitivos en el Senado.

El partido político, surgido en la década de los ochenta, ha fungido como una formación bisagra para los partidos en el poder. En el 2000 apoyó la candidatura de Vicente Fox por el PAN. En 2006 y hasta 2012 fue un aliado del priismo, hasta el punto de ser considerado como una marca blanca del antiguo partido hegemónico mexicano. Durante su etapa en la oposición, el propio López Obrador cargó en numerosas ocasiones contra la formación, calificándola de oportunista y corrupta. Sin embargo, el interés de Andrés Manuel López Obrador por tejer las mayores alianzas posibles lo llevaron a acercarse con el entonces gobernador de Chiapas y miembro del partido Verde, Manuel Velasco, en 2018.

A lo largo de su historia, el PVEM ha sumado multas por saltarse las normas electorales y diversos escándalos de toda índole han rodeado a este partido desde su formación, cuando Jorge Emilio González, el llamado Niño Verde y su padre Jorge González Torres manejaban la formación con estatutos leoninos. En sus inicios, el partido ensalzaba sus apoyos en las televisoras Televisa y TvAzteca, donde algunas de sus figuras más relevantes, presentadores y actores, prestaban su imagen para las campañas publicitarias partidistas. Más allá de su defensa al medio ambiente, en más de 30 años de trayectoria, el PVEM ha sido reconocido por sus radicales alianzas electorales con los que no solo ha conseguido sobrevivir, sino también ha alcanzado las grandes ligas de la política. En la arena política, sus polémicos movimientos han pasado por el fichaje de influencers, el apoyo a la iniciativa de la pena de muerte o la postulación de actores a cargos públicos.

Este nuevo capítulo, de la mano de Morena, no es una sorpresa para el investigador del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM. Juan Jesús Garza Onofre. El autor del libro sobre el PVEM, La Mafia Verde, explica que el PVEM desde sus inicios ha funcionado más como una franquicia, que como un partido político. “Es la única formación que ha llegado a la presidencia de la República de la mano de tres diferentes partidos políticos: llegó con el PAN en el 2000, llegó con Peña Nieto en 2012 y ahora llegará con Morena y Sheinbaum. Como buenos negociantes, cuando empezaron a ver las fracturas de los partidos tradicionales del PRI y del PAN, hicieron un primer acercamiento con Morena en Chiapas. Estos tipos de no tienen ideología, en lo que enfocan son en campañas de marketing, ellos fueron los primeros que empezaron a utilizar a artistas para llamar al voto, el Partido Verde en eso ha sido muy inteligente”, advierte.

Garza Onofre reconoce que el PVEM ha sabido jugar con las matemáticas para que esto les impacte en otros escaños de representación proporcional. “Es gente que tiene muy buenos abogados y de marketing. Quien sale perdiendo es la ciudadanía y el partido en el poder (Morena) porque aunque ahora lo vean como algo inofensivo, en la práctica, Morena va a tener que ceder en muchas de las concesiones y prerrogativas como ha sucedido con el PAN y con el PRI, y yo creo que eso le resta legitimidad a un movimiento que se dice de izquierda”, apunta.

El especialista recuerda que el Partido Verde siempre ha estado rodeado de la polémica y al bode de la legalidad. De hecho, en 2021, el Instituto Nacional Electoral (INE) le ordenó pagar la multa más alta hasta entonces dictada para un partido por romper la veda con 40,9 millones de pesos y la suspensión de un año sobre sus tiempos oficiales de radio y televisión tras confirmarse que pagó y utilizó los servicios de influencers para promocionar el voto a su favor en plena veda electoral. Pese al escándalo de ese momento, tres años más tarde este polémico partido puede ufanarse de una victoria en coalición con Morena y con el Partido del Trabajo, así como de que está a la puerta de tener más escaños que el histórico PRI en la Cámara de Diputados, en la próxima legislatura.

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