Sandra Cuevas quiere saltar al ‘ring’ de la política nacional
La alcaldesa de la Cuauhtémoc anuncia la creación de un movimiento político que tratará de consolidar como partido en 2025, en un evento en Ciudad de México con fuegos artificiales, confeti y guiños militares
Los primeros compases de Eye of the tiger estallan y en vez de Rocky Balboa entrenando en las escaleras del Museo de Arte de Filadelfia aparece Sandra Cuevas toda vestida de blanco en su entrada triunfal a la Arena México, uno de los templos de lucha libre de la capital. La alcaldesa de la Cuauhtémoc no ha venido a pelear con nadie en la tarde de este lunes, pero cualquiera lo diría entre la música épica, los fuegos artificiales que saltan a su alrededor y las luces epilépticas que sacuden el auditorio como anunciando una velada pugilística al más alto nivel. En su lugar, una de las políticas más imprevisibles y polémicas de la ciudad anuncia la creación de su propio “movimiento”, al que ha llamado “Organización por la Familia y la Seguridad de México”. La funcionaria pretende convertir la agrupación en partido para 2025, ya que se encuentra fuera de plazo para formalizarlo antes de las próximas elecciones presidenciales de este junio.
La responsable de la alcaldía con más peso de Ciudad de México es una experta en jugar al despiste, saltarse la lógica institucional y valerse más del espectáculo mediático que de la gestión política. En los últimos meses, se ha escorado notablemente hacia la ultraderecha, después de llegar al cargo como candidata del PRD, histórica formación de la izquierda mexicana. Sobre ella pesan acusaciones de “limpieza social”, hostigamiento a migrantes o una cierta obsesión por erradicar cualquier rasgo de la cultura popular de las calles. De su nuevo “movimiento” no ha dado datos concretos sobre el perfil ideológico, pero el discurso y la simbología lo aproximan al imaginario ultra populista.
“Si Dios me lo permite y todos ustedes me acompañan, lo vamos a convertir en un nuevo partido político en el año 2025″, ha anunciado entre carteles luminosos en los que se leía “Sandra Cuevas presidenta”. Después ha endurecido el gesto y mientras enfatizaba alzando el puño derecho ha gritado: “¡Por la familia! ¡Por la seguridad de este país! ¡Por la felicidad de cada uno de ustedes!”. La amalgama de conceptos es una fiel representación de su discurso general al frente de la Cuauhtémoc, donde ha tratado de erigirse como una justiciera implacable en pos del “orden y la disciplina”. Por el camino, hizo de la confrontación su marca al enfrentarse públicamente en cada ocasión que tuvo con Claudia Sheinbaum, jefa de Gobierno de la capital desde 2018 hasta el pasado junio, actual sucesora del presidente Andrés Manuel López Obrador como candidata de Morena en las próximas elecciones.
En el evento de este lunes, Cuevas ha dejado de nuevo que la parafernalia hablara por ella y apenas ha hecho una intervención de unos 10 minutos, donde ha dicho cosas como “la familia es la institución más antigua y la que todos los gobiernos de cualquier nivel deberíamos estar protegiendo”, sin especificar los hipotéticos peligros y amenazas que enfrenta. Todo su discurso ha girado en torno a la idea del “rescate a la familia” y la seguridad. Ha presentado el logo de la organización —un águila con ciertas reminiscencias al Partido Republicano estadounidense— y ha señalado que el próximo lunes informará de a qué partido político va a unirse hasta que pueda formalizar el suyo, aunque ha asegurado que no será Morena.
La funcionaria también ha afirmado que no dejará sus labores al frente de la Cuauhtémoc: “Afortunadamente, yo soy una mujer muy hábil y muy inteligente, duermo muy poco, entonces me da para atender ambas cosas. Me da para que de lunes a viernes pueda atender la alcaldía, como la he venido atendiendo, y sábado y domingo voy a dedicarme a hacer territorio, a hacer trabajo político, pero ahora en la Ciudad de México y en el país”, dijo en declaraciones recogidas por El Universal.
Cuevas no ha dejado pasar la oportunidad para atizar a la alianza Va por México, la coalición entre PRI, PAN y PRD con la que llegó al poder. El pasado noviembre ya arremetió contra ellos por “falta de proyecto” y anunció una “pausa” en sus relaciones. “Mientras ellos sigan con esa soberbia, esa arrogancia, la alianza, con la certeza de que van a ganar sin que pase nada porque lastimen a diferentes actores, pues difícilmente se va a poder construir, y a mí no me gusta perder el tiempo, me gusta caminar, me gusta edificar, me gusta construir, me gusta hacer la diferencia”. También ha agitado el fantasma de una teoría conspiranoica sin aportar ninguna prueba en la que, según ella, hay pederastas en dichos partidos, una acusación que forma parte del repertorio esgrimido por la extrema derecha estadounidense, con la que ha tenido contacto recientemente, para deslegitimar a sus contrincantes.
Cuevas ha llegado a la Arena México —con aforo para 12.000 personas, pero que ha estado lejos de llenarse— a bordo de su vehículo personalizado, una de sus últimas ocurrencias, una especie de boogie todoterreno negro conducido por ella misma y flanqueado por decenas de motoristas. En el interior del recinto, los asistentes, a los que habían repartido gorras y letreros con la cara de la política, la esperaban entre batucadas. Después de su entrada al compás de Survivor, se ha cuadrado junto a cuatro hombres vestidos de militares y armados mientras escuchaba el himno nacional y saludaba a la bandera.
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