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Terminar las obras y un “regaño” si meten las manos en la sucesión: el mensaje de López Obrador a los gobernadores de Morena

El presidente prepara un acto masivo de despedida el 1 de julio en el Zócalo, con la petición expresa a los mandatarios de que no utilicen el evento para expresar sus preferencias por alguno de los aspirantes de Morena

Andrés Manuel López Obrador, el pasado 13 de junio en Palacio Nacional.
Andrés Manuel López Obrador, el pasado 13 de junio en Palacio Nacional.Isaac Esquivel (EFE)
Zedryk Raziel

El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ha pedido a los gobernadores de Morena que se mantengan al margen del proceso interno con el que se definirá la candidatura presidencial del partido para las elecciones de 2024. El mandatario, que ha tomado las riendas del proceso sucesorio de Morena, ha afirmado que se debe procurar mantener el piso parejo para las corcholatas —apodo dado a los aspirantes presidenciales—, que ya han comenzado sus giras a los Estados, en campaña plena, de cara a la encuesta con la que el partido decidirá al candidato o candidata. Los gobernadores han sido los más reacios a obedecer la directriz de no expresar su apoyo ni utilizar recursos públicos a favor de alguno de los aspirantes. Este miércoles López Obrador los ha reunido en Palacio Nacional nuevamente para reiterarles la instrucción, con la advertencia, esta vez, de que habrá un “regaño” para el mandatario que desobedezca y vulnere la equidad que debe regir la contienda morenista, según han confirmado a EL PAÍS dos asistentes al encuentro, al que también acudieron secretarios de Estado y la dirigencia de Morena.

El presidente ha instruido a los mandatarios dejar a los aspirantes hacer por sí mismos el trabajo que implica la sucesión presidencial, esto es, visitar los Estados y entrar en contacto con las comunidades en busca del respaldo popular, un tipo de campaña a ras de suelo que ha caracterizado a López Obrador a lo largo de toda su trayectoria en la izquierda. “Dijo que no se metieran, que los dejen que hagan su lucha, con piso parejo”, han precisado las fuentes. El termómetro que medirá qué tanto se acata la instrucción del mandatario será el 1 de julio, día en que López Obrador ha convocado a una movilización masiva en el Zócalo capitalino.

López Obrador ha pedido que los gobernadores acudan al acto en un ánimo de cierre de filas en torno al proyecto de la Cuarta transformación, como él mismo ha bautizado a su periodo de Gobierno en alusión a las revoluciones que han transformado al país. Por ello, les ha exigido no “politizar” el evento, en el sentido de que no lleven porras a favor ni en contra de alguna de las corcholatas, pues el objetivo es mostrar unidad en el movimiento. En ese contexto fue que lanzó la advertencia a los mandatarios: “El presidente dijo: ‘si me entero de alguien que haga bulla a favor o en contra, va a ser merecedor de un regaño’”, han añadido las fuentes consultadas. Los gobernadores deberán movilizar ciudadanos para el evento, una práctica habitual en todas las demostraciones de músculo político del presidente.

Aunque la intención explícita del acto del 1 de julio es conmemorar un aniversario más del triunfo de Morena en las urnas, también tiene tintes de despedida del presidente. López Obrador ha entrado en el último año de su Administración y ha comenzado a preparar su salida, apurando la conclusión de proyectos y girando las últimas instrucciones, en un esfuerzo por dejar los menores pendientes posibles antes de entregar la silla presidencial. En la reunión de este miércoles, el mandatario ha solicitado a los gobernadores acelerar en sus Estados las obras del Gobierno y la cobertura de los programas sociales, y facilitar la coordinación con el Gobierno federal para afrontar el problema de la inseguridad.

López Obrador informó la mañana de este miércoles de que ya ha extendido la invitación al evento masivo a los aspirantes. Se espera la asistencia de al menos los cuatro principales contendientes morenistas: la exjefa de Gobierno de Ciudad de México Claudia Sheinbaum, el exsecretario de Exteriores Marcelo Ebrard, el exsecretario de Gobernación Adán Augusto López y el exsenador Ricardo Monreal. El recurso de las porras ya ha causado fricciones dentro de Morena. El ejemplo más evidente sucedió en el Consejo Nacional del partido del 18 de junio, donde un grupo de simpatizantes del excanciller Ebrard dedicó gritos e insultos a Sheinbaum. La exjefa de Gobierno hizo un reclamo airado en su momento, por lo que consideró una falta de respeto.

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Sobre la firma

Zedryk Raziel
Reportero de EL PAÍS México, especialista en la cobertura de asuntos políticos y de corrupción. Licenciado por la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM. Ha sido colaborador en el diario Reforma y el portal Animal Político. Es coautor de ‘El caso Viuda Negra’ (Grijalbo, 2022).

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