Economía acelera el paso con más de 800 millones de pesos en decomisos de mercancía pirata asiática

En plena escalada de tensión internacional por la próxima llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos, México ha acelerado el paso en su batalla contra la mercancía ilegal asiática en territorio mexicano. La estrategia del Gobierno de Claudia Sheinbaum contra la piratería, principalmente china, sigue en ascenso en diferentes puntos del país. En menos de siete semanas, la Administración de Sheinbaum a través de la Secretaría de Economía ha incautado más de 8000 millones de pesos en productos apócrifos. Zapatos, juguetes, ropa, alimentos, productos para bebés, forman parte de las mercancías decomisadas. No obstante, expertos refieren que los operativos forman parte de una actividad mediática, pero no calará para revertir la ola de mercancías ilegales que ingresan en el país a través de un sistema de aduanas porosas.

Sheinbaum dio el banderazo de salida de los denominados Operativos Limpieza a finales de noviembre pasado con un golpe en un conocido punto de venta de mercancía china, situado en el corazón de la ciudad de México. El primer decomiso, en el que participaron cientos de agentes, resultó en piezas ilegales incautadas por 7,5 millones de pesos. Días después, la acción se repitió en Hermosillo (Sonora), Saltillo (Coahuila) y Ensenada (Baja California). A estos decomisos se sumó esta semana Durango, con la incautación de tres millones de productos ilegales de origen asiático con un valor de 350 millones de pesos. En suma, las autoridades reportan que estos operativos han derivado en la investigación de unos 40 agentes aduanales y la cancelación, hasta el momento, de siete licencias de operación en el comercio exterior.

El secretario de Economía, Marcelo Ebrard, adelantó que este tipo de decomisos continuarán este año. “A esta fecha llevamos cinco entidades federativas y pensamos hacia el mes de febrero ver ya terminado todo el territorio nacional. Hemos encontrado en todas las entidades federativas presencia de tiendas de esta naturaleza (pirata), con varios miles de metros cuadrados” indicó el funcionario. La promesa federal de elevar el punto de mira sobre la mercancía pirata, principalmente proveniente de China, corre en paralelo a las recientes barreras arancelarias que el Gobierno mexicano ha fijado contra algunos productos y puntos de venta asiáticos.

Además de los operativos contra la llamada fayuca asiática, que entra por miles de millones de piezas en las aduanas, el Gobierno ha comenzado a elevar las barreras arancelarias sobre las importaciones chinas de textiles, acero y otros productos. Los fuertes lazos comerciales que tiene México con China se cifran en millones de dólares. De acuerdo con los datos oficiales más recientes, México tiene un déficit comercial con el gigante asiático de más de 78.000 millones de dólares y en 2023 este desbalance rebasó los 104.000 millones de dólares.

Con la incertidumbre en ascenso ante la próxima llegada de Trump a la Casa Blanca y sus amenazas de aumentar los aranceles a las importaciones chinas y mexicanas, el Gobierno mexicano ha puesto sobre la mesa un plan para sustituir las importaciones provenientes del gigante asiático. “Los desbalances pueden existir durante un tiempo, pero si se quedan y son desbalances gigantescos aparece un problema. Vamos a buscar qué productos estamos comprando de más en China para tratar de hacerlos en Norteamérica o en México”, declaró a finales del año pasado el secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O.

Adolfo Laborde, experto en comercio internacional del CIDE, asegura que estas acciones pretenden disuadir la importación de productos chinos a México, sin embargo, considera que los llamados operativos limpieza son solo una estrategia publicitaria para que Estados Unidos vea que esta Administración sí está comprometida a frenar la avanzada del gigante asiático en América del Norte, pero que, en el fondo no cambiarán la relación comercial bilateral entre México y China. “No creo que esto revierta el déficit comercial que México tiene con China porque ya hay una profundización de las cadenas y de la importación de bienes de capital y maquinaria muy fuerte y va a ser muy difícil convencer al empresariado mexicano que deje de comprar estos bienes chinos”, refiere.

Ignacio Martínez Cortés, coordinador del Laboratorio de Análisis en Comercio, Economía y Negocios de la UNAM, abunda en que estos operativos contra productos piratas no atacan el problema comercial de fondo que tiene México con China y tienen un alcance muy limitado frente a los puntos que más preocupan a Washington y que versan sobre migración, fentanilo e inversión tecnológica. “Lo que México está atacando son importaciones que no pesan en la seguridad comercial de Estados Unidos, son mercancías con escaso valor tecnológico. A partir del 20 de enero, cuando Trump llegue a la presidencia, Washington va a presionar a México para que se contenga desde México la inversión tecnológica que China está realizando en América Latina y el Caribe” prevé.

Martínez hace énfasis en que las toneladas de mercancía hasta ahora incautada en los centros comerciales de los Estados solo son un botón de muestra del enorme entramado de corrupción que permea en las aduanas, a cargo del Servicio de Administración Tributaria (SAT), y de que son los grandes contribuyentes, es decir, empresas grandes, que tienen permisos expedidos por la Secretaría de Economía, quienes compran estos lotes de mercancías para después comercializarlas en el país.

El experto añade que Washington está presionando a México para que se establezcan medidas para que no se permita la inversión tecnológica de China en México, el combate a la importación de fentanilo proveniente de China que atraviesa México y que se coloca en Estados Unidos y, en un tercer punto, EE UU también busca frenar la inversión automotriz china en México. “Las medidas que México ha implementado en torno a poner aranceles compensatorios a textiles, telas, aluminio, acero provenientes de China no aminoran la fuerza que está impulsando China en torno a su nuevo modelo de desarrollo a través de las fuerzas productivas de calidad”, zanja.