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Pemex recorta sus gastos de exploración y producción en más de 26.700 millones de pesos

La medida, bajo la nueva dirección de Víctor Rodríguez Padilla, busca ser un balón de oxígeno frente a un endeudamiento total de la petrolera de más de 99.300 millones de dólares

Pemex
Los precios de combustible son anunciados en una gasolinera de PEMEX en Ciudad de México, en mayo de 2023.Luis Antonio Rojas (Bloomberg)
Karina Suárez

Pemex, la petrolera más endeudada del mundo, alista un fuerte recorte presupuestal en el último trimestre de este año. La dirección de Pemex Exploración y Producción (PEP), a cargo de Néstor Martínez Romero, ha puesto sobre la mesa la reducción de su gasto en 26.770 millones de pesos (1.340 millones de dólares). Fuentes allegadas a la paraestatal han confirmado este ajuste a la baja en sus recursos, ante el alto nivel de endeudamiento financiero de la petrolera de 99.390 millones de dólares. Las áreas de perforación, extracción y mantenimiento tendrán que reducir sus gastos durante octubre, noviembre y diciembre. El ajuste supondrá una caída en la producción de crudo por 5.805 barriles diarios, según los propios análisis internos de la paraestatal, un nuevo golpe para una petrolera que acumula años de estancamiento en su producción, lejos de los más de 2,5 millones de barriles diarios que se extraían en 2013.

De acuerdo con el oficio de Pemex, publicado el pasado 11 de octubre, el director Martínez Romero ordenó a las oficinas regionales que priorizaran la perforación de pozos en función de su valor. Además, pide diferir las actividades administrativas, postergar el programa de adquisición sísmica hasta el próximo año y limitar el saneamiento y restauración solo para casos imprevistos. Aunque este diario solicitó a Pemex su postura sobre este recorte presupuestal, no se ha obtenido respuesta.

A menos de tres semanas de asumir el cargo, el Gobierno de Claudia Sheinbaum y la nueva dirección de Pemex ya está dando un giro a la narrativa de “apoyo incondicional” a favor a la paraestatal del sexenio anterior y que se tradujo en inyecciones directas por más de un billón de pesos. Pese a esta misión de rescate financiero, la petrolera estatal aún carga con una deuda financiera de casi 100.000 millones de dólares y 19.726 millones de dólares de adeudos a proveedores. Solo en 2025, la petrolera tiene vencimientos de deuda por 7.100 millones de dólares.

El recorte presupuestal, necesario para sanear sus finanzas, tendrá una repercusión operativa en una baja de producción en más de 5.000 barriles diarios. De concretarse esta baja, la extracción de Pemex sumará una nueva debacle a unos resultados que, hasta agosto de este año, van a la baja. Las cifras oficiales dan cuenta de que en agosto pasado la petrolera produjo solo 1,4 millones de barriles diarios, una reducción de 6,1%, respecto a al mismo mes de 2023.

Luis Miguel Labardini, experto en temas de energía, califica el recorte como un ajuste responsable de la nueva Administración, considerando las restricciones financieras que enfrenta Pemex y la necesidad de resolver el adeudo con sus contratistas que ya tienen facturas vencidas y cuyo montó ronda ya los 20.000 millones de dólares. “El oficio habla de no afectar las actividades prioritarias para la producción, por lo que el resultado depende de que las decisiones que se tomen sean las correctas. Mi impresión es que el equipo entrante, sobre todo en Exploración y Producción es muy capaz y experimentado y estarán tomando mejores decisiones. Aun así, Pemex requiere de una cirugía mayor, que tome en cuenta que el problema es las grandes pérdidas de refinación, y el exceso de deuda”, apunta.

El recorte presupuestal de la petrolera estatal ocurre al unísono de un cambio normativo, avalado ya por el Senado mexicano. Este jueves, la Cámara Alta aprobó los cambios en materia energética que dan prioridad al Estado en la generación de energía eléctrica y petrolera. La reforma establece que Pemex y la Comisión Federal de Electricidad (CFE) volverán a considerarse empresas públicas estatales, borrando así la reforma priista de 2013 que consideraba a estas firmas como “empresas productivas del Estado”.

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Sobre la firma

Karina Suárez
Es corresponsal de EL PAÍS en América, principalmente en temas de economía y sociedad. Antes trabajó en Grupo Reforma. Es licenciada en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y Máster de periodismo de EL PAÍS.
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