La refinería Dos Bocas debuta en la producción de gasolinas: 1.144 barriles diarios en agosto

El proyecto energético emblema de este Gobierno, la refinería Dos Bocas en Tabasco, finalmente está tomando camino. A poco más de un mes de que inició operaciones formalmente comenzó la producción de gasolina desde el complejo industrial de Tabasco: 1.144 barriles diarios de gasolina Pemex Magna, según los datos operativos dados a conocer este miércoles por la petrolera estatal. Esto supone un punto de inflexión para una factoría que en julio pasado, su primer mes de producción, solo obtuvo diésel —combustible usado en camiones— y coque. Así, este agosto, la refinería Dos Bocas elevó sus métricas de operación, procesó 84.128 barriles diarios de petróleo, un alza del 29% respecto al mes previo, produjo 39.000 barriles diarios de petrolíferos y diversificó su oferta al entregar los primeros litros de gasolina.

En el desglose de las cifras, la recién estrenada refinería obtuvo 28.364 barriles diarios de diésel, un aumento del 30%, respecto a la producción de este combustible en julio y 9.506 barriles diarios de coque, también un alza si se comparan los poco más de 8.000 barriles de este combustible del mes previo. El coque es un producto con alto poder calorífico, utilizado en las empresas fundidoras y acereras.

Los primeros litros de gasolina obtenidos desde la refinería Olmeca, en Dos Bocas, Tabasco, suponen uno de los anhelos más añorados del presidente López Obrador dentro de su plan de soberanía energética. No obstante, el debut de la refinería en este producto aún es discreto. Los poco más de mil barriles diarios de gasolinas representan menos del 1% de la producción nacional. Solo en agosto, Pemex produjo un total de 289.526 barriles diarios de gasolinas en sus siete centros de refinación, incluida Dos Bocas. La refinería de Salinas Cruz (Oaxaca) lideró la producción con más de 72.600 barriles por día, seguida por la factoría de Tula (Hidalgo), con 64.692 barriles diarios. Además, Pemex es dueña de la refinería Deer Park, en Texas, con una producción diaria de 250.000 barriles de gasolinas, diésel y turbosina.

Desde el inicio del sexenio, la construcción de la refinería Dos Bocas fue una prioridad para el presidente y, por ende, para la entonces secretaria de Energía, Rocío Nahle. Sin embargo, el despegue del magno proyecto presidencial no ha estado exento de turbulencias. En el arranque de su mandato, López Obrador había prometido la construcción en un tiempo récord de tres años, dando como plena fecha de producción 2022. El cronograma en papel chocó con una realidad sobre el terreno en el que fueron frecuentes los atraso, la falta de planeación y los errores técnicos. A medida que se acumulaban los plazos sin cumplir también aumentaban los costes. En un inicio, Dos Bocas costaría 8.000 millones de dólares. En los últimos cinco años este presupuesto superó ya los 16.800 millones de dólares y fuentes allegadas al complejo consultadas por el este diario dan cuenta de una falta de integración entre los equipos y procesos. En la magna obra participaron más de 160 empresas. El director de Pemex, Octavio Romero, aseguró más recientemente que esta factoría procesará 177.000 barriles diarios de crudo en lo que resta de 2024, una cifra lejana a su capacidad instalada para procesar hasta 340.000 barriles diarios de petróleo.

El analista energético, Ramsés Pech, advierte de que aunque ya está saliendo gasolina de Dos Bocas, aún no es en la cantidad suficiente y acorde a su diseño de eficiencia. “La refinería debería estar sacando alrededor de un 50% de gasolina por cada barril procesado. Hoy solo se está sacando un 2% y se tiene una mayor cantidad de diésel, alrededor de un 43%, esto significa que algunos equipos continúan en pruebas y la refinería no ha alcanzado su producción con base en su diseño de construcción”, menciona. La refinería está diseñada para procesar más de 340.000 barriles diarios por crudo, hasta ahora solo procesa 84.128 barriles diarios, un 25% de su capacidad total.

Pese a que el arranque de Dos Bocas ha sido más lento y costoso de lo que se esperaba, el presidente de México celebró por todo lo alto el mes pasado cuando dio, oficialmente, el banderazo de salida de su proyecto insignia. “Puedo decir misión cumplida”, celebró López Obrador en agosto pasado, al pie de la mole de concreto de Dos Bocas. Arropado por sus simpatizantes, el mandatario hizo un recuento de su proyecto de Gobierno. Ahora, a unos días de pasar la estafeta a su sucesora, Claudia Sheinbaum, López Obrador, dejará en las manos de la próxima presidenta el objetivo de consolidar la operación de una magna refinería, con una capacidad de procesar más de 340.000 barriles diarios de petróleo.

Apúntese gratis a la newsletter de EL PAÍS México y al canal de WhatsApp y reciba todas las claves informativas de la actualidad de este país.