López Obrador adelanta la inauguración del tren interurbano México-Toluca con solo la mitad del recorrido

La obra está incompleta, pero el presidente Andrés Manuel López Obrador no pudo esperar para inaugurarla. Este viernes, un día después de que tomó posesión como gobernadora del Estado de México su cercana aliada Delfina Gómez, el mandatario ha encabezado una ceremonia llena de tintes patrióticos para cortar el listón del tren que conectará a dicho estado —desde Toluca— con la capital mexicana.

Diseñado para transportar a 230.000 personas que habitan y trabajan en la megalópolis más grande del país, el tren que va de la ciudad de Toluca hasta la Ciudad de México recorrerá 57,7 kilómetros. Esto, una vez terminada. Hasta ahora sólo operarán 20 kilómetros, informó el Gobierno. El retraso en la obra no fue por falta de tiempo. Heredada de la Administración anterior, López Obrador la recibió con un avance del 85%. Solo cuatro estaciones están habilitadas actualmente y se espera que el resto abran en abril del próximo año.

Se estima que el costo final de la obra sea de 94.000 millones de pesos, según informó el presidente, a pesar de que el monto inicial se estimaba en unos 30.000 millones. “Es presupuesto público, no deuda. Podíamos haber dicho que se quedaría pendiente, pero esos 30.000 que ya se habían invertido se iban a quedar tirados”, dijo López Obrador.

La Auditoría Superior de la Federación (ASF), un órgano que se desprende del Congreso con el mandato de revisar las cuentas públicas, identificó irregularidades en el gasto de esta obra desde la Administración anterior. En su estudio de la Cuenta Pública de 2021, la ASF encontró un posible daño al erario por más de 70 millones de pesos, así como mala calidad de construcción en algunas estaciones.

Conforme se acerca el fin del sexenio de López Obrador, el sector de la construcción ha retomado fuerza. López Obrador cerró la llave de los recursos públicos destinados a obras de infraestructura que no son emblemáticas de su Administración (como el turístico Tren Maya en la Península de Yucatán y la refinería de Pemex en Tabasco) durante los primeros años de su mandato. Esto cambió este año, cuando el Gobierno incrementó el gasto en obras públicas, entre ellas el tren interurbano. En un reporte reciente, el banco central recopiló opiniones de directivos empresariales quienes consideraron que los avances en esta obra “impulsaron la construcción pública”.

Una vez terminada la obra, la movilidad puede impulsar hasta en 30% la actividad económica de seis municipios del Estado de México que serán conectados, según ha estimado el Consejo Coordinador Empresarial (CCE). Uno de los beneficios de la obra es que se espera reduzca el tiempo de recorrido de los 58 kilómetros de más de dos horas a 39 minutos.

En la víspera de las celebraciones del aniversario 213 de la independencia mexicana, la cual se celebra a la medianoche del 15 de septiembre, López Obrador bautizó el tren como El Insurgente, en honor a las fuerzas rebeldes que lucharon y “dieron su vida” por la independencia del país.

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