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Claudia Sheinbaum
Columna
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El lodazal que viene

La nueva Fiscalía es el escenario en el que serán tratados los opositores. Quizá satisfaga al morenismo siempre sediento de sangre opositora

Es claro: el Gobierno va por todo. La concentración de poder de la que hacen gala en estos días la presidenta Sheinbaum y sus acólitos, es un recuerdo ―por si alguien lo había olvidado― de que tienen el poder y lo poco que no tenían se lo han adjudicado en unos cuantos meses. Es de llamar la atención la celebración que hacen ellos mismos de las muestras de poder de la presidenta. Demostraciones que, imagino, son para los propios militantes de Morena que no concuerden con la presidenta. A los demás ya nos había quedado claro que lo que considerábamos prudente y equilibrado, lo que propiciaba un diálogo o una convivencia democrática, nada más no tiene cabida en este mandato.

La “toma” de la Fiscalía, “el quinazo”, el “golpe de timón” de la presidenta se celebró como si hubiese sido un revés demoledor a los opositores cuando en realidad fue un acto que evidenció el desastre que fue la procuración de justicia en el lopezobradorato. La presidenta ya tiene todo lo necesario para actuar en materia de seguridad, por ejemplo, sin obstáculo alguno. Nadie, ningún presidente de los tiempos modernos había tenido tanto poder acumulado como Sheinbaum: bajo su mando están los tres poderes, sin que ninguna protesta pueda alcanzar el oído presidencial. Así es esto: el ganador toma todo.

Se ha repetido hasta el cansancio: la 4T es un viaje al priismo de la época dorada. Lo fue con López Obrador y lo es ahora con Sheinbaum. Los que tenían alguna fe en la formación de izquierda de la presidenta, pueden perder toda esperanza. Así pasamos en unos días de la supuesta fiscalía autónoma a la procuraduría subordinada a la presidencia como en el pasado. Procurar justicia será la misión de la nueva fiscal, que también ha mostrado con nitidez que un objetivo es procurar joder a la oposición. “No habrá impunidad”, dijo en el Senado viendo claramente hacia las bancadas opositoras. Y ya empezó. La nueva Fiscalía es el escenario en el cuál serán tratados los opositores. Tan solo esta semana fue encarcelado un priista -ciertamente un delincuente rapaz- y se anunció que procedería penalmente contra la presidenta de la asociación Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad. Eso sí, quitaron el término “terrorista” a la explosión del coche bomba en Michoacán, no se vayan a enojar los narcos. Contra los opositores todo, contra los narcos, lo que permita la prudencia.

Quizá estos dos ejemplos de Godoy den amplia satisfacción al morenismo siempre sediento de sangre opositora y es un claro aviso de lo que viene. No se van a detener. Noviembre fue un mes para el olvido de la presidenta. El país se convirtió en un polvorín de protestas por todos lados: desde agricultores y transportistas a jóvenes urbanos. Y no es gratuito. No fue solamente noviembre, la carga de irritación ciudadana viene del verano corrupto de Morena. Meses de escándalos interminables de los liderazgos del partido en el poder terminaron por pasar factura. En la encuesta de Enkoll y El País, un 59% de la población reprueba la manera en que la presidenta ha tratado de combatir la corrupción.

Es posible que el encarcelamiento del priista César Duarte y la persecución de la opositora María Amparo Casar tengan que ver con armar escándalos del lado opositor. Nos quieren cambiar a los Duarte del PRI por Adán Augusto y Pedro Haces. Se sabe: si te ven como un cerdo, lo que procede es ensuciar a tu contrincante para que quede igual. En esas estamos: se viene un lodazal.

@juanizavala

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Sobre la firma

Juan Ignacio Zavala
Consultor en comunicación política y analista de la vida política mexicana. Ha participado en diversos medios de comunicación como polemista y comentarista. Ha sido responsable de comunicación de instancias como el PAN, la presidencia de la República y la FGR. Es autor de varias novelas, entre ellas 'Polarizados, una guerra'. íntima".
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