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Los vecinos de los heridos en Iztapalapa: “Ella tiene quemaduras en el 90% del cuerpo, pero consiguió salvar a la bebé”

Una brutal explosión de una pipa de gas en Ciudad de México deja al menos 8 fallecidos y 94 heridos

Micaela Varela

Karen Millán vio a su vecina Alicia Matías salir de casa el miércoles a las 9.00 de la mañana. La mujer, de 50 años, trabaja como checadora en las combis que paran cerca del puente de la Concordia, en Iztapalapa, al suroriente de Ciudad de México. A las 14.07, una pipa que transportaba 49.000 litros de gas licuado de petróleo volcó sobre el puente provocando una fuga masiva. El impacto generó una explosión y ráfagas de fuego de al menos 30 metros de altura. Millán vio la tragedia en las noticias y desde ahí identificó a Matías entre las fotos de los heridos. La mujer seguía cargando a su nieta Azuleth, una bebé de apenas dos años, a la que solía llevar a trabajar con ella. La vecina logró llegar al Hospital General 53 entre el tráfico paralizado, adonde habían llevado a Matías y a otra quincena de lesionados. “Ella tiene quemaduras en el 90% de su cuerpo, pero consiguió salvar a la bebé en sus brazos”, narra Millán. El accidente ha dejado de momento 8 fallecidos y 94 heridos, 22 en estado crítico.

La brutal explosión paralizó este miércoles la capital mexicana. El volcamiento de una enorme pipa de gas generó una onda expansiva que ha afectado a más de 18 vehículos en los límites entre las alcaldías de Iztapalapa y Chalco, ya en el Estado de México. La zona, a la que han llegado equipos de emergencia por tierra y aire, se ha mantenido detenida toda la jornada. Tanto bomberos como marinos, integrantes de la Guardia Nacional, policías y personas de las Fiscalías de las dos entidades, se desplazaron al lugar de la explosión, ocurrido en un importante nudo vial.

La mayoría de los heridos han sido derivados a hospitales de la zona, como el Hospital José María Morelos y Pavón, el Regional Zaragoza del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), el Regional de Iztapalapa y al Hospital General de Zona Número 53.

Miguel Maldonado. Pérez Salazar. Martínez Molina. González Sarate. Son algunos de los nombres que vociferan durante la noche los guardias de seguridad del Hospital General 53, a solo medio kilómetro del lugar donde a pipa explotó e incendió los vehículos a su alrededor, para ubicar a los allegados de algunos de los 16 heridos. Después de los momentos de caos, vendedores de los puestos ambulantes de la zona van regalando tortas y jugos para los familiares que no han podido pasar a la sala de urgencias. Los vecinos se han organizado también y han montado mesas para repartir café y ponche.

Gabriela Mendoza recibe una bebida le calienta las manos mientras hace guardia a las puertas de urgencias durante la noche. Es la abuela de Azuleth y, aunque hace un año que no la ve por una pelea que tuvo su hijo con su pareja, no ha dudado en sortear el tráfico con una moto para llegar al hospital y aguardar noticias de la pequeña. No sabe en qué estado está, ni ha podido hablar con ningún médico, y desconoce si hay más familiares de la parte de su nuera en el lugar. “Es desesperante, solo espero que esté bien, está demasiado chiquita”, dice preocupada. Sabe que a su consuegra, que ingresó con la niña, se la llevaron al hospital Magdalenas Salinas por la gravedad de sus heridas.

Cruzando la calle, Romina Hernández espera junto a su familia que digan el nombre de su tío. Ella es sobrina de Juan Antonio Hernández Betancourt, otro de los lesionados que ha ingresado en este hospital. Hernández suele viajar mucho por trabajo, tanto dentro como fuera de la ciudad. Al hombre le agarró la explosión en la carretera a apenas a 20 minutos de su casa, en la Zona Urbana Ejidal Santa María Aztahuacan. La joven y su familia han llegado juntos al hospital, un grupo que con el paso de las horas se hace más grande para hacerse compañía y abrazarse en la angustia de la espera.

No son tantas las familias en la entrada de urgencias del Hospital General 53. El centro solo permite ahora el paso de un acompañante por herido, por lo que sobrinos, hermanos, tíos y primos esperan pacientemente con el gesto congelado y la mirada fija en las puertas de metal, junto a las cámaras de televisión. Mientras fuera continúa el ruido del tráfico que desvían los policías, las ambulancias salen del hospital con las sirenas puestas y trasladan a los heridos de más gravedad a centros con más recursos para atenderles.

En el Hospital Regional de Iztapalapa, Sara Martínez lleva cuatro horas esperando fuera a su tía, Lucía Martínez, de 42 años. Dice que cuando vio los vídeos de la explosión en TikTok una de las mujeres que corre pidiendo auxilio del fuego, con playera blanca y pantalón fucsia, es Lucía, que trabaja en una lavandería de la zona. “No aparece en las listas, pero se la ve desaparecer en las llamas en los videos”, asegura. Sus primos la están buscando en otros hospitales, pero todavía no saben nada de ella. La mayoría de pacientes del Hospital Regional de Iztapalapa ya han sido trasladados.

El director del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), Martí Batres, ha informado que los hospitales de esta institución han atendido a al menos 32 personas, de las cuales 17 están en el Hospital General José María Morelos y Pavón. El Hospital Ignacio Zaragoza ha recibido a 11 pacientes, de los cuales tres están en estado muy grave. Por su parte, la jefa de Gobierno, Clara Brugada, ha informado a las 22:30 que solo se habían dado de alta a 10 personas.

La evolución de los heridos se irá reportando en las próximas horas, según ha avanzado Brugada, que ha dado a conocer los nombres de 68 lesionados y otros dos que siguen sin ser identificado. “Continuaremos de manera estricta con el apoyo médico a las víctimas de este hecho”, ha dicho la mandataria: “A través del número 55 5683 2222 de atención emergencias, estamos brindando información a las personas que buscan a sus familiares”. La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, también se ha referido al accidente en su cuenta de Twitter: “Externamos nuestra solidaridad y apoyo a los familiares de tres personas lamentablemente fallecidas y los lesionados”.

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Sobre la firma

Micaela Varela
Es periodista de EL PAÍS en Ciudad de México. Nacida en Argentina y criada en Valencia, España. Graduada en la carrera de Periodismo en la Universitat Jaume I y máster de Periodismo en EL PAÍS. Escribe sobre derechos humanos, sociedad y cultura.
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