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Kenia López Rabadán: “Estoy segura de que la fotografía de las tres presidentas llegará”

La presidenta del Congreso mexicano recibe a EL PAÍS en su oficina tras días de incertidumbre sobre su nombramiento. La diputada panista ha decidido poner en pausa el debate frontal contra el oficialismo para dirigir el legislativo

kenia lopez rabadan
Elia Castillo Jiménez

Kenia López Rabadán (Ciudad de México, 50 años), visitó por primera vez el Palacio de San Lázaro, —sede de la Cámara de Diputados—, a principios de los años 90, un paseo universitario encabezado por Abel Vicencio Tovar, su mentor en la facultad de Derecho de la UNAM y exdirigente del Partido Acción Nacional (PAN). Fue el catedrático quien la inspiró para sumarse a las filas de la agrupación política que logró romper con 70 años consecutivos de Gobiernos del Partido Revolucionario Institucional (PRI). La majestuosidad del salón de plenos le causó una impresión que recordó en su toma de protesta, hace unos días. Treinta años después de ese capítulo, la hija de Silvia Rabadán, una modesta comerciante de comida, ha sido nombrada como la décima segunda mujer en ocupar la presidencia de la Cámara de Diputados y, por añadidura, del Congreso mexicano. “No soy hija de ningún político de abolengo, de ningún empresario, soy hija de una mujer luchadora”, dice con la voz cortada.

Su agenda es una locura. Su aplicación de WhatsApp registra 3.000 mensajes no leídos. En medio de una montaña de solicitudes, hace un espacio para recibir a EL PAÍS. Su oficina comienza a tomar forma; en el escritorio por el que han pasado 100 presidentes antes que ella, se asoma una foto familiar. La legisladora irradia felicidad, aún no asimila que todo se haya acomodado para que asumiera el cargo; tres días antes se desmoronaban sus esperanzas. Morena lo pudo haber evitado. Rabadán ha dejado en pausa el debate beligerante y el discurso frontal que le caracterizan para convertirse en una panista políticamente correcta y así evitar cualquier elemento que impidiera su objetivo. Su nombramiento, dice, “demuestra la necesidad de tener pluralidad en la toma de decisiones”. La legisladora se dice segura de que llegará la instantánea que capture a las tres mujeres que en este momento ocupan tres importantes espacios de poder. Claudia Sheinbaum, en la presidencia de la República; Laura Itzel Castillo, en el Senado, y ella en la Cámara de Diputados.

P. Es tiempo de mujeres. En este contexto, ¿cuál es la responsabilidad que conlleva ser presidenta de la Cámara de Diputados?

R. Es tiempo de mujeres en la toma de decisiones, en el poder. A eso las feministas, lo llaman igualdad sustantiva. He sido feminista desde hace un cuarto de siglo, cuando no era popular serlo. Empujé todas las reformas constitucionales [de paridad] porque sabía que esto tenía que pasar; llegamos más de medio siglo tarde a las grandes reformas. Vengo de una familia de mujeres luchadoras. Mi mamá tenía un negocio muy humilde de comida, igual que mi abuela, que no sabía leer ni escribir. Había un matriarcado, mi mamá era de avanzada, acabó una carrera técnica, yo tengo un doctorado y quiero que eso les pase a todas las mujeres en este país. Se llama movilidad social. Me da muchísimo gusto que tengamos a la primera mujer presidenta en la historia de este país, que haya una mujer en la presidencia del Senado y yo en la presidencia de la Cámara de Diputados. Esa fotografía algún día llegará, estoy segura, por pluralidad. Es una gran oportunidad de demostrar que las mujeres podemos hacer política de la buena.

P. ¿Ha sido difícil abrirse paso en la política siendo mujer?

R. Por supuesto, he tenido muchas experiencias a lo largo de 28 años de servicio público, pero hay millones de mujeres en circunstancias más complicadas. A ellas son a quienes quiero representar. No soy hija de ningún político de abolengo, de ningún empresario; soy hija de una mujer luchadora. Silvia Rabadán, mi mamá. Se fue hace poquito.

Kenya López durante entrevista en Ciudad de México.

P. ¿Cuál es el reto más importante al que se ha enfrentado como mujer?

R. Mi mayor reto es lograr que se respeten mi posición y hacer valer mi derecho a tomar mis propias decisiones. Tengo autonomía, autodeterminación y un nombre propio. Cuesta muchísimo trabajo, pero es lo que todas las mujeres en la política tendríamos que anhelar.

P. ¿Cómo ha compaginado su vida personal con su carrera política? ¿Tiene hijos, esposo?

R. Tengo a mi novio-esposo. Es el amor de mi vida. No tengo hijos. Decidí hacer del servicio público una prioridad y fue totalmente deliberado.

P. ¿Vive en la justa medianía?

R. No tengo un departamento en Nueva York, ni un yate en Ibiza, ni una cuenta en Suiza, pero soy muy feliz haciendo lo que hago. Vivo en la justa medianía. Ahí están mis declaraciones patrimoniales. Mi vida ha sido tan bendecida que ahora que estaba tomando protesta, dije: ¿Qué es esto? Entré hace 28 años de asistente legislativo de la diputada Patricia Garduño, ni siquiera hablaba con ella, era asistente de su asistente.

P. ¿Ha sufrido violencia política?

R. Sí. Hace años buscaba una candidatura y no tuve la posibilidad de obtenerla porque la decisión la tomaron puros hombres que terminaron dejando a un hombre que formaba parte de su red de amigos. Era muy difícil para mí construir acuerdos. No tomo alcohol. Tenía que construir acuerdos políticos en desayunos. Hoy las mujeres, entre otras cosas, tenemos un espacio reservado por la paridad total. Podemos construir acuerdos sí o sí. Hay 250 curules para las mujeres y la mitad del Senado.

P. ¿Cuándo supo sobre su nombramiento? Se dice que desde que inició la legislatura lo acordó con el dirigente del PAN, Jorge Romero, y se lo prometió a cambio de la coordinación. ¿Es cierto?

R. Supe que iba a ser presidenta de la Cámara el martes, pero yo lo construí. Hace un año delineé un objetivo y una estrategia. Mi estrategia fue dejar de debatir, de entrar en la polarización. Para el PAN, la mesa directiva era una prioridad.

P. ¿Por qué es prioridad?

R. Porque es la materialización de la pluralidad en este país.

P. ¿Por eso cambió la postura frontal a una menos estridente?

R. No puedes tener un debate ríspido, agudo, y después esperar que voten por ti. Construí la posibilidad de estar en la presidencia, y lo hice como se tiene que hacer: con ética y con respeto a la ley. Hay tiempos para debatir y hay tiempos para dirigir y hoy es tiempo de dirigir. Estoy absolutamente clara de que represento la pluralidad. El Poder Legislativo hoy tiene dos mujeres en la presidencia. Una forma parte del partido en el Gobierno y otra, yo, de la oposición. Se llama pluralidad y beneficia a todos: al país, a los ciudadanos y a los partidos políticos.

P. ¿Qué opina sobre la versión de que Morena, premeditadamente, alargó su toma de protesta porque no querían correr el riesgo de que usted hiciera alguna grosería que manchara la entrega del primer Informe de Gobierno de la presidenta y que no querían que la oposición saliera en la foto de la instalación de la Suprema Corte?

R. Estoy segura de que una foto plural le hace bien a todos: al Gobierno, a la presidenta y a la oposición.

P. ¿Cree que pueda ocurrir en la ceremonia del 16 de septiembre?

R. Ellos definirán cuándo llegará esa foto. Hay demasiada polarización en este momento y no voy a abonar a ello.

P. Con este contexto, ¿cuál es su reto?

R. Construir acuerdos con los grupos parlamentarios para que los procesos deliberativos se den de la mejor manera. Debate tendrá que haber, porque para eso es el parlamento. Que mis decisiones sean aceptadas por la mayoría, respaldadas por la ley, que no sea una decisión que venga del estómago o de mi militancia. Los legisladores tienen derecho a decir lo que piensan. Hay que dirigir las sesiones, no incidir en ellas.

P. ¿Cuál será el sello de su presidencia?

R. Una presidencia con un sello a favor de las mujeres. Quiero hacer política con mis compañeras legisladoras para empoderarlas desde su posición, ser una facilitadora para que puedan hacer mejor su trabajo. Debemos demostrar que las mujeres podemos ser grandes aliadas, que podemos tener una red de protección, incluso en la política, más allá de los partidos. Y también que haya institucionalidad para que este cuerpo colegiado de 500 personas pueda dar un rostro honorable y positivo a los ciudadanos. Si logro esas cosas, lo habré hecho bien.

Kenia López Rabadán asumió la presidencia de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados el 2 de septiembre.

P. ¿Cómo evitar encontronazos como el que se vivió en la Comisión Permanente la semana pasada?

R. Con apego a la legalidad y con altura de miras. Se necesita prestigiar la política, el Congreso, la Cámara de Diputados. Estaré trabajando todos los días para que eso suceda.

P. ¿Qué destaca de la agenda que tiene?

R. Esperamos el Paquete Económico. El próximo lunes vendrá el secretario de Hacienda, Edgar Amador Zamora, a entregarlo y ojalá podamos construir un presupuesto a favor de las mujeres. Tenemos un rezago legislativo importante. Hay 130 dictámenes pendientes en la Mesa Directiva y trataré, junto con la Junta de Coordinación Política, con los coordinadores y las comisiones, de construir una ruta que permita llevarlos al pleno.

P. ¿Cuál es su postura sobre la reforma electoral?

R. Seré muy respetuosa de las propuestas que se presenten. Soy demócrata y la fortaleza de las instituciones que garanticen la democracia siempre serán prioritarias para mí. Que el voto que cada ciudadano deposite en una urna sea respetado.

P. ¿Está de acuerdo con la desaparición de los legisladores de representación proporcional y en la reducción al financiamiento para los partidos?

R. No hay una iniciativa que tenga esa consecución. Prefiero esperar. Tengo que conducir ese debate y tendré que hacerlo objetivamente.

P. ¿Considera que la relación entre la oposición y la presidenta es más tirante en este momento que en otros sexenios?

R. Que yo esté en la presidencia de la Cámara de Diputados demuestra que hay una necesidad imperiosa de pluralidad. Pudieron haber cambiado la ley, podríamos seguir sin tener presidencia en la Cámara de Diputados. La elección de una panista en la presidencia demuestra la necesidad de tener pluralidad en la toma de decisiones del país.

P. ¿Considera que el PAN debe romper la alianza con el PRI?

R. Es una decisión que tendrán que tomar los órganos del partido, pensando primero en los panistas y después en México. Es una decisión trascendental que marcará las elecciones de 2027. México necesita un PAN y una oposición fuerte. La pluralidad, la democracia y el equilibrio de poderes deben ser garantizados en este país. Los partidos de oposición tenemos una responsabilidad histórica.

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Sobre la firma

Elia Castillo Jiménez
Es periodista mexicana, está especializada en temas de política: Congreso de la Unión, partidos y elecciones. Ha trabajado en distintos medios como Milenio, Radio Centro y El Heraldo de México. Es licenciada en Periodismo y Ciencias de la Comunicación por la Universidad Nacional Autónoma de México.
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