Valeriana, la antigua ciudad maya hallada en el corazón de Campeche
Los investigadores lograron mapear una ciudad y miles de estructuras que permanecen enterradas en la zona central del Estado de Campeche
Una investigación reciente demostró la existencia de antiguos asentamientos mayas que permanecen enterrados en el Estado de Campeche, México. Este hallazgo, basado en datos recolectados en 2013, muestra miles de estructuras e incluso una ciudad que los arqueólogos nombraron Valeriana y que abre nuevas incógnitas sobre la civilización maya. Los investigadores han conseguido hacer un mapa de la antigua urbe a través de la tecnología LiDar (Light Detection and Ranging, por sus siglas en inglés), una técnica que sirve para medir distancias por medio de rayos láser.
El estudio, publicado en la revista Antiquity por Luke Auld-Thomas, fue realizado por un equipo internacional de arqueólogos de la Universidad de Tulane, en Estados Unidos. A través de datos de un proyecto de 2013 realizado en Campeche, los investigadores lograron mapear detalladamente una zona de aproximadamente 122 kilómetros cuadrados en las tierras centrales de Campeche, y se identificaron más de 6.700 estructuras prehispánicas.
Una ciudad maya desconocida
Entre los hallazgos más significativos se encuentra la ciudad de Valeriana, nombrada así por una laguna cercana. Esta urbe posee las características típicas de un centro político del periodo Clásico (250-900 d.C.), como templos piramidales, plazas, calzadas que conectan distintos sectores, un juego de pelota y estructuras para la gestión del agua. Valeriana abarca alrededor de 16,6 kilómetros cuadrados y se extiende a lo largo de dos núcleos principales separados por dos kilómetros, y unidos por un gran conjunto de viviendas y caminos.
Según la BBC, el descubrimiento sugiere que Valeriana pudo albergar entre 30.000 y 50.000 habitantes en su apogeo. Además, se encuentra a solo 15 minutos a pie de una carretera principal cerca de Xpujil, lo que indica que estas estructuras estuvieron ocultas a simple vista durante siglos.
Un paisaje densamente poblado
El análisis de los datos LiDar reveló una densidad de 55,3 estructuras por kilómetro cuadrado, cifra que supera registros de áreas comparables en Guatemala y Belice. Los investigadores encontraron diferencias en la densidad de los asentamientos, desde zonas rurales con poca ocupación, hasta áreas urbanas de gran extensión y complejidad arquitectónica.
La evidencia sugiere que las ciudades mayas en Campeche estaban conectadas por una red de asentamientos rurales y áreas agrícolas. Se detectaron terrazas y muros relacionados con actividades agrícolas, prueba del intenso aprovechamiento de la tierra y una infraestructura compleja. Esto habría permitido sostener grandes poblaciones mediante la adaptación del entorno para cultivos y el manejo del agua.
Estos hallazgos ofrecen nuevas perspectivas sobre la organización social y económica de la civilización maya. La alta densidad de asentamientos y la presencia de infraestructuras urbanas y agrícolas complejas sugieren una civilización mucho más conectada y adaptada a su entorno de lo que se creía. Además, genera nuevas dudas y pone en tela de juicio cosas que se daban por sentado, como la idea de que los mayas vivían en aldeas aisladas unas de otras.
Un descubrimiento que no fue accidental
El proyecto de 2013 fue una iniciativa centrada en el monitoreo de emisiones de carbono y la conservación forestal. Inicialmente, los datos LiDar se recolectaron para mapear la densidad de la vegetación y su potencial de captura de carbono. Sin embargo, los arqueólogos, que no habrían podido cartografiar una zona tan extensa sin una indicación previa, utilizaron estos datos para analizar lo que consideran una zona inexplorada. Aunque el objetivo original no era el descubrimiento de ruinas mayas, el equipo sabía que existía una alta posibilidad de hallazgos, lo que no imaginaron fue la magnitud de lo que finalmente descubrieron.
Comprender Campeche a través de la arqueología
A pesar de los avances, existen retos pendientes para comprender completamente la estructura social y la cronología de los asentamientos descubiertos. El LiDar no permite determinar la antigüedad exacta de las estructuras, por lo que se requieren excavaciones y análisis en campo para obtener datos precisos. Además, es posible que algunas de las estructuras identificadas no tuvieran una función residencial, sino que estuvieran relacionadas con otras actividades, lo cual podría afectar las estimaciones de población.
Muchos lugares de Campeche aún no son investigados por arqueólogos, y el descubrimiento de estos asentamientos es la prueba de que las nuevas tecnologías pueden ayudar a desenterrar secretos del pasado que ni siquiera habían sido considerados.
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