Mariana Aymerich, directora del Festival Cervantino: “Creo que hay voluntad de diálogo de la nueva administración de Cultura”

Mariana Aymerich luce contenta la tarde del viernes por los resultados del Festival Internacional Cervantino que año con año se celebra en la ciudad mexicana de Guanajuato. La directora del festival, uno de los más importantes del mundo en cuanto a artes escénicas, afirma que la respuesta del público ha sido entusiasta a pesar de que el mundo de la cultura en México fue trastocado por el golpe de la pandemia de covid-19 y los recortes a los presupuestos impuestos por el anterior Gobierno del expresidente Andrés Manuel López Obrador. Se trata de una herida abierta que Aymerich cree que la nueva Administración está dispuesta a cerrar. Al menos, dice, ve una apertura al diálogo entre la nueva secretaria de Cultura, Claudia Curiel, y el sector artístico. Sobre la 52 edición del Cervantino que llega a su fin el domingo, los tijeretazos a Cultura y la posibilidad de un nuevo rumbo en el sector por parte de las autoridades conversa la directora del Cervantino con EL PAÍS.

Pregunta. ¿Qué balance hace de esta edición del Cervantino?

Respuesta. Muy positivo. La respuesta del público a esta edición ha sido sorprendente y creo que responde también a todo lo que despertó en todos nosotros una es combinación de Oaxaca y Brasil. Oaxaca con su profundidad cultura, su diversidad, que es muy parecido a lo que conocemos de Brasil. Ha sido muy sorprendente todo lo que hemos visto. El objetivo principal de tener a Brasil como país invitado es que a pesar de que está en nuestro mismo continente la realidad es que no lo conocemos. Y desde 2019 nos propusimos traer a todas aquellas cosas que nos parecen extraordinarias y que puedan sorprender al público. Estoy muy satisfecha con lo que hemos logrado en esta edición y porque el público de Guanajuato está consumiendo más el festival.

P. ¿Cómo ha sido la asistencia a los eventos de danza, teatro, artes escénicas en comparación con anteriores ediciones?

R. Creo que ha subido. Este año hicimos dos experimentos para ver cómo funcionaba el público. Por un lado abrir las puertas del Teatro Juárez a propuestas artísticas más enfocada en los jóvenes, como el caso de Silvana Estrada, que nunca había estado en el festival y que al abrir las puertas del Juárez rompemos un poco esa barrera de que los jóvenes a veces ven el teatro como majestuoso y no se animan a entrar. Esa reacción del público joven al tener a Estrada fue impresionante, porque el teatro estaba lleno. Funcionó muy bien. Lo mismo ocurrió con Daniel, me estás matando, esta banda que estuvo en el Auditorio del Estado. Tampoco habíamos presentado música y quisimos hacer esa prueba y funcionó muy bien.

P. ¿Han mantenido el presupuesto federal para organizar el festival?

R. El presupuesto federal no es que haya aumentado, porque tenemos lo mismo del año pasado, que son 45 millones de pesos. Pero también hay mucho trabajo de gestión con los aliados estratégicos, con los patrocinadores, con otras instituciones, las embajadas. Esto es un trabajo de muchos años y que responde al prestigio del festival, de que confían en esta plataforma de difusión y promoción. Está la aportación del Gobierno del Estado, del municipio. Es mucho trabajo en equipo para lograr esto. Si contabilizáramos todas las aportaciones creo que estamos arriba de 200 millones de pesos. Este es el único festival federal del país y por normativa no podemos recibir aportaciones en efectivo, sino en especie como boletos de avión, internet, lonas, imagen urbana.

P. Hay una herida abierta en el sector de la cultura en México por los recortes de la llamada austeridad republicana. ¿Les ha afectado?

R. No, hay mucho apoyo por parte de la Secretaría de Cultura para realizar el festival, incluso en esta nueva Administración. Hay una intención importante de reforzar lo que hace el festival en el tema de los circuitos culturales, incluso extenderlo a más ciudades. En la inauguración del festival la secretaria de Cultura se mostró muy contenta por lo que vio. Confía en que vamos a poder mantenerlo.

P. ¿Confían en que se mantenga ese apoyo tan importante del Gobierno?

R. Sí, sí. Hay muy buena comunicación, muy buena relación y creo que sin duda vamos a encontrar muchas áreas de oportunidad para seguir trabajando por el festival.

P. El golpe de la pandemia todavía ha dejado rezagos en el sector de la cultura, tras el cierre de teatros, museos, la cultura se paralizó. ¿Han logrado recuperarse tras ese golpe tremendo?

R. Al 100% no, hay que ser muy honestos. Los números de 2019 comparados con los del año pasado, pasando por el del 50 aniversario que fue un gran festival, no reflejan esa recuperación. Creo que es a nivel general, no solo en el caso del festival, pero sí hay un consumo más delicado, orgánico, de las artes escénicas.

P. ¿Qué significa eso?

R. Es verdad que usamos más las plataformas, más la tecnología, pero el espectáculo en vivo, una obra de teatro, música, no es lo mismo verlo a través de una pantalla que en vivo. Y sí nos gusta consumir eso, hay público que le gusta ir al teatro, a los conciertos, a disfrutarlo en vivo por las emociones que te provoca un espectáculo en vivo. La pandemia sí fue muy dura para todos, porque sabemos convocar a la gente en vivo y no por pantallas, fue muy difícil, pero aprendimos y captamos un público que si nos conoció a través de las pantallas ahora consume el festival.

P. ¿Qué representa el festival para las artes?

R. Hay 17 museos en esta ciudad y en las artes visuales han sido un mecanismo de comunicación muy importante para los artistas, porque puedes ver de todo, desde una pintura contemporánea hasta la fotografía. El festival ha abierto mucho más ese nicho, para que el público lo conozca más. Los artistas, los que se comunican a través de las artes visuales transmiten esa posibilidad de lenguajes o narrativas que antes estaban un poco más de lado y los artistas emergentes no tenían esas posibilidades. Creo que el festival brinda esa posibilidad de expresar y demostrar lo que están haciendo.

P. Hay muchas quejas de parte de las compañías de teatro, por ejemplo, no solo por la falta de presupuestos, sino la atención del público. ¿Cómo ve la salud del teatro en México?

R. Es una comunidad a la que sin duda hay que atender. Estoy segura que se va a iniciar un diálogo muy importante con todas esas comunidades. Con todos estos cambios que hay en las instituciones federales, el objetivo es ese: Marcar un camino hacia el diálogo, de escuchar qué necesitan, porque efectivamente hay tanto que a veces no sabes como abarcarlo.

P. ¿Se abre una oportunidad para que nueva Administración pueda cerrar esa herida con los recortes a los presupuestos?

R. Creo que sí. Estoy convencida de que el diálogo es el mejor mecanismo y que hay apertura para eso. Con voluntad, con diálogo y con saber lo que necesita la comunidad se puede ir trabajando poco a poco. Creo que hay voluntad, sin duda.