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Absueltos los cuatro acusados de la desaparición de Guadalupe Barajas en Guanajuato

El juez da un mazazo a la familia de la mujer, que ya perdió a su hermano hace tres años, asesinado mientras participaba en la búsqueda de la joven. El testigo clave de la Fiscalía, vecino de los acusados, negó su declaración durante el juicio

Pablo Ferri
Guadalupe Barajas
Guadalupe Barajas en una imagen difundida en sus redes sociales.

Una jueza ha absuelto este miércoles a los cuatro acusados de la desaparición y el posterior asesinato de Guadalupe Barajas, la joven maestra de Salvatierra, en Guanajuato, que su familia ha convertido en el símbolo de la lucha contra la violencia en la región. Interceptada en febrero de 2020 por una banda de delincuentes vinculada al Cártel Santa Rosa de Lima, su cuerpo apareció en un cementerio clandestino en Salvatierra, un año después. Su hermano Javier, involucrado en la búsqueda, fue asesinado meses más tarde, también en Salvatierra.

El Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro, que defiende los intereses de la familia de la mujer, ha lamentado la sentencia. “Este fallo es un terrible mensaje de impunidad, que pone en riesgo a la familia de Guadalupe, a los familiares de las 65 personas identificadas [cuyos cuerpos fueron hallados en las fosas de Salvatierra] y a todos los colectivos que buscan a sus seres queridos en Guanajuato”, ha señalado la organización en un comunicado.

“El fracaso de la justicia muestra las deficiencias de la justicia local en Guanajuato. En particular, de una Fiscalía que pudo haber desplegado una estrategia más eficaz en su acusación y sobre todo de un Tribunal de Juicio Oral lejano a las víctimas e indolente”, ha insistido el Pro. Por la mañana, la abogada Ivette Galván, parte de la organización, señalaba en entrevista que el caso Barajas es “histórico en Guanajuato, porque es el primero que llega a juicio de la fosa más grande del Estado. Es muy importante para marcar el camino de muchas familias que están esperando sus propios procesos”, añadía.

Después del fallo, la misma Galván ha explicado los argumentos de la jueza. Durante el juicio, celebrado a lo largo del último mes, relata Galván, el testigo presencial sobre el que descansaba el caso de la Fiscalía se desdijo. Al principio del proceso declaró que, en la mañana de la desaparición, había visto a los acusados llevarse a Guadalupe Barajas. Vecino de los acusados, el testigo dijo en el juicio que, en realidad, él solo había firmado unas hojas que le había dado la Fiscalía, ignorando su contenido. Ante el riesgo de que todo esto ocurriera, la Fiscalía podría haber presentado su primera declaración ante el juez y evitar sorpresas. Pero decidió no hacerlo.

Ante el cambio de actitud del testigo presencial, y de otros dos secundarios -que en realidad relataban lo que el primero les contó que había visto-, la Fiscalía denunció durante el juicio que los tres habían llegado a presentar su testimonio ante la jueza acompañados de los abogados de los acusados, detalle que, a su entender, probaba las presiones que habían recibido para que cambiaran su declaración. La Fiscalía presentó además a los colegas de la corporación que tomaron el testimonio de los testigos años atrás, para que dieran certeza sobre su veracidad. Pese a todo, la jueza ha tenido en cuenta la última palabra de los testigos.

La familia Barajas aguarda ahora la apelación. El Pro ha recordado este miércoles que en el proceso por el asesinato del hermano, el joven Javier Barajas, la justicia absolvió en primera instancia a los dos acusados y luego los condenó en la apelación. El único consuelo para la familia es que uno de los absueltos este miércoles, César Enrique Pérez, había sido condenado meses atrás a 35 años de prisión por el asesinato de Javier. De los otros tres, dos están procesados y podrían seguir en prisión, caso de Socorro N. y Carlos N. Caso distinto del tercero, Julio César N., que podría recuperar su libertad.

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Sobre la firma

Pablo Ferri
Reportero en la oficina de Ciudad de México desde 2015. Cubre el área de interior, con atención a temas de violencia, seguridad, derechos humanos y justicia. También escribe de arqueología, antropología e historia. Ferri es autor de Narcoamérica (Tusquets, 2015) y La Tropa (Aguilar, 2019).
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