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Norma Piña insiste en “abrir la puerta al diálogo” sobre la reforma judicial

La presidenta de la Suprema Corte lanza de nuevo puentes con el Gobierno en el cierre de los encuentros organizados por la propia judicatura para sondear una propuesta de reforma integral al sistema de justicia

Norma Piña
Norma Piña en la Suprema Corte, el 28 de junio.Hector Guerrero
Erika Rosete

La ministra presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Norma Piña, ha llamado este lunes a que el presidente Andrés Manuel López Obrador y la presidenta electa, Claudia Sheinbaum, “abran la puerta” al diálogo y al análisis de los resultados que han arrojado los encuentros nacionales organizados por la judicatura sobre el sistema de Justicia, incluyendo la reforma al Poder Judicial impulsada por el oficialismo. “Si la reforma judicial se aprueba en sus términos, ya no llegará la persona más capacitada al puesto. No llegará la persona que pasó años estudiando, preparándose para opositar, sino la más popular, la que supo relacionarse bien con los grupos de poder que, irónicamente, es uno de los argumentos de esta reforma. Es decir, se provocará lo que se intenta erradicar”, dijo Piña sobre el elemento más polémico de la reforma: la elección por voto popular de los jueces y ministros.

Insistió en que el plan propuesto por el Gobierno no aborda el problema de raíz. “Invitar a que nos abran la puerta para que podamos compartirles los hallazgos de este encuentro nacional y analizar así, cómo afecta la reforma no solo el futuro de la justicia, sino de todo nuestro país”, aseguró. Durante las últimas semanas, el Gobierno ha dado alguna señal favorable a abrir el debate sobre la modificación de algunos puntos. Por ejemplo, que su implementación sea gradual y no de golpe para el año que viene, como establece el texto actual. La ministra ha pedido que no se “acelere” el diagnóstico para aprobar la reforma, y que no se puede comenzar de cero: “El contexto tan complejo que vive nuestro país no permite la improvisación”.

El mensaje de la ministra Piña ha sido dentro de la clausura del Encuentro Nacional para una Agenda de Seguridad y Justicia, una serie de reuniones que se han llevado a cabo en 14 sedes en todo el país y que han congregado a más de 3.500 personas de distintos perfiles. El Poder Judicial lanzó esta convocatoria a principios del año a personas involucradas en el sistema de seguridad y justicia, autoridades de todos los niveles de Gobierno, legisladores federales y locales, asociaciones y organizaciones de justicia, colegios de abogados, universidades públicas y organizaciones de la sociedad civil.

La de este lunes ha sido la última sesión, una ocasión que ha aprovechado la ministra Piña para hacer un ejercicio de autocrítica y para llamar a que la reforma tome en cuenta las experiencias y conocimientos emanados de meses de trabajo, pero también de adoptar una perspectiva que ponga en foco en quienes más lo necesitan: “Quiero hacer un llamado contundente a tener un diálogo que ponga en el centro las necesidades de las víctimas, un diálogo que se centre en las necesidades de los usuarios, que tome en cuenta los insumos de este encuentro nacional. Reconozco que se necesita una reforma y la misma tiene que incluir cambios en la judicatura federal, es cierto, es perfectivo, pero no puedo dejar de señalar que para que realmente se ofrezcan soluciones tenemos que considerar el problema de manera integral”, dijo.

El foco en las víctimas

Piña ha comenzado su mensaje de este lunes demostrando un caso que, aseguró, la ha conmovido y es una muestra de la necesidad de que la justicia mexicana sea accesible, cercana y sensible para la ciudadanía: una reunión que sostuvo con un grupo de madres buscadoras de los Estados de Chiapas y de Quintana Roo. “Al iniciar la conversación y presentarnos, ninguna de las madres se presentó por su nombre, sino por el nombre de su hijo o hija desaparecida, “soy la madre de...”, explicó. “Después de escucharlas encontramos que su contacto con las autoridades las ha llevado a contar su historia una infinidad de veces, han tocado más de 20 puertas y siguen sin encontrar solución. No están casadas de buscar, sino de las autoridades que no resuelven. Y eso es responsabilidad de todos los que estamos de este lado”, aseguró.

Al final de su intervención, Piña enumeró algunos de los aspectos por los que el sistema de Justicia en México tiene que ser modificado: una justicia lejana y ajena a los ciudadanos, la capacidad de investigación criminal rebasada; permanece la desconfianza de las personas hacia la búsqueda de justicia; entre otros. Pero, insistió, los resultados de estos encuentros tienen que ser analizados y presentados a legisladores y a los Gobiernos de Obrador y de Sheinbaum para que se integren y sean parte de la solución. “Ante la coyuntura nacional debemos preguntarnos: ¿en qué hemos fallado para que a lo largo de este recorrido nacional, en el que han participado más de 3.500 personas de perfiles plurales, incluso antagónicos, escuchamos de todos ellos, una y otra vez que la justicia es distante, inhumana, que la justicia es una pesadilla?”, zanjó.

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Erika Rosete
Es periodista de la edición mexicana de EL PAÍS.
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