Ismael ‘El Mayo’ Zambada, acusado de tráfico de fentanilo en Estados Unidos
El fundador del Cartel de Sinaloa es acusado en Nueva York, por la misma corte que condenó a ‘El Chapo’ Guzmán a cadena perpetua, por fabricación y distribución de la droga sintética
Nuevos cargos contra Ismael El Mayo Zambada en Estados Unidos. La Corte del Distrito Este de Nueva York ha hecho pública una acusación contra el líder histórico y fundador del Cartel de Sinaloa por fabricación y distribución de fentanilo. Se trata del mismo tribunal que condenó en 2019 a Joaquín El Chapo Guzmán a cadena perpetua y donde se lanzó una ofensiva legal contra Los Chapitos, los hijos del capo. Washington se juega una de sus últimas cartas para intentar sentarlo en el banquillo de los acusados y promete que El Mayo correrá el mismo destino que Guzmán. “Esta acusación muestra nuestra determinación por llevarlo ante la justicia, así como hicimos con su antiguo cómplice, El Chapo”, se lee en un comunicado de la Fiscalía publicado este jueves.
Zambada, de 76 años, ya había sido acusado de crimen organizado, conspiración para cometer asesinato, lavado de dinero y distintos delitos relacionados con el narcotráfico, como el trasiego de cocaína, heroína y metanfetamina a Estados Unidos. La nueva acusación retoma estos cargos e incluye dos más por tráfico de fentanilo. También se refiere a El Mayo, prófugo desde hace décadas, como el líder de “la organización criminal más poderosa del mundo”, el Cartel de Sinaloa. Hasta ahora, la justicia estadounidense había ido sólo por Los Chapitos, señalados el año pasado como los orquestadores detrás de las operaciones del grupo criminal para incursionar en el mercado de las drogas sintéticas.
En el expediente judicial, al que tuvo acceso EL PAÍS, se acusa a El Mayo de construir un imperio criminal que data de 1989 y que sigue dirigiendo hasta hoy. Estados Unidos asegura que ha amasado miles de millones de dólares en ganancias y ofrece una recompensa de 15 millones de dólares a quien ofrezca información que lleve a su captura. Se trata de una acusación de 17 cargos criminales, en la que se ordena también el pago de 14.000 millones de dólares para reparar el daño.
“Con el arresto de Joaquín El Chapo Guzmán, Zambada García es el líder incuestionable y de mayor jerarquía del Cartel de Sinaloa”, asegura el Departamento de Estado. El Mayo, mucho más discreto que El Chapo y en paradero desconocido desde hace años, se enfrenta a acusaciones criminales en cinco Estados de EE UU: Texas, California, Washington D.C., Illinois y Nueva York.
En esta acusación se detallan, además, alrededor de 84 operaciones de tráfico de drogas a Estados Unidos, las primeras desde 1999. La acusación sintetiza décadas de actividades criminales en 27 hojas. “En los primeros años de 2000, Ismael Zambada García y Joaquín Guzmán Loera formaron una alianza que llevó a la transformación de La Federación en el Cartel de Sinaloa”, se lee en el documento.
Washington asegura que el cartel ha tenido pleitos cupulares, aunque no se refiere directamente a las fricciones que ha habido entre la facción de El Mayo y Los Chapitos. “Aunque ha habido fracturas y fricciones internas, entre los líderes del Cartel de Sinaloa, generalmente se coordinaban en sus actividades criminales, compartían el control de las rutas de tráfico en México, resolvían conflictos en sus territorios, reducían a mínimos la violencia dentro de la organización y se aseguraban que recibieran protección oficial y no oficial”, se afirma.
El expediente judicial menciona a su estructura de sicarios, los pactos corruptos con las autoridades mexicanas, las alianzas que estableció con los carteles colombianos y el blanqueo de miles de millones de dólares en México. “Ismael Zambada García y otros líderes emplearon a sicarios que cometieron cientos de actos de violencia, incluyendo asesinatos, asaltos, secuestros y actos de tortura por instrucción del acusado”, asegura la Fiscalía. La lógica de la violencia ordenada desde lo más alto de la estructura del cartel sigue motivos como la intimidación de sus rivales, la defensa de su territorio, castigar las traiciones e imponer la disciplina interna.
La acusación no da muchos detalles sobre cómo se ha involucrado El Mayo en el tráfico de fentanilo, a diferencia de los cargos que salieron contra Los Chapitos a principios del año pasado. Estados Unidos se limita a decir que las actividades criminales superan la fabricación y distribución de 400 gramos de esa sustancia, el umbral suficiente para considerarlo un delito grave. El año pasado emergieron narcomensajes y una carta a través del abogado de la familia Guzmán, en la que los hijos de El Chapo denunciaban una “cacería de brujas” y se desmarcaban del tráfico de esa droga e impusieron una supuesta prohibición de facto en distintas zonas de México. Estados Unidos, sin embargo, está convencido de que el Cartel de Sinaloa y sus rivales del Cartel Jalisco Nueva Generación son las dos fuentes principales de fentanilo en Estados Unidos, un opioide que se cobra decenas de miles de vidas cada año en ese país.
En 2013, su hijo, Vicente Zambada Niebla, alias Vicentillo, fue detenido en Chicago por narcotráfico y se convirtió en uno de los colaboradores clave para la caída de El Chapo. Vicentillo aseguró durante el juicio de Guzmán que su padre gastaba más de un millón de dólares al mes en sobornos a políticos y mandos policiales mexicanos. El capo, destinado a ser el heredero de su padre, purgó una condena reducida y fue liberado en 2021. Jesús El Rey Zambada, su hermano, también desempeñó un papel crucial en el juicio contra El Chapo y contra Genaro García Luna, secretario de Seguridad Pública en el Gobierno de Felipe Calderón, el año pasado.
Es el intento más ambicioso de capturarlo desde 2016, cuando salió la última acusación en su contra del otro lado de la frontera. Pese a que las autoridades han cercado su círculo más cercano, el capo nunca ha sido capturado en casi seis décadas de vida ligada al narco. Se ha encumbrado como el hombre en la sombra y sigue siendo, para muchos, quien en realidad lleva las riendas en Sinaloa.
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